El día miércoles 9 de enero del año en curso, en un ambiente de desconocimiento total por parte de la plantilla del sindicato, se llevó a cabo la reunión para las negociaciones del aumento salarial de la sección 10 de la CTM para este 2013. Las partes reunidas en dicha junta eran tres Licenciadas del área de Recursos Humanos (que representaban a la patronal), el Jefe distrital, el delegado sindical y 13 compañeros de la plantilla que en su mayoría se enteraron de la reunión durante ese mismo día.
En vista de la demora por parte de los representantes patronales el Jefe distrital decide charlar un poco con la plantilla acerca de las demandas e inconformidades; se coloca en la silla más alta para demostrar un poco su autoridad dentro de los ahí presentes.
Demostrando de manera inconsciente su desprecio, falta de continuidad y experiencia el delegado sindical lleva el pliego en una hoja de lo más maltratada mostrándosela al jefe distrital. Con una actitud de desdeño deciden ir dejando puntos fuera (entre ellos mejores prestaciones), argumentando que sólo era revisión salarial y debíamos centrarnos en eso. No conforme con lo ya hecho deciden dejar las cosas claras, que nuestra demanda del 10% de aumento al salario era demaciado alta y que sería difícil de conseguir y más porque no estaban todos los compañeros (olvidando y dejando de lado la falta total de información hacia la plantilla). Además nos dejaron claro, hablando con el tono de un General hacia un soldado raso, que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos determinó incrementar en 3.9% el monto en los salarios y nos recalcaron que nosotros ganábamos un salario “superior” al mínimo, que por dicha situación no teníamos mucho que reclamar sino más bien conformarnos con lo que nos ofrecieran (de bruces me fui) ¡tres salarios mínimos no son suficientes para dar y darnos una vida digna, ni elimina las preocupaciones de malvivir al día¡
A la llegada de las licenciadas se dio por iniciada la junta donde alrededor de seis compañeros decidieron sentarse lejos de la mesa de negociaciones en muestra del descontento. Uno de los temas que se tocó, en el calor del descontento, fue la actitud de superioridad y agresiones de algunos trabajadores de confianza de la empresa (jefes inmediatos de la plantilla) hacia trabajadores que no puede quedarse a horas extras (no hay que olvidar que hay compañeros que tienen doble trabajo para poder satisfacer sus necesidad más básica) y, peor aún, que el pago de esas horas se ha retrasado por meses. Dentro de ese mismo contexto se debatió el suceso de un compañero que no quiso firmar la hoja de entrega de equipo. La razón era que el equipo que recibía no estaba en condiciones para su correcto funcionamiento; viendo la negativa del compañero los supervisores deciden llamar al Jefe de Mantenimiento obligándolo a firmar la hoja de entrega, poniendo en riesgo el trabajo no sólo de él sino también el personal operario y hasta la integridad de los usuarios del equipo. Así se ve cómo la salud vale menos que un día de ganancias para la empresa.
Entrando ya en el tema de la revisión salarial, de manera tajante las Licenciadas comentaron que “ni de broma el 10% de aumento en salarios sería discutido”, su oferta es del 2% y de ahí no se moverían .El jefe del distrito sindical, de manera burlona al estilo del chavo del ocho, propone el 5%, luego 3.9% y remata parafraseando “¡pues me doy!”. Dicha actitud es digna de circo pero no eran sus tristezas las que estaban en discusión.
Posteriormente se les pidió a las licenciadas que esperaran en al parte de afuera para que así, nosotros como sindicato, llegáramos a una decisión. El jefe de distrito (que actúa como “líder” de nuestro sindicato) nos recomendó que lo mejor sería fijarnos en el 3.9% autorizado. Los compañeros con cara de descontento argumentamos el alza en el precio del transporte, la gasolina, colegiaturas y de la canasta básica; dijimos que esto no era justo y mucho menos con las ganancias tan grandes de la empresa. Para bajar el ánimo, el jefe de distrito preguntó que si eso era decisión de todos, que si estábamos dispuestos a llegar al emplazamiento de huelga y a todo el proceso engorro y desgastante. Así logró el desánimo de los presentes. Se decidió apostar por el 5% y no menos.
Al regreso de las licenciadas, los trabajadores proponemos lo dicho con un juego de estira y afloja pero sin ninguna actitud seria y además de un poco de miedo. Cerramos todo en 4% por ciento directo al salario ¡Olvídate del aumento a otras prestaciones!
fecha: 15 de febrero del 2013