Las profundas tradiciones de lucha en Michoacán son a todas luces incuestionables; lejos está de ser real cualquier argumento que culpe al campesinado pobre y a los trabajadores en dicha entidad del estrepitoso fracaso electoral de la izquierda en la contienda del 13 de noviembre.

Reformismo vs tradiciones de lucha

Sobre la pasada contienda electoral en Michoacán hay que señalar que el PRI resultó vencedor con tan sólo 563 mil 307 votos de un padrón electoral que en total contabiliza a tres millones 417 mil 892 electores: por su parte el PAN obtuvo en esa misma contienda 520 mil 320 votos; es decir que ambos partidos de derecha en su conjunto atrajeron menos de una tercera parte del voto michoacano.

¿Qué sucedió con las otras dos terceras parte de los sufragios? Una parte, la menor, fue para la izquierda encabezada por el PRD -459 mil 717 votos- y el resto –un millón 874 mil 548 sufragios- pararon en el abstencionismo el cual alcanzó al 45.8% del total del padrón electoral.

Una mira menos superficial de estos resultados nos puede ayudar a sacar con relativa facilidad la conclusión de que la grana mayoría de trabajadores, campesino e indígenas michoacanos no apoyaron el regreso del PRI al gobierno de su estado ni a su candidato Fausto Vallejo Figueroa. En todo caso lo que se vivió en Michoacán el 13 de noviembre pasado fue una contienda electoral en la que la mayoría no acudió a las urnas porque cientos de miles de entre los trabajadores del campo y de la ciudad no se sintieron identificados con la oferta política de la izquierda, en especial del PRD, ni tampoco se vieron representados así mismo por esta, ello sin dejar de reconocer el merito y determinación política de esos más de 450 mil michoacanos que a pesar de la inconsistencia de sus dirigentes se lanzaron a las urnas para tratar de impedir el triunfo de la derecha.

Es verdad que el abstencionismo se nutre de los sectores más atrasados políticamente de entre el campesinado y la clase trabajadora, no obstante explicar dicho fenómeno sólo a través de esta variable sería parcial e insuficiente pues, para el caso de las clases desheredadas, otros factores que están de por medio y que juegan un papel de mucho peso, y que por lo regular van tomados de la mano, son, por un lado, el enorme descredito del sistema electoral a los ojos de las masas, cuestión que en sí misma ya es un severo cuestionamiento sobre la democracia burguesa, y por otro, la falta de identificación con los partidos de izquierda.

Lejos de ser un giro a la derecha de parte de las masas, argumento con el que tratan de explicar el triunfo electoral del PRI algunos dirigentes del PRD y de la izquierda en su conjunto, lo que hemos visto en Michoacán ha sido la bancarrota total del reformismo, es decir de una política que no tiene como objetivo eliminar los privilegios de la burguesía como condición sin la cual no se pueden solucionar de fondo los problemas de pobreza, analfabetismo, insalubridad, desempleo y salarios de hambre, entre otros, que laceran las condiciones de vida de los trabajadores de la ciudad y del campo en Michoacán y todo México.

La política inconsecuente del reformismo fue la que impidió capitalizar en beneficio del PRD y la izquierda para su ratificación al frente del gobierno de dicha entidad, las profundas tradiciones de lucha de los trabajadores michoacanos y su fuerte deseo de transformación social. Y no solo ello, sino que dicha política se ha transformado en su contrario siendo el factor de fondo que ha provocado un rojo cierre  de 2011 plagado de combatividad por parte de cientos de trabajadores al servicio del gobierno del estado y de gobiernos municipales, quienes se han visto obligados a realizar movilizaciones, paros laborales y huelgas para defender sus derechos.

