Desde finales de la década pasada se abrió en México un periodo de ascenso en la lucha de clases, a partir de 2006, mediante la lucha contra el fraude electoral, este se convirtió abiertamente en un intento revolucionario de millones de obreros y explotados de tomar las riendas de su destino en sus propias manos y lograr una transformación de la realidad; aquí ya hacía eco la idea de la lucha organizada de masas y la necesidad de una revolución social que permitiera un futuro mejor para los millones de oprimidos de este país.
El decreto de extinción de Luz y Fuerza (LyF) es el intento de los empresarios y su gobierno, es decir, de la clase burguesa, de hacer pagar las facturas de la crisis a la clase obrera y el pueblo. Miles de despedidos, destrucción del trabajo y de los derechos laborales son las tácticas de esta guerra económica por la superioridad de los explotadores. Igualmente, es la punta de lanza para tratar destrozar uno de los pilares del movimiento obrero, el SME, y pretender dejar más que indefensos, desorientados y desperdigados a los trabajadores del campo y de la ciudad. Dejar pasar este ataque es permitir que corten por la mitad el cuerpo vivo de la clase obrera; para la burguesía nacional y extranjera es impedir que la inmensa mayoría de la humanidad, pobre, explotada y oprimida, pueda luchar por salir del infierno que se le ha señalado como destino.
Sin embargo, este ataque se inscribe en un proceso nada favorable para los gobiernos capitalistas de México y el mundo, desde la resistencia popular en Honduras con las insurrecciones que ha habido en algunas poblaciones hasta las protestas en Irán donde centenas de miles están dando una batalla por derribar a un gobierno obscurantista y reaccionario, protestas de miles en China contra la destrucción de la propiedad estatal, una giro a la izquierda en la masa proletaria de E.U.A. y la revolución bolivariana en Venezuela y su abierta lucha por avanzar hacia el socialismo, si de todo esto sacamos una lección, es que si la lucha aquí es por nuestro trabajo y conservar nuestro SME, nuestros hermanos de clase y sus pueblos luchan allá por conservar su vida y conquistar un mundo mejor, sin explotación del hombre por el hombre. Estamos en un giro internacional a la izquierda, aquí es donde se inscribe nuestra lucha, estas son las perspectivas que tenemos, esta lucha puede y debe ganar y rebasar las fronteras de la sociedad capitalista.
El paso adelante que significa la convocatoria de este Paro Nacional debe ser respaldado por una determinación indomable por su defensa y preparación, los discursos son una parte pero prepararla significa tomar la consigna en nuestras manos y trabajar por ella: crear Comités de Huelga que actúen como brigadas informativas, comités de lucha en solidaridad con el SME y preparen acciones que, como ya se está haciendo, deben ser coordinadas por región o zona con compañeros de diversos sindicatos o escuelas, lo más importante es crear estos puntos de organización y convertirlos a través del debate y la propuesta en centros de organización y planificación de las acciones. En consecuencia de esto es necesario que la propuesta de conformar un Comité Nacional de Huelga sea a partir de los dirigentes y secretarios generales pero que este rinda informes y tome las decisiones más importantes en Asamblea General de los delegados elegidos en todos los Comités de Huelga que estén trabajando
Los trabajadores del SME debemos participar activamente en ellos, debemos participar como los camaradas más dispuestos al trabajo y a la lucha y los promotores más incansables de estos comités, explicando que este ataque no será revertido solo con las fuerzas del SME, será echado atrás con la unión del pueblo trabajador reivindicando todas sus demandas, pues es este un ataque a todos, aportando la propia experiencia de lucha de nuestra organización y aprovechando también el nombramiento de delegados para suplir a la Comisión de Trabajo ahí donde ya no exista o no llegue. Explicando también que esta lucha se puede ganar y que será más corta entre más organizados estemos, todos obreros, estudiantes y los explotados urbanos y rurales.
Un Paro Nacional significa que todo debe detenerse, que la economía debe pararse el 11 de noviembre, que la gente debe ser informada y exhortada a no trabajar ese día exponiéndoles cuáles son nuestras causas y que son también las suyas, podemos implementar el paro total, la toma de instalaciones, la falta colectiva o la huelga de brazos caídos, pero en ningún caso debemos permitir que el trabajo siga, ni diluir las acciones en "paros parciales" que en muchos casos terminan en una forma de rehuir a la lucha. Para convencer a todos de que esta lucha también le es benéfica necesitamos reivindicaciones que puedan hacer suyas:
- Abrogación del Decreto que extingue Luz y Fuerza, salida de la PF y el Ejército de las instalaciones y regreso al trabajo de todos los despedidos.
- Rechazo al paquete fiscal para 2010, rechazo total de más y/o nuevos impuestos,
- Aumento al presupuesto a la educación, salud, vivienda, descenso en las tarifas de electricidad y agua, control de precios de la canasta básica.
- Aumento general del 100% a los salarios, crédito barato a los pequeños comerciantes y pequeños productores y precios de garantía a los productos del campo nacional.
- Abajo el gobierno de Calderón por ser un gobierno al servicio de los empresarios y banqueros y no del pueblo.
Luchamos por la caída del gobierno de Calderón porque es este el responsable de todos los ataques a la clase obrera y continuador de los hechos por los anteriores gobiernos del PRI y PAN, porque son estos partidos los que desde las Cámaras, disimulando o no aprobaron el paquetazo, la contrarreforma a PEMEX, etc. La Constitución es letra muerta, el pacto social está roto y han sido ellos, el Paro Nacional es nuestra respuesta y con ello también afirmamos que el capitalismo neoliberal en el cual vivimos no es el único sistema social posible y para nada el mejor, partimos de la idea de que el sistema económico actual y su gobierno de empresarios y banqueros, aun con sus cuerpos represivos, no es inquebrantable ni inamovible. Parando la producción cortamos la generación de riqueza, detenemos la tuerca maestra de la esclavitud asalariada y la explotación del hombre por el hombre. El 11 de noviembre vayamos todos al Paro Nacional y demos una muestra de lo que la clase obrera organizada puede lograr, avancemos de la lucha por la supervivencia a la lucha por la emancipación proletaria.
¡Contra el decreto del gobierno federal, lucha obrera y huelga general!
¡Que la crisis la paguen los patrones!
¡Otro mundo es posible, con el socialismo!