Este lunes 24 de febrero realizamos un mitin afuera del Reclusorio Oriente, en el contexto de la 1ª Audiencia sobre el caso del taxista violador serial que operaba en la zona de Iztapalapa, cerca del metro Constitución 1917, del cuál fue víctima una de nuestras compañeras.
Después de un año y dos meses del ataque, hemos mantenido una campaña constante denunciando todas las omisiones al proceso, las irregularidades y principalmente el machismo institucional que corroe cada una de las instituciones del Estado, incluyendo las que deberían procurarnos justicia.
Machismo Institucional
Durante este periodo, se perdió de vista la carpeta de nuestra compañera, el primer policía de investigación omitió el protocolo de aspectos fundamentales como es el recorrido inmediato con la víctima para identificar las cámaras públicas y privadas y extraer los videos que hubieran sido de mucho valor para dar con el criminal rápidamente. Gracias a la presión política, se designó a un nuevo agente para la investigación, sin embargo, ya era tarde para recuperar los videos.
Muchas pruebas fueron aportadas desde nuestro trabajo independiente, ninguna otra carpeta del resto de victimas esta tan completa, esto demuestra la falta de eficacia de las instituciones, pero también la importancia de la acción organizada de la comunidad, para poder dar con el criminal. Una prueba más de esto se pudo observar en el caso de la niña Fátima, quien su tía y no la policía, fue la clave para la detención de sus feminicidas.
Este proceso nos ha dejado aún más claro que el machismo institucional es el más peligroso de todos, porque ha permitido que la violencia hacia la mujer haya llegado a un nivel terrible como el feminicidio de 10 mujeres al día en nuestro país, la impunidad ha enviado el mensaje a los agresores de que pueden hacer con nosotras lo que quieran y hoy estamos viviendo las consecuencias de años de esa política, sumado a que los mismos magistrados, jueces y policías en muchos casos son los mismos agresores, como el emblemático caso de Mariana Lima.
Este lunes, denunciamos todo el tortuoso camino que debimos recorrer, especialmente, nuestra compañera. También hablamos sobre el acoso en las escuelas, que parece menos grave que el feminicidio, pero es el camino empedrado a una vorágine de violencia. Explicamos nuestra postura frente a la coyuntura en la UNAM, cómo las demandas son totalmente justas y debemos seguir con el movimiento, pero ampliándolo democráticamente a toda la comunidad.
En el transcurso del mitin, también planteamos la necesidad de combatir las agresiones de todo tipo y pusimos como ejemplo lo que sufrió recientemente otra de nuestras compañeras al intentar defender a una mujer mayor de la discriminación y los ataques machistas de una pareja (madre e hijo) en el metro Bellas Artes. Al intentar levantar la demanda ellas resultaron detenidas por riña, mientras el agresor se burlaba frente a los policías. Un caso despreciable de la actitud machista de supuestos servidores públicos.
Fuera la derecha de nuestras luchas
También denunciamos el oportunismo de la derecha al intentar montarse en la convocatoria del 9M a un paro llamado “Un día sin nosotras”, explicamos la hipocresía de partidos como el PAN que son un freno para la legalización del aborto ocasionando con ello miles de muertes pero ahora intentan con lágrimas de cocodrilo hacerse pasar por feministas, sin embargo, más allá de la indignación el riesgo es que intentan copar el movimiento llenándolo de consignas vacías y abstractas, disolviendo el movimiento organizado, llamando a quedarnos en nuestras casas como si no existiéramos. Frente a esta treta de la derecha, nosotras llamamos a realizar un Paro o Huelga política acompañada con movilizaciones en las calles y acciones de propaganda que permitan desarrollar la conciencia en torno a este problema tan grave y extender el movimiento en defensa de una vida digna y libre de opresión para las mujeres trabajadoras, jornaleras, maquiladoras, campesinas, indígenas y todas sus hijas e hijos; pues somos nosotras, las mujeres de familias empobrecidas, trabajadoras y humildes, las que más padecemos los abortos clandestinos, las muertes maternas, los feminicidios, desapariciones, precarización laboral, discriminación, etcétera, y no las mujeres empresarias que ahora divulgan sus videos de "sororidad con la causa feminista", hemos sido muy contundentes con nuestro discurso durante el mitin y lo somos en las acciones ¡Fuera la derecha del movimiento feminista!
No es un problema moral, es capitalismo
Finalmente hemos llamado a AMLO y Morena en su conjunto a romper con las cúpulas de poder si quiere realmente combatir la violencia de género, este problema no es moral, no se solucionará en las cuatro paredes del hogar, es un problema social que tiene sus raíces no sólo en el neoliberalismo como AMLO lo afirma, sino en el capitalismo que origina y genera montones de degradación, corrupción e impunidad. Para realmente solucionar el problema tendríamos que comenzar depurando todos los niveles de las Fuerzas Armadas, las policías, las instituciones, empezando por las de justicia. Pero también tendría que romper con los empresarios que pregonan el sexismo y la mercantilización del cuerpo de la mujer. Se tendría que combatir las redes de trata e investigar a fondo quienes están involucrados, pues sabemos bien que no se trata de simples criminales, sino de políticos y empresarios los que en muchos casos están detrás. Así como aplicar un programa contundente de creación de guarderías, refugios, comedores, lavanderías, y garantizar empleo digno y decoroso a cada mujer humilde del país, lo demás son sólo buenos deseos y más gasolina para la derecha.
Después de poco más de dos horas de audiencia, la jueza a cargo ha pedido un plazo de tres días para la entrega de su decisión sobre como deberá continuar el proceso. Existe un riesgo mínimo a que sea en libertad del detenido, no escatimaremos esfuerzos en conseguir una pena ejemplar para este y otros criminales y con ello lograr mandar un mensaje: Nuestras vidas importan y sólo podremos defenderlas con la lucha unida y organizada del pueblo.
Llamamos a todas y todos, a las organizaciones, a los familiares de víctimas, a las y los trabajadores, a solidarizarse una vez más con esta causa y conseguir así un violador menos en las calles.
¡Queremos vivas a todas las mujeres, no más feminicidios, no creemos en sus leyes!
¡Los feminicidios no son hechos aislados, sin crimenes de Estado!
¡Ni una menos, vivas nos queremos!