Ya sea por las luchas del magisterio democrático organizado en la sección XVIII del CNTE o las de los obreros de Lázaro Cárdenas  de las secciones 271 y 274 del sindicato mineros, Michoacán periódicamente es noticia nacional. Todo ello no es más que la herencia de pueblo con profundas tradiciones de lucha, mismas que fueron un de los pilares más importantes a nivel nacional para reagrupar al movimiento social de izquierda a finales de los años ochenta.  Definitivamente ese resurgir de la lucha social a nivel nacional en aquellos años, mismo que tendría como una de sus expresiones la fundación del PRD en 1989, no podría entenderse sin la decidida participación del campesinado y proletariado michoacanos.

Luchas en el sector público

Y exactamente la contradicción entre dicha tradición, misma que ha sido olvidada por la dirección del PRD, y el reformismo es la que ha hecho agua a lo largo de los 10 años de gobiernos perredistas empujando a una situación límite a una capa importante de la clase trabajadora michoacana provocando su reacción en defensa de sus derechos, a la vez de distanciar sus simpatías por dichas administraciones, agudizándose dicha problemática en este cierre de 2011. Hagamos un recuento de hechos:

  • 22 de noviembre: Estalla un paro laboral que se extiende por cinco días por parte de los empleados sindicalizados al servicio del ayuntamiento de Venustiano Carranza, Michoacán. El paro se levanta el día 27 tras el pago de dos cheques que comprendían el adeudo de las dos quincenas de noviembre de los elementos de seguridad pública municipal y bajo el acuerdo de que el día 28 se cubriría el adeudo salarial para el resto de empleados.
  • 28 de noviembre: Trabajadores de la Rectoría de las Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) realizan un paro de labores de dos horas ante el impago al personal de apoyo.
  • 30 de noviembre: Estalla paro indefinido por parte del Sindicato de Maestros y Empleados del Instituto Tecnológico Superior de Uruapan por violaciones al contrato colectivo.
  • 1 de diciembre: Los 7 mil 700 trabajadores sindicalizados del poder ejecutivo michoacanos desarrollan una huelga de brazos caídos en demanda del pago del adeudo del gobierno estatal en pensiones civiles el cual asciende a los 150 millones de pesos, los trabajadores con su acción paralizan las actividades de prácticamente toda la administración pública de Michoacán. El mismo día estalla un paro laboral entre los trabajadores de la Secretaria de Salud de Michoacán afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretearía de Salud (SNTSS) exigiendo el pago de los gastos de camino para la operatividad del programa de erradicación del mosquito transmisor de del dengue. El gasto para cubrir esa necesidad asciende a los  3.5 millones de pesos y el paro termina el 7 de diciembre con la asignación de 500 mil pesos por parte del gobierno estatal y el compromiso de que la partida restante se entregará de forma gradual siendo el día 31 de dicho mes el plazo para que la totalidad del monto sea cubierta.
  • 7 de diciembre: Culmina el paro laboral a cargo de los empelados administrativos de la Secretaría de Educación del Estado (SEE) al lograr el cumplimiento de la demanda por la que estalló su lucha: el pago del adeudo de aguinaldos. También en ese mismo día 310 trabajadores del servicio municipal de Apatzingan desarrollan un paro laboral reclamando el pago de la segunda quincena de noviembre; esa misma jornada de lucha cierra con el paro de 12 horas desarrollados por los empleados del Instituto Tecnológico de Michoacán quienes demanda la basificación de 110 trabajadores, además del pago puntual del aguinaldo.
  • 8 de diciembre: a consecuencia del impago de salarios estalla paro indefinido entre el personal administrativo y el operativo de la dirección de seguridad pública del municipio de Coahuayana, Michoacán. También ese mismo día por su parte los agremiados a la sección 21del Sindicato nacional de Trabajadores de la Secretaría de Saludo paralizan las funciones de 19 hospitales en el mismo número de municipios michoacanos correspondientes a la jurisdicción 03 con sede en Zitacuaro; demandan la renuncia de sus dirigentes sindicales y la democratización de su sección.
  • 13 de diciembre: Inicia huelga los 506 empleados al servicio del ayuntamiento de Lázaro Cárdenas, Michoacán y afiliados al Sindicato de Empleados al Servicio del Ayuntamiento. La razón que detonó la lucha es el impago de aguinaldos y de fondo de ahorro. La huelga culmina el 30 de diciembre con el pago de los adeudos de parte de gobierno municipal.
  • Por otro lado los promotores de los programas de la Secretaria de Desarrollo Rural (SEDRU) toman las instalaciones de dicha dependencia ante el adeudo de salarios de febrero a mayo hacia 35 trabajadores; como otra medida de protesta los promotores cierran el Boulevard Arriaga Rivera en la ciudad de Morelia.
  • 14 de diciembre: El sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM) emplaza a huelga a esta máxima case de estudios para el 20 de febrero próximo. Reclaman aumento directo al salario del 20% e incremento en las prestaciones del 5%.
  • 17 de diciembre: Profesores de la SEE se manifiestan frente a las instalaciones de dicha dependencia en protesta por el impago de salaria y por los 2 mil pesos que se les dio de aguinaldo, cantidad que los mentores consideran una burla.
  • 20 de diciembre: Los empleados del gobierno municipal de Acuitzio paran labores y toman las instalaciones del ayuntamiento en demanda del pago de su aguinaldo y primas vacacionales.
  • 23 de diciembre: Profesores del Telebachillerato Michoacán se manifiestan frente a la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado ante la falta de pago de aguinaldos, prima vacacional y salarios. La deuda del gobierno estatal con los profesores es de 11 millones de pesos. Ese mismo día la administración pública del ayuntamiento de Lázaro Cárdenas es obliga a cubrir su adeudo en aguinaldos y fondos de ahorro a los agentes municipales quienes amenazaron con ir a paro laboral y unirse de esta manera a la huelga de los trabajadores sindicalizados de dicho ayuntamiento.

