Los marxistas siempre hemos planteado que en última instancia las relaciones sociales y las expresiones de éstas (culturales, religiosas, políticas, etc.) están determinadas por las relaciones de producción y los intereses de clase que estas relaciones encierran en su seno.
El sistema capitalista que se basa en los estrechos límites de la propiedad privada de los medios de producción y la acumulación de capital, crea los mecanismos necesarios para satisfacer a esa clase poseedora de estos medios de producción, es decir la burguesía. Bajo este contexto vemos como la cultura y el arte se han vuelto una herramienta de explotación por parte de esta clase dominante, llevándolo al terreno de la institucionalización, creando organismos como el INAH, pero que en última instancia están al servicio de las grandes empresas.
Esta situación se ha dejado ver claramente con el proyecto de luz y sonido que se lleva a cabo en la zona de Teotihuacan, donde el mismo titular del INAH Alfonso de María y Campos ha sido uno de los principales promotores de este tipo de actividades, en este caso en contubernio con la Secretaría de Turismo del Edomex, Laura Barrera Fortoul. Éstos autorizaron la intervención de la iniciativa privada para la realización del espectáculo multimedia de luz y sonido Resplandor teotihuacano, a través del Grupo Mundo S.A. en colaboración con el Patronato Amigos de Teotihuacan, a los cuales en realidad no les interesa tanto la difusión de la cultura sino la obtención de mayores ganancias a través no solamente de la explotación sin tregua de estos sitios arqueológicos, los cuales significan un verdadero rescate histórico, sino también de los trabajadores que son explotados de manera brutal para impulsar estos proyectos.
El rescate de la cultura y de los sitios arqueológicos sin duda alguna debe ser una prioridad de la humanidad, en la medida en que esto nos permita desarrollar la investigación y el estudio de culturas pasadas, de cara a poder tener una explicación más concreta y real del desarrollo de la humanidad. Sin embargo no hacemos un fetiche de esto llamando a rescatar las culturas indígenas y todas sus costumbres, esto seria regresar el carro de la historia. Lo que sí dejamos bien claro es que mientras la cultura y el arte siga estando en manos de los capitalistas (con sus representantes en los órganos de gobierno como las secretarías de cultura, el INAH, etc.) sólo servirán para que estos se enriquezcan cada vez mas.
Tan sólo vemos cómo, por un lado, el INAH aprueba esta iniciativa con el pretexto de difundir la cultura pero, por otro lado, crea condiciones laborales cada vez peores para su trabajadores, además de que este instituto por lo menos en este periodo se ha caracterizado por el robo de grandes cantidades de presupuesto y concretamente por impulsar la política del gobierno federal, encaminada a la privatización de la cultura, la investigación y la educación.
Enero de 2009.