El segundo examen de ingreso al IPN fue un triunfo del movimiento estudiantil. En el año 2005 los jóvenes que formamos parte del Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), junto con otras organizaciones, llevamos a cabo el Movimiento de Estudiantes no Aceptados, el cual logró, además de lugares en la UNAM, que el IPN realizara un segundo examen. En este año 2016 las autoridades educativas eliminaron arbitrariamente este examen bajo el argumento de que la totalidad de los lugares ofertados se cubrieron con el primer examen, datos que la misma institución no ha querido dar a conocer.
En el año 2013 el Politécnico registró 97 mil aspirantes para el examen de ingreso a nivel superior, sólo aceptó a 24 mil. En 2014 alrededor de 90 mil jóvenes realizaron el examen, la institución sólo aceptó 22 mil, 2 mil lugares menos que el año anterior. Para 2015 la cifra de aspirantes fue de 87 mil 789, sin embargo el Instituto sólo aceptó a 23 mil 349.
En mayo de este año 101 mil jóvenes presentaron el examen de ingreso al Instituto Politécnico Nacional (IPN) para el nivel superior, la cifra de los estudiantes aceptados se desconoce dado que la institución no la dio a conocer. Esta cifra de aspirantes es la más alta que ha registrado el IPN en su historia, sin embargo la matrícula estudiantil no se ha incrementado e incluso ha disminuido. Por tanto este es el año de mayor cantidad de jóvenes rechazados del IPN.
Es lo mismo que vemos en otros servicios públicos como hospitales, transporte, etcétera, simplemente no hay inversión y gracias a eso la infraestructura es incapaz de dar servicio a las miles de personas que lo piden. Como en todos los casos la única alternativa es luchar y obligar a que el gobierno nos de los derechos que los jóvenes nos merecemos. Esta lucha permitió que el segundo examen de admisión al IPN le abriera las puertas a por lo menos 6 mil jóvenes más. La reciente eliminación de este examen deja fuera a esos, por lo menos, 6 mil estudiantes. Se trata de una afrenta más a la educación pública en nuestro país y obedece a la política educativa que desde hace años los principales organismos monetarios internacionales intentan aplicar.
En este año el IPN ocultó los datos de ingreso más básicos, ni un solo informe. De hecho el IPN nunca explica cuántos jóvenes de nuevo ingreso provienen de vocacionales y cuantos de privadas, cuantos, tampoco ofrece datos sobre la calificación de los exámenes. Todo ello serviría para saber la manera en que actúa dentro del IPN, pero ellos ocultan todos los datos. Hipócritamente el gobierno de EPN “evalúa” a estudiantes y profesores, como los pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), mientras que su gobierno e instituciones no pueden ser evaluadas y mucho menos son transparentes en sus cifras y manejos. En realidad detrás del ocultamiento de datos del IPN se encuentra el hecho de que las autoridades educativas están pavimentando el camino a la privatización de la educación pública.
Desde el CEDEP hacemos un llamado al estudiante politécnico, al estudiante universitario y a los estudiantes, hijos de trabajadores en general, a sumarse a la lucha por la defensa de una educación pública, gratuita, científica y de calidad.
