Este no es el único ataque que las autoridades del plantel dejan pasar por alto, pues en febrero del año pasado se suscitó también un ataque con petardos, quema de mobiliario y cuatro estudiantes lesionados. Es claro que las autoridades universitarias utilizan a estos grupos para reprimir la organización y movilización estudiantil que busca defender los derechos que corresponden a la educación pública. Esta es una estrategia bien conocida que se ha implementado en muchas otras escuelas en periodos de auge del movimiento estudiantil, la cual resulta bastante efectiva, pues logra amedrentar a los jóvenes e inhibe la organización y protesta por los derechos que les han sido arrebatados.
Desde el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública rechazamos cualquier acto de represión que atente contra la organización y movilización de la juventud, creemos ahora más que nunca, que hemos visto jornadas realmente sorprendentes, en la necesidad de que los compañeros del CCH Naucalpan, y en general el movimiento estudiantil se organice permanentemente formando comités por escuelas, solo así pueden hacerle frente a las acciones reaccionarias por parte de las autoridades y sus grupos afines. La lucha organizada no solo debe ser la base para el repliegue de esta clase de parásitos que amedrentan a la juventud, sino también la base para que nunca más un joven sea amedrentado.
¡Alto al fomento, financiación y beneplácito de los grupos porriles en la UNAM!
¡Unidos y organizados, les venceremos!