El presupuesto para 2020 que ha presentado el gobierno federal, es el primero de la llamada cuarta transformación. Las prioridades para el próximo año en cuanto a los egresos del Estado serán seguridad, rescate a Pemex y Comisión Federal de Electricidad, y combate a la pobreza, a través de todos los programas sociales ya establecidos.
Sin duda alguna, muchas de las medidas y propuestas planteadas por este gobierno, marcan una diferencia importante con respecto a cómo se han empleaban los recursos en las administraciones anteriores. Hay una intención de distribuir mejor los recursos, orientándolos hacia los sectores más pobres a través los programas sociales. Sin embargo y a pesar de las buenas intenciones, la mejor distribución del ingreso está lejos de acabar con la pobreza y la desigualdad social, para ello necesitamos acabar con la explotación y el sistema que la reproduce.
El gobierno de AMLO intenta administrar la crisis del capitalismo, una crisis heredada de los gobiernos anteriores y que amenaza con recrudecerse en el contexto de una nueva recesión internacional, sin embargo, este gobierno más que romper con la lógica de la economía capitalista, mantiene los privilegios de las clases más ricas; banqueros, empresarios, etc.
La lógica del mercado, siempre busca mantener la estabilidad financiera, lo cual significa meter liquidez a la banca, y mantener los pagos de deudas, y en el presupuesto de 2020 estas medidas se mantienen, reflejando así las contradicción de este gobierno de querer mantener los privilegios de los empresarios y al mismo tiempo mejorar las condiciones de la población más pobre, la reciente insurrección en Ecuador nos ha mostrado claramente la imposibilidad de conciliar entre los intereses financieros y los intereses del pueblo.
El paquete económico del próximo año está proyectado en función de un crecimiento de entre el 1.5 y 2.5 por ciento del PIB para el próximo año, pero esto depende en gran medida de la situación internacional, que se calcula complicada con la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el Brexit, la ralentización de la economía china, etc. Esta proyección también parte de la apuesta de elevar la producción petrolera, sin embargo, los precios del barril de petróleo también son muy volátiles y no dependen del gobierno mexicano, sino de la gran situación de inestabilidad en el medio oriente y el intervencionismo imperialista. Otro aspecto de los ingresos tiene que ver con una mejor recaudación fiscal y la austeridad en el gasto del gobierno, estos dos últimos aspectos son los que sí puede controlar el gobierno y está enfocando sus esfuerzos hacia allá. El gobierno de la cuarta transformación es muy optimista en cuanto a la mejora en la obtención de los ingresos, sin embargo, no hay una garantía de ello y la compleja situación económica empeora cada día, por esta razón el Fondo Monetario Internacional, menos optimista, plantea una rebaja en la perspectiva de crecimiento para México, calculándolo solo en un 0.4%, muy cerca del estancamiento, del que ya tuvimos evidencia en los trimestres anteriores.
Más presupuesto a la educación y salud pública
Dos de los aspectos que son muy importantes para la clase trabajadora tiene que ver con garantizar una educación pública gratuita y de calidad, así como servicios de salud gratis para todos los trabajadores del campo y de la ciudad.
En estos dos rubros existe un aumento del presupuesto, sin embargo, son totalmente insuficientes, en relación con las necesidades que existen. En educación se lleva a cabo un aumento de solo el 0.5%, ascendiendo a 807 mil 305 millones de pesos, es decir, mil 538 millones más que en 2019. Esto es importante si tomamos en cuenta que los últimos cuatro años, el sector educativo ha tenido serios recortes, llevando al punto de la quiebra económica a más de una decena de Universidades Públicas. Sin embargo, resulta insuficiente para cumplir la reforma al artículo tercero en el que se platea la obligación del Estado a garantizar la educación desde nivel básico hasta superior.
Por otro lado, el 98% de los recursos para educación se destina a gasto corriente, es decir, a pago de nómina, consumo y otros servicios, la mayoría de este porcentaje se destina a sueldos de altos funcionarios, como los rectores o los secretarios estatales de educación que llegan a ganar más de 190 mil pesos mensuales. Sí bien existe la necesidad apremiante de aumentar el presupuesto a la educación a un 10 % de PIB, otro aspecto importante es el manejo democrático de este, que garantice escuelas de calidad y en buen estado (especialmente después de los sismos de 2017), comedores gratuitos para todos los estudiantes, transporte gratuito, laboratorios bien equipados…
Las principales universidades del país recibirán un aumento presupuestal para el próximo año: UNAM recibe mil 538 millones de pesos más que el año pasado, el IPN 655 mil millones, UAM recibiría 300 mil millones más, así como mil millones de pesos destinados al programa “Universidades para el Bienestar”, que es otra propuesta de AMLO para tratar de garantizar el acceso a la universidad del cien por ciento de los jóvenes que lo soliciten.
