Atenco: La primera batalla
A finales de octubre de 2001 el gobierno de México da a conocer que construirá el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, calculando una inversión inicial de 18 mil millones de pesos, para ello también anuncia la expropiación de casi 5 mil hectáreas de terrenos agrícolas en Texcoco, esto afectaría a casi 500 campesinos de Atenco, pues ellos dedican su vida a la siembra de maíz, trigo, cebada, frijol en fin, de tal forma que de llevarse a cabo esta propuesta, arrebataría su fuente de trabajo. Los campesinos se organizaron a través el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y realizaron diversas manifestaciones de resistencia para rechazar esta iniciativa del gobierno, en este contexto en julio 2002 muere el ejidatario Josué Espinoza Juárez por los golpes que la policía estatal del Estado de México le propina durante el desalojo de las acciones de resistencia, esta batalla finalmente se gana cuando el 2 agosto del 2002 se anuncia la cancelación de este proyecto.
3 y 4 de mayo 2006
El 3 de mayo del 2006 se les impide a floricultores ambulantes colocar sus puestos en la banqueta del mercado municipal de Texcoco, “Belisario Domínguez”. Tomando en cuenta que era su único sustento de vida esto derivó en un fuerte enfrentamiento entre la Otra Campaña y el FPDT y la policía, los afectados deciden cerrar la carretera Texcoco-Lechería, durante el enfrentamiento no sólo son golpeados los manifestantes, sino también algunos periodistas que cubrían la nota, además muere el niño Javier Cortés de 14 años a causa de una bala que posteriormente se demostraría que provenía de una arma de la PFP, este día la policía entró a casas particulares y hubo detenciones de forma arbitraria.
El gobierno del Estado de México decide que es necesario tomar acciones más firmes contra los manifestantes, el 4 mayo a las 7 de la mañana comienza el denominado “Operativo Rescate” con un aproximado de 3500 elementos de la PFP, entran al pueblo de San Salvado Atenco a catear las casas particulares, ese día enfrentado a unos 300 civiles, sacando a decenas de personas de sus hogares para trasladarlos a un penal, durante el operativo hubo cientos de personas golpeadas y decenas de mujeres agredidas sexualmente.
Atenco 2006: un infierno para las mujeres que luchan
La violencia que se vivió aquel día fue brutal, de los 106 detenidos el día 4 de mayo del 2006, 47 fueron mujeres, de las cuales 30 fueron torturadas sexualmente.
El verdadero tormento se dio durante el traslado, en donde se llevó a cabo la tortura más fuerte, estas mujeres fueron golpeadas y agredidas de forma verbal y sexualmente, culpándolas de lo que en ese momento les estaba sucediendo con frases como “deberían estar en sus casas, por eso les ocurren estas cosas” con un lenguaje completamente misógino.
Cabe recalcar que la violencia sufrida hacia ellas durante el traslado al penal, estuvo completamente ligada a su condición de mujer, es decir, no es que en ese momento se les ocurriera abusar de ellas, era una clara orden anticipada de tocamientos, violaciones, etcétera, dirigida a quebrantar de cualquier forma su espíritu de lucha, todo fue parte de una estructura de represión planeada y controlada de forma sistemática.
Al llegar al penal se encontraron con las mujeres que habían sido detenidas un día anterior y las cuales habían sufrido exactamente el mismo trato. Una de las estrategias que utilizaron fue reconocer parentescos familiares, para que estos fueran testigos de las torturas hacia sus esposas, hijas o madres, otras manifestaban que como tortura psicológica se les obligó a contar chistes para que no golpearan a sus hijos.
Posteriormente del operativo ellas denunciaron ante diversas instituciones lo ocurrido, sin embargo no fue hasta un año después que se hizo un peritaje en la Procuraduría General de la Republica, dónde les hicieron el examen correspondiente, ahí mismo las peritas declararon frente a ellas que no había rastro alguno de violación física ni sexual, en ese momento aproximadamente 50 policías federales recibían un taller de derecho humanos en el cubículo de a lado los cuales hacían chistes misóginos, es claro que ellos sabían quiénes eran esas mujeres.
El gobierno siempre mantuvo la lógica de que los oprimidos habían sido quienes agredieron al Estado, y por lo tanto no tenían derechos humanos, dando a entender que se merecían esto y más.
Finalmente
El saldo de detenidos el 4 de mayo fue de 106 detenidos, 47 mujeres, 16 menores, 5 extranjeros que deportaron inmediatamente, 2 observadores de derechos humanos y 3 periodistas independientes, que sumados a los del día anterior fueron más de 200 detenidos acusados entre otras cosas de secuestro y delincuencia organizada, así como dos muertos, un niño de 14 años y uno joven de 20 años, el 5 de mayo se realizó una marcha principalmente exigiendo la libertad de los presos políticos, el entonces gobernador del Estado de México y actual presidente de México EPN en ese momento dio a conocer la posición represora y misógina con la cual llegaría al poder en 2012
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La lucha no termina
El “operativo rescate” estuvo a cargo del vicealmirante Wilfrido Robledo Madrid, quien 9 meses después de lo ocurrido renuncia a su cargo de comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) gracias al apoyo de diversas organizaciones y a la presión social. Posteriormente a un año de lo ocurrido, a doce presos políticos se les dictó sentencia formal a algunos a más de 30 y a otros por más de 60 años. A pesar del sesgo informativo por los medios de comunicación, este caso fue tan repulsivo y sucio que la solidaridad por los compañeros de Atenco no sólo se ha mostrado en todo el país, sino también a nivel internacional, las protestas han alcanzado diversos países de todos los continentes repudiando esta acción represiva y misógina, la presión social obligó en 2010 a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminara la liberación de los 12 presos políticos del caso Atenco, un triunfo histórico.
Sin embargo la lucha no ha terminado, pues los responsables de esto siguen libres. Si bien es cierto que la brutalidad de los agentes de la PFP se vio desmedida; no respetó sexo ni edad, y fue especialmente cruel con las mujeres, estás mujeres que fueron torturadas, amenazadas, violadas, obligadas a realizar felaciones, por el sólo hecho de salir a las calles a defender lo que es suyo, esto es el reflejo de la podredumbre del sistema capitalista, es el reflejo de un gobierno con miedo tratando de quebrantar la entereza de la mujer trabajadora y luchadora, dando además un mensaje a todas aquellas que se quieran organizar de que no lo hagan, pues será este el resultado, y nosotras, desde Izquierda Revolucionaria creemos que más que cualquier otra cosa, esta situación se traduce a una necesidad aún más profunda de luchar por la transformación de nuestra sociedad por una más equitativa, dónde las mujeres seamos libres de expresarnos, de trabajar, de salir a las calles de noche sin miedo para que una situación como la de Atenco no se repita jamás.
Actualmente
Las mujeres de Atenco no han dejado de luchar, continúan exigiendo justicia ante las vejaciones que sufrieron en manos del estado. A nuestras compañeras les costó 12 años de lucha para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) resolviera que el Estado mexicano fue responsable de violencia sexual y tortura que sufrieron las mujeres detenidas arbitrariamente el 3 y 4 de mayo del año 2006 por la Policía del Estado de México, otro nuevo y gran triunfo de la lucha del FDPT. Sin embargo aún falta que los responsables intelectuales y materiales estén tras las rejas.
¡Nuestras compañeras siguen en pie de lucha¡