Conciliación vs movilización

Desde inicios de sexenio Calderón arrancó una ofensiva para someter al gobierno del PRD en Michoacán, estado natal del presidente espurio, a una enorme y sistemática presión con la intención de desgastarlo para tratar de arrebatar esa entidad de manos de la izquierda y dejarla en poder del PAN. En buena medida Calderón contó como cobertura para sus planes el argumento del combate contra las diferentes bandas de narcotraficantes, siendo su primer acción de gobierno el Operativo Conjunto Michoacán, mismo que arrancaría el 11 de diciembre del 2006 por medio del cual movilizaría hacia dicha entidad cientos de efectivos de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP), la Agencia Federal de Investigación (AFI), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), la Armada de México, el Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), todo ello con el supuesto objetivo de frenar las acciones criminales de la llamada familia michoacana.

Por medio de dicho operativo, mismo en el cual el gobierno estatal, en ese entonces con Cárdenas Batel al frente, fue prácticamente borrado del mapa en las principales tareas de seguridad y justicia de Michoacán, Calderón apoyado por los medios informativos lanzó una campaña feroz de desprestigio contra la administración perredista, estimulando la inestabilidad y el malestar en la entidad. En su momento Cárdenas Batel en los hechos dejó a Calderón y su operativo con las manos libres para intervenir militarmente a Michoacán, al tratar inútilmente de conciliar con el gobierno federal pidiéndole a este último inútilmente un poco de participación en la pseudoestrategia de seguridad. En los hechos Calderón por medio del Operativo Conjunto Michoacán transformó al gobierno michoacano en algo menos que un apéndice en el combate contra el narcotráfico.

Si bien fracasó el primer intento de Calderón para arrebatar el gobierno michoacano en las elecciones del 2007, mimas que nuevamente serían ganadas por el PRD con Leonel Godoy al frente, la ofensiva del gobierno federal no cejo sino que se profundizó  ya que a aproximadamente tres años de iniciado el Operativo Conjunto Michoacán Calderón daría un nuevo paso para generar más inestabilidad en Michoacán y que al mismo tiempo fuera un golpe directo y demoledor contra la imagen del gobierno perredista. Nos referimos al Michoacanazo, operativo policial por medio del cual el 26 de mayo del 2009 fueron detenidos 11 presidentes municipales y 16 altos funcionarios del gobierno estatal, todos ellos acusados de colaborar con las actividades del narcotráfico. Para el 2010 todos los detenidos, salvo uno de ellos, habían sido liberados al no demostrarse los cargos de que se les acusaba, evidenciando dicho resultado que las detenciones fueron un montaje con el objetivo de profundizar la estrategia para socavar al gobierno perredista.

