La sección 271 del Sindicato Minero que agrupa a más de 3 mil quinientos trabajadores en la siderúrgica más importante del país, inició una huelga el día 8 de agosto por la revisión del contrato colectivo y para manifestarse en contra de los planes de reestructuración de la empresa que implicarían el despido del 20% de la plantilla laboral, aproximadamente 750 trabajadores.

Esta huelga es una expresión nítida de las contradicciones entre las clases sociales, su desarrollo será un termómetro muy fiel de los acontecimientos venideros.

Al finalizar la huelga de 142 días que realizó la sección 271 en el 2006, la empresa siderúrgica fue adquirida por la transnacional Arcelor-MIttal. Desde finales del 2006 hasta inicios del 2009 no había vuelto a estallar alguna huelga, ya que las peticiones de los sindicalizados estaban siendo resueltas por la empresa, que ostenta el monopolio más importante del acero a nivel mundial.

La posición privilegiada de Arcelor Mittal en el mercado mundial en un contexto de boom del sector minero-metalúrgico y el temor de la burguesía a que los mineros michoacanos (que dieron el banderazo de salida para la lucha del 2006, derrotando a la PFP) siguieran movilizándose, llevó a que la empresa considerara más rentable solucionar las demandas económicas que enfrentarse a una lucha con los sindicalizados. Para el gobierno federal la desmovilización de un sector clave de los mineros en nuestro país también era muy importante, ya que le permitía concentrarse en atacar otras luchas (Huelga de Cananea) y evitar que otras siguieran creciendo (Movimiento contra la privatización de PEMEX).

Era tal el afán de mantener desmovilizados a los mineros del puerto de Lázaro Cárdenas, que el gobierno federal en el contexto de la reforma a PEMEX impulsó una importante campaña propagandística para designar al puerto de Lázaro Cárdenas como el principal destino donde se podría construir una nueva refinería. Esto creó falsas ilusiones sobre los dirigentes del PRD, el gobernador Leonel Godoy estableció relaciones muy fraternales y de colaboración con el espurio Calderón, que a su vez también ejerció presión para que los mineros y otros sectores no se movilizaran, la intención de Godoy era presentar un Lázaro Cárdenas seguro para los capitalistas, por lo tanto inmovilizar a la sección 271 era un objetivo central.

Los resultados de esta política de conciliación son por todos conocidos; la refinería se construirá en Hidalgo (gobernado por los priistas) y lo que obtuvo el gobierno perredista de Michoacán fue un operativo militar en el palacio de gobierno, donde fueron aprehendidos estrechos colaboradores de Leonel Godoy, incluso el medio hermano del gobernador (diputado federal por Lázaro Cárdenas) está siendo perseguido por la PGR por vínculos con el narcotráfico. Pero no solo las relaciones amistosas entre el gobierno michoacano y la presidencia se han roto, también la tregua entre la empresa y los sindicalizados ha concluido.

Arcelor Mittal perdió en el primer semestre de éste año ¡la mitad de su valor! pasó de tener un valor de 44 mil millones de euros a 22 mil 734 millones, este desplomé ha sido un primer aviso de la magnitud de la crisis, y aunque esperan una recuperación en lo que queda del año, es un hecho que las cosas ya no pueden seguir igual, esto es lo que justifica que la empresa plantee un recorte del 20% de la plantilla laboral, como un primer paso para que la crisis la paguen los asalariados.

Los trabajadores  han asumido los paros técnicos, reducción de bonos y prestaciones, incluso en enero pasado han sido despedidos algunos centenares de contratistas (trabajadores no sindicalizados). Estas medidas fueron aprobadas por los dirigentes sindicales, que se esforzaban por convencer a la base de que aceptando estos recortes las cosas mejorarían en el futuro, pero esta farsa ha caído demasiado rápido, el margen de control de la dirección es cada vez más efímero y frágil. Por ello han tenido que llevar a votación la propuesta de huelga, la cual se aprobó por unanimidad, lo que refleja el estado de ánimo no sólo entre los mineros de la sección 271, sino de los trabajadores en general.

La relevancia de la huelga en Lázaro Cárdenas es que es la respuesta más visible ante los ataques de la patronal bajo el pretexto de la crisis, ¿de qué manera han respondido los mineros? Con una huelga aprobada por unanimidad. Aquí reside el factor clave de esta lucha, que una vez más como a inicios del 2006 está expresando toda la rabia y la necesidad de luchar por parte de los trabajadores.

Calderón ahora mismo debe de estar aterrorizado, no quiere que la huelga se extienda, los dirigentes sindicales quieren que lo más pronto posible las aguas regresen a sus causes, quieren negociar pronto con la empresa (como lo han hecho en VW) para que la huelga se levante, no quieren que esto se transforme en un “movimiento político”, como dijo el dirigente de la sección 271.

Pero los sindicalizados no pueden aceptar el despido de 750 de sus compañeros, ellos saben que sería el inicio de la destrucción de la combativa sección 271. Las presiones que están detrás de esta lucha se han reflejado en el asesinato en el onceavo día de huelga de uno de los abogados de la empresa, las presiones que hay detrás para terminar con esta huelga son muchas. El inicio de esta lucha podría ser el factor que volviera a sacar a la luz el enorme descontento que hay bajo los pies de Calderón. El volcán que estalló en 2006 no terminó de expulsar toda su furia, el material incandescente se ha seguido acumulando y más temprano que tarde terminará por estallar de nuevo, la huelga de la sección 271 es un llamado a la batalla contra la burguesía y su gobierno, que podría tener un eco masivo.