A una semana de iniciadas las clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, una compañera fue drogada y agredida sexualmente dentro de las instalaciones de su escuela, la Preparatoria No. 3 “Justo Sierra”. Lamentablemente este ataque se suma a otros casos que estos últimos días han sido públicos, todos ellos son muestra de la violencia machista que vivimos todos los días las mujeres jóvenes y trabajadoras.
Fuera machismo de nuestras escuelas
La violencia ya ha llegado a los espacios que considerábamos seguros, como son nuestras escuelas. El semestre pasado fue asesinada la compañera Aideé Mendoza en el CCH Oriente y en el CCH Vallejo fue agredida sexualmente una compañera en la cafetería, sólo por mencionar dos ejemplos de las terribles agresiones que hemos vivido en la “mejor” casa de estudios del país.
Esta violencia se agrava ante el grado de impunidad con que son abordados estos casos. Nuestra batalla día a día no sólo es contra nuestros agresores sino también contra la violencia institucional que se ejerce sobre las victimas que valientemente hacemos la denuncia. Las y los funcionarios que se supone deben brindarnos apoyo, auxilio, orientación, salvamento y justicia son incapaces, no solamente de sentir empatía, sino que no saben cómo proceder, los minimizan, nos atacan, culpan y dan carpetazo, dejándonos a expensas de nuestros agresores y con la vida destrozada.
Lejos de dar una respuesta eficaz, brindar atención inmediata a la compañera e iniciar la investigación pertinente, el Secretario de Apoyo a la Comunidad, Enrique Medina López, trató de forma prepotente e irónica a la compañera y a su madre tras presentar la denuncia en la Dirección del Plantel al día siguiente de los hechos.
El funcionario argumentó que la compañera estaba “en estado de ebriedad y que la cubrieron para salvaguardar su integridad”. Le amenazó con suspenderla y que la llevaría a los tribunales de la Universidad, y para rematar dijo: "¿ya le contaste a tu mamá lo que andas haciendo?”
¿Pero qué tipo de funcionario es este individuo? Esto es más que indignante, la falta de empatía frente a un caso tan grave demuestra como muchos funcionarios normalizan la violencia al grado de ignorarla y pasar de largo. Queda muy claro que el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género de la UNAM es completamente insuficiente y que las autoridades no están interesadas en enfrentar seriamente las agresiones machistas y ponerse del lado de las víctimas a no ser que se vean presionados para ello.
La UNAM, inmediatamente, para cubrir su espalda, ha cesado a este funcionario. Desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes demandamos que personas así sean retirados inmediatamente de nuestras escuelas, exigimos la baja permanente de la Universidad de Enrique Medina López.
Exigimos que se investigue a fondo todo acto de violencia hacia nosotrxs y no simulación, en particular, cada caso de violencia machista dentro de nuestras escuelas y que se pongan sanciones ejemplares. Exigimos al Director del plantel, Samuel Zepeda, dejar los discursos y pasar a las acciones, esto es muy grave y supone un peligro para las alumnas tener contacto con estos agresores y quienes los solapan, por eso es muy importante dar con los culpables.
La lucha es el único camino
Reconocemos la valentía de todas las compañeras que hacen las denuncias, permitiendo con su ejemplo que se conozca lo que sucede dentro de las escuelas y que se trata de esconder, evidenciando el discurso hipócrita y falso de la Universidad diciendo que somos todo para ellos y que somos el futuro. Qué hipócritas más grandes. En los últimos dos años, el número de quejas presentadas por violencia de género aumentaron once veces (1157%), en comparación con la cantidad registrada durante los 13 años anteriores. Por eso, miles de mujeres hemos salido a las calles las veces que han sido necesarias para exigir justicia, mostrar nuestra indignación y hartazgo a esta situación.
Por su parte, los funcionarios de la Universidad, una vez más, demuestran de qué lado están, del lado de los que se sirven de nuestro miedo, explotación y opresión. Continuaremos la movilización y saldremos a las calles las veces que sea necesario hasta obtener justicia y derribar este sistema capitalista que le da vida al machismo y a las instituciones que lo amparan y que no nos dejan ser libres. Ya no contarán con nuestro silencio nunca más, miles de mujeres estamos dispuestas a dar la lucha y nos apoyamos con muchos compañeros que se solidarizan y se suman, hacemos un llamado a toda la comunidad a organizar asambleas y manifestaciones en nuestras escuelas, y llenar las calles para obtener justicia a este caso y el de todas nuestras compañeras agredidas.
¡No estás sola!
¡Ni una más!
¡Si tocan a una, respondemos todxs!