En este caso nuevamente el gobierno perredista asumió una actitud conciliadora al no hacer más allá de tibias declaraciones públicas contra el burdo montaje de Calderón.

Posteriormente, y a la víspera de las elecciones del pasado noviembre, pero muy confiado dada la inmovilidad del gobierno perredista michoacano y del PRD en general a nivel nacional, mismos que no lanzaron ninguna acción seria de defensa contra esta ofensiva del gobierno federal, Calderón se lanzó contra el sistema nervioso de la administración de Leonel Godoy y de los gobiernos municipales reteniendo, recortando e incluso eliminado una serie de aportaciones financieras de las arcas federales destinadas para Michoacán.

El efecto de dicha medida sería inmediatamente palpable: en octubre pasado, por mencionar un ejemplo, un mes antes de las elecciones, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público incumpliría con el compromiso de entregar al gobierno de Leonel Godoy una partida presupuestal de mil 805 millones de pesos, como resultado de ello 3 mil 500 empleados de la administración michoacana no cobrarían su salario de la segunda quincena de dicho mes. Esa política de ataques al presupuesto asignado al gobierno michoacano y al de sus ayuntamientos fue calificada por el PRD y Leonel Godoy como el Michoacanazo financiero.

No obstante ante este abierto acto de sabotaje la respuesta de Leonel Godoy no fue la de convocar a las masas michoacanas a movilizarse en defensa del gobierno perredista ni de de las partidas federales asignadas para el estado, sino la de simplemente interponer una demanda legal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y asunto concluido.

Tras esa medida el gobernador señalaría lo siguiente: “agoté todas las instancias posibles de diálogo para no llegar hasta esto, pero no me dejaron otra salida”. ¡Valla nivel de beligerancia el de Leonel Godoy!

En los hechos Calderón doblegó a las dos administraciones pereditas en Michoacán las cuales no opusieron ninguna clase de resistencia sería a la política de acosos y sabotaje crónicos en su contra. Tanto Cárdenas Batel como Leonel Godoy debieron apoyarse en el campesinado pobre y en especial en la clase trabajadora michoacana para frenar la ofensiva de Calderón junto con el michoacanazo financiero, pero optaron infructuosamente por la conciliación.

Lo anterior es un ejemplo cásico de la política de los reformistas que antes de llamar a pueblo trabajador a luchar, prefieren negociar con la clase dominante y sus representantes. La historia demuestra que ese tipo de negociaciones en el mejor de los casos sólo se traducen en migajas para los trabajadores y los pobres, sino es que sólo arrojan cerro resultado en beneficio de obreros y campesinos como común mente pasa. Y no sólo ello, sino que además la tibieza e inacción de los reformistas suele estimular la confianza de la burguesía y sus agentes para lanzar nuevos ataques contra el pueblo trabajador, y esta vez no ha sido la excepción tal como lo desnutra el nuevo recorte impuesto por Calderón un día después de la elecciones en el estado y a escasos tres días de la demanda legal impuesta por Leonel Godoy: el 14 de noviembre el gobierno federal recortaría otros 165 millones de pesos destinados al gastos del gobierno michoacanos. Esa sería la respuesta de Calderón ante la suplicas de Leonel Godoy para que no sigan siendo estrangulas las finanzas del gobierno estatal.

Ahora el gobierno perredista de Michoacán está teniendo que pagar aun costo muy elevado su raquítica política pues no sólo en una semanas será sustituido por el PRI en el poder, sino que además, dado que permitió que Calderón socavara las arcas del gobierno estatal y de los municipales, ahora tiene que enfrentar el malestar de cientos de empleados públicos que no han tenido otro camino más que el de lanzarse a la lucha abierta en defensa de sus derechos.

