El jueves 15 de enero, miles de maestros poblanos se manifestaron nuevamente para exigir al gobierno del estado la cancelación de la “Alianza por la Calidad de la Educación” y el reconocimiento de sus nuevos representantes sindicales electos democráticamente.
Ésta es la quinta movilización que realizan los maestros de las secciones 23 y 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), desde que inició su lucha, el pasado mes de septiembre. Ahora fue durante la entrega del cuarto informe de labores del “gober precioso”, quien ha desatendido reiteradamente las demandas de miles maestros, y enfrentándose al cuerpo de granaderos y agentes de las policías estatal y metropolitanas.
La firmeza en su lucha y la combatividad de los trabajadores les llevó a romper el cerco de seguridad y lograron llegar al Congreso del Estado para exigir que el gobernador los atendiera y diera respuesta a sus peticiones, por lo que Marín se comprometió a establecer una mesa de “negociación” y a reunirse con ellos hasta el mes de febrero. Pero el movimiento de los maestros no puede confiar en la palabra del “gober precioso” que ha demostrado su servilismo a los empresarios y el gobierno espurio de Calderón. Los trabajadores sólo pueden confiar en su propia fuerza, misma que han demostrado a través de diversas movilizaciones históricas del magisterio poblano y en otros estados de la república.
La batalla que miles de maestros siguen dando, en Puebla y a nivel nacional en defensa de la educación pública, contra la Nueva Ley del ISSSTE, por la independencia, democracia y autonomía (con respecto al estado) del Sindicato Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado (SNTE) y por la salida de Elba Esther Gordillo del sindicato, es una muestra más del ascenso del movimiento de los trabajadores en nuestro país que está cimbrando las viejas estructuras del corporativismo sindical.
En Puebla, las bases han desconocido a los líderes charros y han elegido a dirigentes democráticos de las secciones 23 y 51, los cuales tienen la responsabilidad de impulsar la lucha hasta sus últimas consecuencias para echar atrás la Alianza Calderón-Gordillo-Marín y democratizar al SNTE. La dirección democrática debe vincular su lucha con la de los miles de maestros que se están movilizando en otros estados del país; unificar su lucha con la de los demás sectores de la clase trabajadora (campesinos, mineros, etc.) golpeando el mismo día, a la misma hora con una huelga general para derrocar a Calderón, Marín y los charros.
¡Abajo la “Alianza Calderón-Gordillo-Marín”!
¡Fuera Elba Esther Gordillo SNTE!
¡Por la unidad, independencia y democracia del SNTE!
16 de enero de 2009.