La política de la burguesía por golpear los derechos de la clase trabajadora en su afán por obtener mayores ganancias en un contexto de crisis económica obliga a los trabajadores a soportar las peores condiciones laborales. La seguridad privada ha sido uno de las ramas del sector servicios que han logrado un crecimiento desde el año 2005, con un 40% de crecimiento según fuentes de empresas del ramo. Mientras la acumulación de riquezas de los dueños de estas empresas se han acrecentado en los últimos 6 años, las condiciones de precariedad laboral de los trabajadores de la seguridad privada son de las peores entre el sector servicios.

Como ejemplo tenemos a la empresa “C”, donde los trabajadores de diferentes áreas se han quejado por los bajos salarios, el impago y atraso de horas extras, los cambios de horarios o la obligación de quedarse a “doblar” turno; a esto hay que sumar los malos tratos de la gerente, quien presiona constantemente a los trabajadores a través de favoritismos, acoso, cargas de trabajo y malos tratos a aquellos que “no están de su lado”; resulta irrisorio que los trabajadores saben que los ascensos se rigen por “ser barbero” con la gerente. Tal ha sido la situación que la presión de los trabajadores al área de Recursos Humanos ha logrado que se despidan a dos supervisores “cercanos” a la gerencia, que constantemente humillaban al personal y los obligaban a trabajar más de lo debido; lo que cada vez va quedando más claro es que estos malos tratos no responden sólo a los abusos de los gerentes, sino que ellos se convierten en representantes de los intereses de la empresa para hacer que los trabajadores laboremos más tiempo sin retribución alguna. En otras palabras, la salida un gerente no garantizará que las horas extras se paguen debidamente, ni que los salarios aumentarán. Por ello, la única alternativa es la organización de los trabajadores, ya quedo demostrado que bastó un simple reclamo para que se obtuviera un triunfo transitorio; ahora, la tarea es luchar por una mayor contratación de personal para evitar que sean los mismos trabajadores quienes tengan que quedarse a “doblar” turno, pero ello sólo a condición de que no exista un aumento salarial tras 6 años de no haberlo.

Por otra parte, como muchas otras empresas, “C” cambió hace algunos años de razón social, pues fue comprada por uno de los mayores grupos en seguridad privada; esto significó un enorme revés para la situación de los trabajadores, pues anteriormente varios de ellos estaban sindicalizados. Pese a que se les respetó la antigüedad, ahora los trabajadores comprenden cuan importante es la organización sindical para la defensa de sus derechos; esto queda claro no sólo para los trabajadores con más tiempo en la empresa, sino para aquellas capas jóvenes que ingresan y que viven en carne propia las condiciones de precariedad salarial.

La empresa ahora se queja de que las cosas no van muy bien, de que no hay recursos para utilidades y menos para aumentos salariales, sin embargo, las ventas no van del todo mal. La intención de los empresarios es acrecentar su ganancia reduciendo los costes de producción del servicio, lo cual se puede hacer no incrementando el salario al trabajador. Por ello, la lucha por mejorar las condiciones laborales no puede limitarse a pedir la renuncia de un gerente, ni por exigir mejores salarios, pues está claro que la empresa no pretende otorgar estas concesiones a los trabajadores. La única alternativa es buscar la unidad de los trabajadores de todas las áreas bajo un programa de reivindicaciones inmediatas que exijan la renuncia de la gerente, el pago de horas extras adeudadas, un aumento salarial de emergencia, además de la lucha por una organización sindical para la defensa de los trabajadores, y que ésta vaya de la mano con acciones conjuntas con el resto de la clase trabajadora que también está en lucha, encaminadas a la lucha política contra el régimen de explotación de la burguesía, pues sólo con la expropiación de las empresas y que éstas funcionen bajo control de los trabajadores para que todas las ganancias se distribuyan en mejores salarios y una producción planificada es como se podrán satisfacer realmente las demandas que justamente exigimos. En esta batalla, desde la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria invitamos a los trabajadores a integrarse a la lucha por el socialismo, como única garantía de triunfo de la clase trabajadora en sus luchas inmediatas.

¡Ni una sola lucha aislada más: por una huelga general de 24 horas!

¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

¡Únete a Militante y lucha por el socialismo!


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