Y no podría ser de otra manera pues es imposible, dado que se trata de intereses antagónicos e irreconciliables, jugar un papel intermedio y de conciliación entre las clases sociales, la trabajadora por una parte y la burguesa por otra, como lo pretende hacer el reformismo.

Reformismo sin reformas

Y no sólo ha sido la práctica resignación de Cárdenas Batel y de Leonel Godoy frente a la ofensiva calderonista la que alejó al movimiento obrero de la izquierda partidaria en Michoacán, sino que también lo hizo la política de 10 años de gobiernos perredistas la cual en lo fundamental no solucionó nada en dicha entidad.

El reformismo niega la lucha de clases y el papel de la clase trabajadora movilizándose y haciendo huelgas para conquistar mejores condiciones de vida y de trabajo, además de no reconocer a la propiedad privada burguesa como fuente generadora de la barbarie capitalista; a cambio de ello los reformistas parten del supuesto de que la única vía para solucionar los problemas de pobreza y falta de oportunidad para las mayorías es por medio de promulgación de reformas en el parlamento y su aplicación a través del gobierno.

Sin embargo, más allá de tibios programas sociales que no solucionan nada de fondo en Michoacán, a pesar de un década de de gobiernos del PRD, la pobreza extrema aun abate a la mitad de la población, el 54.7%, y por ello nos casual el que esa entidad federativa junto con Baja California, Zacatecas y Jalisco, se ubique entre los principales estados de la república con más inmigrantes radicando en los Estados Unidos.

Y en lo que al frente laboral corresponde de forma directa, las cosas tampoco demuestran avances significativos sino todo lo contrario: en lo respectivo al desempleo la situación es verdaderamente catastrófica ya que, según datos del INEGI, éste creció de un mes a otro, entre septiembre y octubre de 2011, del  2.9 al 4.2%; es decir que de acuerdo a la Población Económicamente Activa (PEA) de la entidad –de 1 millón 844 mil personas- la cifra de entre los michoacanos buscando trabajo se incremento abruptamente de los 55 mil 300 a los 80 mil aproximadamente. Además en el caso del subempleo, de acuerdo al Colegio de Economistas de Michoacán, éste pasó del 6.4% de 2010 al 8.5% registrado entre julio y septiembre de 2011. De acuerdo a esta última institución se necesitan más de 55 mil nuevos empleos anuales para responder al crecimiento de la PEA, sin embargo en 2011 de acuerdo a los reportes del IMSS en la entidad durante este último año sólo se crearon 12 mil 282 nuevas plazas, mismas de las cuales el 41.6% son eventuales.

Los bajos salarios es otro problema que lacera a los trabajadores en Michoacán donde, como lo destaca el Colegio de Economistas, el 60% percibe entre uno y tres salarios mínimos. Esta realidad pone en una situación más que dramática a un segmento muy amplio de familias michoacanas las cuales son empujadas a la línea de la supervivencia considerando que el valor diario de la canasta básica nutricional, es decir de los alimentos mínimos que requiere una familia para no padecer hambre, es de 5.99 salarios mínimos. Y ni que decir de los miles de michoacanos que se ven obligados a trabajar sólo a cambio de propinas pero sin percibir ningún tipo de salario; tan solo en Morelia, la capital michoacana, se registran 11 mil 734 trabajadores en esa condición.

Por si todo lo anterior no fuera poco un informe de la delegación de la Secretaria del Trabajo en Michoacán destaca que durante el 2010 en la entidad el 25% de las empresas no pagaron aguinaldos; otro par de datos que destaca el informe señalan que en dicho estado sólo una tercera parte de los trabajadores participa del derecho a los servicios de salud ya sea por medio de IMSS o del ISSSTE además de que, por otro lado, nada más la ínfima cantidad de 25 empresas del total de las alojadas en la entidad cumple con la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores aprobada el 30 de abril de 2009 por el senado de la república y en la que se “obliga a las empresas a otorgar apoyos a sus empleados mediante la instalación de un comedor o con vales de papel o electrónicos; estos apoyos serán deducibles del Impuesto Sobre la Renta para los patrones que los otorguen.” (La Jornada Michoacán 28022011)

