escrito por Corayma Camacho
Otro de los ataques que sufre la clase trabajadora bajo este sistema de podredumbre, es la falta de educación pública para sus hijos. Actualmente el gobierno nos dice que para hacerle frente a la globalización, debemos de prepararnos para poder obtener un trabajo “digno” y “bien remunerado”.
Pero sabemos que esto no es cierto pues cada año se niega el acceso a las universidades públicas a miles de jóvenes que no les queda otra opción que emplearse en trabajos mal pagados, sin prestaciones ni contratos. Para muestra basta un botón este 24 y 25 de Mayo se aplicará el examen de admisión del IPN, en el cual se ofertan alrededor de 20 mil 700 lugares para los más de 60 mil estudiantes que presentarán dicho examen.
Es un hecho que al igual que en años anteriores, este año miles de estudiantes quedarán fuera del nivel superior con el pretexto de que no aprobaron el examen. Si el gobierno necesita aplicar este examen en los niveles medio superior y superior, y los resultados son tan fatales para miles de estudiante que quedan fuera, entonces el problema de fondo no es la mala preparación de los estudiantes, sino la calidad de la educación que se les imparte desde los niveles básicos. Cabe mencionar que no sólo el IPN año con año deja fuera a miles de estudiantes, sino que lo mismo pasa con la UNAM, UAM, las Normales, etc.
Desde el sexenio de Zedillo, se ha venido implementando la creación de universidades tecnológicas cuya única finalidad es ofrecer a los burgueses mano de obra barata. Mientras tanto las universidades públicas sufren año con año recortes en su presupuesto, elevación de sus cuotas, y sabemos que esto tiene un fin con mira a privatizarlas y desaparecerlas.
Las universidades privadas también han ido creciendo de forma sorprendente, y muchas de ellas no cumplen con los estándares de calidad mínimos para impartir sus carreras, es decir, son universidades “patito” que su único objetivo es obtener dinero de los alumnos que fueron rechazados de las universidades públicas.
Frente a este problema los jóvenes rechazados, no debemos quedarnos cruzados de brazos sino exigirle al gobierno este derecho que nos corresponde pues son nuestros padres los que sostienen a las universidades públicas y es nuestro derecho obtener un lugar dentro de ellas.
Desde el CLEP-CEDEP invitamos a todos los estudiantes rechazados de las universidades a movilizarse con nosotros y obtener no sólo lugares en la universidad de su preferencia, sino luchar por una educación científica, pública y de calidad. Una educación destinada a los hijos de los trabajadores y esto sólo lo lograremos con la movilización, en años anteriores ya le hemos dado una muestra al gobierno de nuestra fuerza y este año sin duda lo lograremos nuevamente, y obtendremos nuevamente los lugares. Ven, organízate y lucha con nosotros.
¡¡EDUCACIÓN PRIMERO AL HIJO DEL OBRERO!!
¡¡EDUCACIÓN DESPUÉS AL HIJO DEL BURGUÉS!!
¡¡UNIDOS Y ORGANIZADOS VENCEREMOS!!