El sistema de salud pública ha recibido golpe tras golpe, cada gobierno en turno le ha propinado una reforma tal que los servicios son cada vez más insuficientes, con ello un trabajador común se ve obligado a tratar de solucionar sus problemas de salud por la vía privada. Pero por otro lado, los trabajadores del IMSS ven destruido su salario, prestaciones y derechos laborales en general. El gobierno de Peña Nieto mantiene esa política firme y ahora se preparan para dar un golpe más.
Ataque sobre ataque
Cada año, las revisiones laborales han dejado una estela de ataques, en el 2010 el incremento fue de 3% en salario y 3.4% de apoyo en “pago de renta”, en el 2011 se logró el 3% en salario y 2.5% en prestaciones, finalmente en el 2012 tenemos un 4% en salario y 1% en prestaciones. ¿Pueden estos incrementos solucionar las necesidades de los trabajadores? Pero a inicios de este año se ha reformado los artículos 27 y 32 de la ley del Seguro social, esto significa que un trabajador recibirá todavía menos por concepto de jubilación o pensión. Diputados, incluyendo la bancada del PRD, lo justificaron diciendo que de esa manera se evita que las empresas evadan responsabilidades. En realidad se trata de una medida más para vaciar los bolsillos de los trabajadores y llenar el de los empresarios.
De frente a la revisión del contrata los empresarios ya tienen muy definida su línea de acción para los trabajadores del IMSS. La COPARMEX lo ha puesto así Consejo Coordinador Empresarial lo dice claro “"Para reformarlo a fondo (al IMSS), los trabajadores del sindicato tienen que hacerse un serio replanteamiento de sus prestaciones y que respondan a los tiempos modernos y un compromiso de la Administración para tener mayor eficiencia”
"Ninguna empresa hoy en día que se precie de ser competitiva, ni ninguna institución podría permitirse que a los 25 años de servicio se jubilen con el 30 por ciento más de los ingresos que están ganando".
Para los empresarios el ser “competitivo” y “moderno” significa que los trabajadores debemos apretarnos más el cinturón, mientras ellos se siguen cumpliendo sus más grandes lujos a costa de la destrucción de los derechos laborales.
Una dirección de derechas y corrupta
La Dirección General del Sindical Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) está en manos de personajes de derecha que han actuado de manera totalmente antidemocrática y respaldando los ataques al salario y las prestaciones. Valdemar Rodríguez fue impuesto por Javier Lozano para un periodo de cuatro años al frente del SNTSS, del 2006 al 2010, luego, y sin hacer ningún tipo de consulta real a los trabajadores, el plazo se amplió por dos años más para terminar en 2012. Antes de que este periodo terminara se volvió a ampliar el plazo hasta el 2018. La antidemocracia y las imposiciones desde el gobierno Prianista ha reinado aquí, incluso en el congreso del 2011 se aprobó que los miembros del CEN, los representantes sindicales de las comisiones y los miembros de las comisiones nacionales serian elegidos por el mismo Valdemar. De pies a cabeza se impuso antidemocráticamente toda la estructura del sindicato.
Los problemas de salud que Valdemar enfrentó le han impedido cumplir sus ambiciosos planes. En su lugar ha llegado Vallejo Barragán, quien ha actuado de la misma forma antidemocrática que predecesor.
El sindicato contra los trabajadores
En los hechos la estructura del Sindicato sólo sirve para atacar a los derechos de los mismos trabajadores que dice defender, es la misma situación que vemos en cientos de sindicatos más. Las cuotas sindicales sólo van a parar a los bolsillos de esos representantes de derecha y a sus socios en los gobiernos del PRI y del PAN. Cuando un trabajador les pide apoyo para defenderse de los abusos laborales, la dirección del sindicato no sólo no ayuda, sino que además ataca y sanciona al trabajador que pide apoyo. Esto es lo que explica que haya cerca de 8 mil compañeros sancionados. En los hechos se trata de un ambiente de represión dentro de uno de los sindicatos más importantes en el país.
Los trabajadores no podemos renunciar al sindicato, ni podemos dejarlo en la misma situación. Debemos luchar para rescatarlo, de otra forma la historia no sólo se repetirá sino que será cada vez peor, el gobierno de Peña Nieto tiene como receta los topes salariales, la destrucción de los derechos sindicales y la privatización del aparato de salud pública.
El trabajo que debemos realizar no es el de dar la batalla directa tratando de arrebatar la estructura oficial en el sindicato. La tarea deber ser por ahora el de preparar esa batalla. Por ahora debemos hacer un trabajo hormiga, contactando de uno en uno a cada compañero que no esté de acuerdo con lo que ocurre, realizando reuniones donde discutamos la problemática en el IMSS pero además la problemática nacional e internacional, es fundamental ampliar la visión de cada compañero.
Esta tarea es fundamental y urgente porque Peña Nieto se prepara no solo para mantener a ralla los salarios y las prestaciones, sino para destruir todos aquellos pocos beneficios que conservan los trabajadores del IMSS. Pero la lucha debe ser de todo el pueblo mexicano porque además de ello la Salud Pública está en la mira de las PRIvatizaciones.