Es en esa clase de contextos en el que se enmarcas otras luchas recientes paralelas a las desarrolladas por los trabajadores del sector público, ejemplo de ello es la huelga desarrollada por los estibadores del puerto de Lázaro Cárdenas entre el 12 y 22 de diciembre pasados afectando principalmente la terminal de descarga de metales y minerales de ArcelorMittal,  propiedad esta última empresa del magnate del acero indio Lakshmi Mittal.

La huelga, misma que inició tras el impago de aguinaldos, terminó al ser reconocida una relación directa entre los estibadores y ArcelorMittal, ya no siendo mediada esta por los charros de la CROM, mismos que tenían una serie de prerrogativas que les permitía fungir como una especie de patrón y gerente sobre los trabajadores; otra condición aceptada por ArcelorMittal fue la de respetar el deseo de los estibadores por salir de la CROM y crear un nuevo sindicato u organizarse como una nueva sección del sindicato minero, además de obligar a la empresa a retirar las demandas penales interpuestas por esta contra los huelguistas, entre otras demandas de un pliego petitorio de aproximadamente 20 puntos.

Es decir lo que en Michoacán hemos atestiguado en la última década ha sido un reformismo sin reformas, pues la situación de marginación y miseria en el estado durante todo ese tiempo no varió de forma significativa como para que las masas oprimidas de la entidad pudieran percibir con facilidad avances importantes en comparación con décadas de administraciones priistas. Esta realidad es la explicación más de fondo sobre la reciente bancarrota electoral del PRD en noviembre.

Por una alternativa revolucionaria

A diferencia de los reformistas, los marxistas partimos de reconocer que no se puede tener alguna clase de avance mejorando las condiciones de vida del pueblo trabajador sin arrebatárselo a la burguesía y terratenientes; que por consecuencia la única vía posible para lograr dicho objetivo es la organización y la movilización de la clase trabajadora. Cualquier política que verdaderamente tenga como objetivo solucionar la pobreza y el atraso debe adoptar este principio básico de lucha pues no existen caminos intermedios.

En Michoacán al lado de la pobreza y el desempleo perviven las millonarias fortunas de empresarios y terratenientes: en dicha entidad el valor de la producción minera creció de los aproximadamente mil 252 millones a casi 1900 millones de pesos entre 2006 y 2010; por otro lado la participación de Michoacán en las exportaciones nacionales durante el primer cuatrimestre del 2011 se incrementaron en un 15% respecto al mismo periodo de 2010, significando ello una derrama económica para la entidad de mil 800 millones de dólares. Además, siguiendo con los ejemplos, es necesario destacar que el puerto de Lázaro Cárdenas en 2010 movilizó 850 mil 528 contenedores, cantidad significativamente superior a la de 2003 cuando dicha cifra apenas ascendió a los mil 646 contenedores, traduciéndose ello en millonarias ganancias.

A todo ello hay que agregar que Sicartsa, la mayor acerera del país, con 31 por ciento de producción nacional de acero, desde el 2006 es propiedad del monopolio más importante del planeta en ese renglón de la producción, ArcelorMittal, empresa con 310 mil trabajadores en más de 60 países. Las ganancias globales de esta multinacional en 2010 fueron de 78 mil millones de dólares.

Los anteriores son sólo unos cuantos ejemplos que demuestran que objetivamente lo único que impide que la pobreza y el desempleo sean abatidos en Michoacán, así como en todo México y el mundo entero, es la propiedad privada de empresarios, banqueros y terratenientes sobre los principales medios de vida, misma que les permite el monopolio sobre la economía y por consecuencias la concentración de la mayor parte de la riqueza.

