Mientras que en Francia ya se avanza rumbo a las 32 horas laborables a la semana, en México apenas estamos luchando por las 40 para el sector formal de la economía. Lamentablemente, la propuesta lanzada por la diputada morenista Susana Prieto, está siendo boicoteada por su mismo partido. Es claro que Morena privilegia las alianzas con las cúpulas, como con Carlos Slim, quien desde su grosero privilegio y con absoluto desconocimiento de la realidad obrera, señala que en vez de bajar la carga a 40 horas “es mejor que los mexicanos trabajen más y ganen más”.

La aprobación sería un avance para todos los trabajadores del sector formal. Sin embargo, para las mujeres es una lucha que permitiría desahogarnos de la doble o hasta triple jornada laboral, que aún recaen principalmente sobre nosotras. Podemos analizar los beneficios identificando las desigualdades de género que persisten.

Por un lado, se encuentra el tiempo que las mujeres destinan a los cuidados de personas dependientes ya sea de niñas, niños, personas adultas mayores, con diversidad funcional o enfermas. De acuerdo con el INEGI, del total de personas que se dedican al cuidado, el 75.1% son mujeres y únicamente el 24.9% son hombres. Con todo, es tal la carga laboral que, por ejemplo, existe un promedio de 3.5 horas al día que los infantes de entre 6 a 11 años se tienen que quedar solos en casa, con los riesgos y falta de acompañamiento que ello implica.

El tiempo y valor de los cuidados se ha empezado a contabilizar también por INEGI, indicando que el promedio anual del valor económico por persona de las labores domésticas y de cuidados realizado por mujeres se estima en 77,192 pesos anuales, en tanto que el de los hombres equivale sólo a 31,844 pesos. Lo anterior es resultado de que las mujeres dedican más tiempo al trabajo no remunerado e incluso en total las mujeres trabajan 6.2 más horas a la semana (sumando horas en trabajo externo y el doméstico). Si bien en el trabajo formal hay más hombres trabajando, en el trabajo doméstico, ellas dedican 39.7 horas y ellos sólo 15.2 horas.

Ante ese panorama, es común que las mujeres salgamos del trabajo formal para dedicarnos al cuidado del hogar y de los hijos, pues las extensas jornadas laborales más los tiempos de traslado no nos permiten congeniar ambas cosas. La diferencia es que mientras con el trabajo formal se cotiza y se cuenta con prestaciones, en el doméstico no existe retribución ni económica, ni profesional ni de seguridad social. La realidad es que somos las mujeres quienes estamos siendo las más explotadas en el sistema capitalista. Es urgente que podamos trabajar menos horas en vez de abandonar la formalidad. La problemática es aún peor para las madres jefas de familia no pueden desertar ni del trabajo remunerado ni del no remunerado.

Más allá del tiempo de cuidados a personas dependientes, también en México se encuentra la realidad sobre la disparidad de los cuidados en las relaciones de pareja. De acuerdo con INEGI, mientras que para las mujeres la carga de trabajo doméstico aumenta al casarse, para los hombres disminuye. Nosotras estamos solventando las deficiencias del sistema capitalista y machista a costa de profesionalizarnos menos y/o de dormir menos.

Para rematar, es preciso conocer la brecha salariar que existe por género, es decir, la diferencia que existe entre el salario de los hombres y las mujeres. Como se puede observar en la gráfica, aunque tengamos el mismo grado académico, los hombres siempre ganan más. Ello implica que adicional a nuestro trabajo formal tengamos que desgastarnos sumando otras alternativas de ingreso.

Al mismo tiempo que el sistema nos somete a esta doble opresión, su doble moral nos exige, ser madres ejemplares, ser buenas parejas, ser buenas trabajadoras, dejar todo limpio y reluciente, etc. el costo es nuestra salud física y mental, las mujeres adultas somos al menos por 2 puntos porcentuales más propensas a la depresión que nuestros compañeros. La lucha por las 40 horas es crucial para nosotras.

Desde Libres y Combativas decimos ¡No a las pretensiones del señor Slim y del resto de capitalistas de Coparmex avalados por el PRIAN! ¡No a la derecha vestida de guinda e infiltrada en Morena! ¡Basta de conciliación y paz social, los sindicatos deben convocar a la movilización! Lo que exigimos son mejores condiciones salariales con menos horas de explotación al mismo tiempo que el Estado debe garantizar el acceso a guardería, comedores, lavanderías, etc. Para asegurar una plena liberación de la mujer de tanta opresión machista y capitalista

Estadísticas de cuidados:

https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2023/ENASIC/ENASIC_23.pdf

Estadísticas de brecha salarial:

https://www.eleconomista.com.mx/economia/Brecha-de-genero-mismo-nivel-de-estudios-ingresos-hasta-40-menores-20230728-0042.html

Estadísticas de uso del tiempo:

https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enut/2019/doc/enut_2019_presentacion_resultados.pdf

https://www.inegi.org.mx/contenidos/productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/integracion/sociodemografico/mujeresyhombres/2007/MyH_2007_5.pdf?fbclid=IwAR3KZ4GmnE8ntconJ_MHyVEzGrfw2y99DUWolJ1_zo7LDzj9rE_mtRBDh_U

Simulador de valor económico:

https://www.inegi.org.mx/app/simuladortnrh/


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