Obviamente las autoridades, que son conscientes de este gran problema, no hicieron mucho hasta este periodo de inscripción, cuando se aglomeraron organizadamente estudiantes de todos los semestres a exigir un lugar; sin distinción alguna todos estuvieron inscritos en menos de una hora. Este resultado es gracias al trabajo fue propagandístico que el CEDEP lanzó desde el primer momento, el resultado fue que muchos compañeros estudiantes estuvieron completamente de acuerdo con la consigna que se lanzó: Luchemos por más Intersemestrales y contra el índice de deserción.
A pesar de lo anterior somos conscientes de que las cifras de deserción e irregularidad son provocadas por problemas mucho más amplios. Hay deficiencias académicas desde el bachillerato que se hacen más agudas al entrar a la carrera, el horario mixto (usualmente de doce horas) por semestre, el tiempo de traslado de casa a escuela, enfermedades crónicas, problemas familiares y la desmotivación propiciada por motivos sociales o desmoralización promovida por algunos profesores de la misma FQ, tratando de aquejar su reprobación a la falta de capacidad o de interés del alumno, desconociendo los motivos de su bajo rendimiento, los altos costos de materiales y alimentación (¡simplemente el costo de una comida corrida en la cafetería es de 50 pesos!) además de que a los profesores no se les incentiva económicamente (decíamos ya que por un curso de este tipo se les paga aproximadamente 95 pesos por hora en contraste con los 45 mil pesos quincenales que recibe el director de esta facultad), entre otras cosas.
La lucha por Intersemestrales es una muestra pequeña de cómo las demandas estudiantiles y académicas pueden ser resueltas y ganadas. La educación es un derecho por el que debemos luchar; en el pasado otras generaciones dieron la batalla por mantener a la Universidad pública. Sin esas luchas la posibilidad de estudiar nos sería negada a la mayoría de estudiantes hijos de trabajadores.
Es a las nuevas generaciones a las que nos corresponde luchar por una Universidad que siga estando al alcance de los hijos de los trabajadores pero que además sea de calidad. Como hemos visto con la lucha de intersemestrales la organización y lucha sirven para lograr solucionar las demandas más sentidas de nuestra comunidad. ¡La lucha sirve! ¡La lucha sigue!