De ahí que a la par de la acción organizada y unificada del proletariado, lo que en Michoacán hace falta es un programa de lucha en el que se llame al pueblo trabajadora a luchar por más salario, mejor educación, empleo estable, créditos blandos para el campesinado pobre al lado de precios de garantía para los productos agrícolas, por más hospitales, etcétera, explicando claramente que nada de eso se puede obtener sino se le arrebata a la burguesía y terratenientes los cuales tienen que ser expropiados para arrebatarles el monopolio sobre las fábricas, la banca, las cadenas comerciales, el trasporte, la tierra, entre otras palancas claves de la economía, para ponerlas al servicio de la sociedad bajo el control democrático de los trabajadores.

Una consecuencia natural de la política de Cárdenas Batel y Leonel Godoy ha sido la de echar en contra del gobierno perredista a un segmento importante del amplio espectro de lo que tendría que ser la base natural de apoyo de un gobierno de izquierda: al movimiento obrero michoacano, en especial a los trabajadores del sector público. Y no podía ser de otra forma pues la única vía para lograr el apoyo de la principal fuerza en la lucha de clases, el movimiento obrero, es la de ser consecuente con éste y sus demandas, cosa que no hizo el PRD en 10 años de gobierno.

Y en lo que a la lucha de clases en Michoacán se refiere, la burguesía, misma que lanzó ataques a pesar del gobierno perredista, se sentirá con mayor confianza para imponer nuevos ataques contra los trabajadores al amparo del nuevo gobierno dirigido por el priísta Fausto Vallejo Figueroa; por su parte el movimiento obrero en la entidad cierra el año de manera combativa y caliente. La conjugación de ambos factores permite pensar en que a mediano plazo veremos una importante actividad y efervescencia entre los trabajadores michoacanos.

El caso del Michoacán es una experiencia más que amarga respeto al costo político del reformismo pues si bien las masas trabajadoras hace 10 años se encargaron de expulsar al PRI del poder, ahora la estela de errores de dos administraciones perredistas consecutivas han allanado el camino para que la derecha priista regrese al gobierno con un apoyo minoritario, es decir con el voto de apenas aproximadamente del 15% del total del padrón electoral michoacano.

De la experiencia de Michoacán el PRD y los demás partidos de Izquierda, junto con López Obrador (AMLO) y Morena, tienen que sacar las lecciones necesarias. Las administraciones de Cárdenas Batel y de Leonel Godoy son una demostración categórica de que el camino no es la conciliación, sino la movilización. Se requiere un urgente y enérgico vuelco hacia la izquierda por parte de AMLO y los partidos que lo apoyan rompiendo con los empresarios y llamando a la unidad del movimiento que encabeza el candidato presidencial de la izquierda con los sindicatos y sus demandas pues se corre el grave peligro de que la derecha, muy probablemente con el PRI al frente, resulte triunfadora en las elecciones del 2012, máxime cuando se siguen cometiendo errores tan graves por parte de los gobiernos estatales bajo las siglas del PRD tales como el asesinato de dos estudiantes normalistas el pasado 12 de diciembre a cargo de los cuerpos represivos del estado de Guerrero o la imposición de una contrarreforma laboral a cargo de Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal (JLCA-DF) por la vía de los hechos y con el apoyo del gobierno perredista de la capital del país.

Los militantes de base de Morena, del PRD y de los demás partidos que apoyan la candidatura de AMLO debemos exigir por un giro urgente que diferencie claramente a la izquierda del PRI y del PAN; que vincule claramente y sin regateos la lucha electoral con la de los electricistas del SME, los empleados de Mexicana de Aviación, con los mineros en huelga y con los diferentes sectores del pueblo trabajador en lucha, y en el que abiertamente se rompa con los empresarios y con el capitalismo. Sólo de esta manera se crearía una base más solida  para movilizar a los millones necesarios de trabajadores y pobres de México suficientes para derrotar al PRI y al PAN en las próximas elecciones del 2012.

Camarada joven y trabajador únete a Militante y lucha en tu sindicato, en Morena, en el PRD y en todas las organizaciones de combate proletarias por un programa socialista para el movimiento obrero.


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