Desde mediados de Julio el mundo entero ha sido testigo de una nueva ofensiva del Estado de Israel, apoyado por el imperialismo norteamericano y europeo, contra la Franja de Gaza so pretexto de la desaparición de tres jóvenes israelís a principios de Junio atribuidos al grupo rebelde de Hamas. Más allá de las justificaciones para la destrucción y el asesinato de cientos de palestinos, muchos de ellos niños que no han podido huir de los ataques, lo que queda claro es la hipocresía y el silencio del imperialismo mal vestido de democrático que permite esa barbarie sin el menor recato.

En el mundo entero la empatía y solidaridad con el pueblo palestino no se han hecho esperar, desde los primeros ataques contra la Franja de Gaza, ya ha habido centenares de concentraciones masivas pidiendo el cese al fuego. Nuestro país no ha sido la excepción, todo lo contrario se han desarrollado un par movilizaciones y mítines importantes, que deben continuar exigiendo el cese al fuego, pues aunque ha habido una tregua temporal con los primeros intentos de acuerdos, hoy 7 de agosto en las negociaciones de paz ya ha habido declaraciones de Israel por exigir el desarme de Hamas a lo que se ha negado rotundamente la delegación de Palestina. Ello no es un elemento menor, pues Israel ha usado el asunto de Hamas para justificar todos sus ataques argumentando que "en todo palestino hay un terrorista". Ejemplo claro de ello han sido las aberrantes declaraciones de Ayelet Shaked, diputada israelí del ultraderechista Hogar Judío, que declaro que “detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no podría atentar”¹.

El silencio del imperialismo y de sus principales representantes a nivel mundial no es ninguna casualidad, por el contrario responde no solo a sus intereses depositados en Israel como cabeza de playa en todo Oriente Medio, sino también a la completa empatía de la política de muerte impulsada por Netanyahu, primer ministro israelí. Por supuesto que los miles de jóvenes que nos hemos y seguiremos movilizando alrededor del mundo contra el asesinato de miles de palestinos, no somos terroristas, ni árabes, ni antisemitas como algunos pretensiosos han tratado de presentarnos. Por el contrario somos miles de jóvenes y trabajadores que sentimos en carne propia las políticas de miseria y hambre a las que nos empuja la burguesía a nivel mundial, sin importar religión o nacionalidad.

Desde el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), no reconocemos el problema en la Franja de Gaza como un problema religioso entre sionistas y musulmanes, ni nacional entre israelís y palestinos, sino como un problema del capitalismo que solo tiene miseria y muerte para el mundo entero. Por ello llamamos a los jóvenes no solo a exigir el cese a la ofensiva contra Gaza sino junto a ello al fin de las hostilidades sobre Palestina. No es suficiente poner fin a los bombardeos sino también al acoso, hacinamiento y miseria a la cual han sido sometidos el pueblo trabajador palestino. Por ello como estudiantes hijos de trabajadores llamamos a solidarizarnos con el pueblo palestino y a movilizarnos contra la masacre orquestada por la burguesía israelí y apoyada por el imperialismo mundial.

¡Exijamos que nuestras escuelas, universidades, el gobierno local y federal se pronuncien contra la masacre en Gaza!

¡Contra la ofensiva en Gaza, incrementemos las movilizaciones para frenar la masacre!