En medio de la peor crisis capitalista de los últimos 70 años a nivel mundial, seguimos viendo que la única alternativa que encuentra la burguesía para conservar su tasa de ganancias es cargar el costo a la espalda de la clase trabajadora. Un ejemplo más de esto es la precarización de las condiciones laborales y la sobreexplotación que sufren los obreros de la empresa SEGLO Mexicana, proveedora de logística de la armadora alemana Volkswagen (VW) en Puebla.

Sobreexplotación en SEGLO

El 26 de octubre del año pasado, sin previo aviso, Grupo SEGLO liquidó a 850 trabajadores que por, supuestamente, tener altos salarios la hacían menos competitiva con respecto a SERVIMSA -proveedora propiedad del ex-secretario de Desarrollo Económico del municipio de Puebla, Antonio Torres Mota-, que ofrece los mismos servicios de logística pero a menor costo por pagar bajos salarios ($50.00 pesos diarios en promedio) y por lo cual estaba vendiendo más a VW.

Así, pues, la empresa cambió su razón social a SEGLO Mexicana; volvió a contratar a los trabajadores con las prestaciones mínimas de ley y eliminando otras como el bono de productividad y el fondo de ahorro que tenían antes; además, les redujo el salario en un 30%, por lo que ahora sólo ganan $61.00 pesos diarios que apenas les permite adquirir la canasta básica para sobrevivir ellos y su familia.

Para disfrazar u ocultar la sobrexplotación en la que se encuentran los obreros, la empresa recurre a la farsa de hacerlos participar, supuestamente, con “propuestas” para la reducción de costos y aumento de la productividad -entiéndase más ganancias para la empresa-, mismas que nunca son tomadas en cuenta y a cambio de las cuales la patronal les da una “despensa” que incluye sólo una bolsa de sopa y sal.

Pero si esto no fuera suficiente ya, los trabajadores tienen menos de media hora para comer y cuando tienen que pasar al tercer turno (por la noche), la empresa les obliga a reponer sin pago alguno, dos jornadas laborales al mes correspondientes a la media hora diaria acumulada por semana que les faltó para completar la jornada nocturna de siete horas.

¡Contra la corrupción, amiguismo y persecución sindical!

Junto a dichas condiciones de explotación, los trabajadores también soportan la represión y burocratismo de la actual dirigencia del Sindicato Democrático de Trabajadores de la Empresa SEGLO (SDTES), quien toma las decisiones sin consultarlos previamente; por el contrario, si algún trabajador se atreve a exigir conocer los estatutos del sindicato y sus derechos, inmediatamente es despedido por la empresa.

El líder sindical, Aarón Espinoza López, en lugar de que defienda los derechos de sus agremiados, en los hechos, parece estar en contubernio con la empresa, pues ha justificado todos los ataques a las prestaciones laborales de los trabajadores, declarando que: no les quedó de otra más que aceptar su liquidación y recontratación con un menor salario, ya que de lo contrario los iban a despedir porque no eran competitivos frente a otras empresas (La Jornada de Oriente, 27/10/09).

Así, pues, el Comité Ejecutivo sindical, además de permitir la liquidación y recontratación individual de los trabajadores, sin dar la batalla por defender los derechos de sus agremiados, antes ya había cedido también en eliminar el escalafón que permitía a los trabajadores (que no tenían faltas durante determinado tiempo) incrementar su salario base. Ahora, sin el escalafón y el mísero salario, los obreros tienen que laborar horas extras o doblar turno para incrementar un poco más sus ingresos familiares.

¡Por un sindicato de clase, combativo y democrático!

Actualmente, a pesar de los mayores beneficios que ha tenido la empresa, existe el temor entre los trabajadores de que en Octubre próximo, nuevamente sean liquidados y recontratados, pero con un salario todavía menor de $40.00 pesos diarios, pues desde el mes de Enero (antes de cumplir el año laborando en la “nueva” empresa), la patronal y el sindicato han pedido a los trabajadores que adelantes sus días de vacaciones. Ante esta posibilidad, los trabajadores no tienen otra alternativa para evitar que sus condiciones laborales sean todavía más precarias que, empezar a organizarse y luchar por rescatar a su sindicato, expulsando a los dirigentes traidores. Pues, como decía Carlos Marx, sin organización, los trabajadores no son más que carne de explotación.

Mediante elecciones democráticas (sin la intervención de la patronal ni el Estado), los trabajadores deben elegir una nueva dirección sindical que realmente defienda sus derechos laborales, cuyo cargo sea revocable en cualquier momento que traicione o no represente los intereses de los agremiados y no reciba un salario mayor al de un trabajador de base.

Esa nueva dirigencia debe apoyarse en la fuerza de la base trabajadora para luchar por aumento al salario conforme a la inflación y defender los derechos sindicales y laborales, permitiendo la participación democrática de los trabajadores en la toma de decisiones mediante Asamblea General. Además, debe vincular e impulsar la lucha junto con los trabajadores de las otras proveedoras, los obreros sindicalizados de VW y los demás sectores de la clase trabajadora que también están defendiendo sus derechos contra los ataques de la burguesía y su gobierno de Calderón.

 

La lucha sindical limitada empresa a empresa es impotente, así que una estrategia como ésta, elevaría el nivel de conciencia y organización de los trabajadores de SEGLO y la clase trabajadora en general; aumentaría su confianza para luchar, y desaparecería el miedo y riesgo de perder el empleo estando solos y aislados.

¡La única solución es luchar por el socialismo!

Finalmente, esta lucha necesaria por las demandas económicas de los trabajadores, también se tiene que transformar en una amplia, extensa y contundente lucha política para acabar con el régimen de trabajo asalariado que mantiene en su situación de explotados a los trabajadores bajo este sistema capitalista. Si los trabajadores somos la única clase social progresista, creadora de la riqueza en la sociedad, entonces, nosotros debemos y podemos administrarla, sin los parásitos capitalistas que deben ser expropiados de las industrias, los bancos, la tierra, etc. Sólo así, acabando con el capitalismo y socializando los medios de producción, podremos los trabajadores producir de manera planificada y democrática para satisfacer las necesidades humanas.

¡Unidos y organizados, Venceremos!


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