El sector salud recibirá un aumento de 4 mil 332 millones 449 mil 252 pesos con respecto a 2019, beneficiando especialmente al rubro de prevención y combate a las adicciones con un incremento de 30 millones 171 mil pesos. El IMSS tendrá un aumento de 78 mil 603 millones 626 mil pesos, mientras que el ISSSTE recibirá 26 mil 120 millones 210 mil pesos más que el año pasado.
Todos estos aumentos van en concordancia con uno de los programas más importantes del gobierno que es la creación del Instituto de Bienestar. En nuestro país los servicios de salud históricamente han sido muy deficientes, teniendo casos aberrantes como la muerte de recién nacidos por contagio de bacterias en los mismos hospitales, la falta de medicamentos para enfermedades mortales y epidémicas como la diabetes en donde México tiene el primer lugar a nivel mundial, o situaciones en las que mujeres paren en los pasillos o afuera de los hospitales por no ser recibidas a falta de camas. Es decir, existe una precariedad tremenda en cuanto a los servicios de salud. A esto se suma el reciente chantaje de la principal compañía farmacéutica proveedora de medicamentos, PISA, que, en su intento por mantener la inversión gubernamental exclusiva de parte del gobierno, provocó el desabasto de anticancerígenos en los hospitales públicos. Mientras siga existiendo la economía capitalista y las grandes empresas que se enriquecen con la enfermedad de las personas haciendo de la salud un negocio, por más apoyos que existan, esta industria seguirá actuando en favor de sus intereses sin importar la salud de millones.
Seguridad
La creación de la Guardia Nacional, ha sido una de las prioridades de López Obrador, y el presupuesto para 2020 refleja esto muy claramente, ya que el rubro de seguridad es uno de los más beneficiados teniendo un aumento del 6.3 por ciento, con un total de 59.2 millones de aumento. Esto resulta alarmante si lo comparamos con el 0.5 por ciento de aumento a la educación.
En México existe un gran problema de inseguridad, que nos ha llevado a una emergencia nacional, sin embargo, más armas o más militares no resuelven el problema, más aún si estos organismos no han sido depurados y dentro de ellos se mantienen los elementos corruptos y criminales que muchas veces han sido los protagonistas de los crímenes, se han coludido con el narcotráfico o han pasado a ensanchar sus filas. Un ejemplo, claro de combate al crimen organizado han sido las policías comunitarias y los grupos de autodefensa, es decir, deben ser los mismos pueblos organizados democráticamente, quienes se deben de encargar de la seguridad de sus territorios, y al mismo tiempo incrementar más el presupuesto a educación, disminuir la jornada laborar para distribuir mejor los puestos de trabajo y aumentar el salario, de manera que existan menos necesidades para buscar una forma de vida en el crimen organizado.
PEMEX
Una de las apuestas más importantes del gobierno federal, es la reactivación de Pemex, para la obtención de recursos para el Estado. Dada esta situación se prevé un aumento del 5.2 por ciento para Pemex y CFE, es decir, 48 mil 500 millones más que el año pasado, siendo que la paraestatal petrolera recibirá 42 mil millones de pesos más que el 2019 y la CFE estaría recibiendo 6 mil 200 millones de aumento. Hay una apuesta clara hacia Pemex, principalmente para la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, lo cual está generando luchas importantes contra este megaproyecto que dañaría considerablemente al medio ambiente de la región.
Este aumento es importante para AMLO, ya que cumplir la proyección de ingresos para el próximo año de 6.2 billones de pesos es fundamental para poder cumplir con todos sus compromisos sociales, pero hay otra vía. Ante la catástrofe ambiental y el grave daño a nuestro territorio, necesitamos tomar una vía que no apueste a la construcción de más megaproyectos de muerte, sino a la expropiación de las industrias que ya existen, a la generación paulatina de otras más amigables con el medio ambiente, pero todas bajo la administración directa de los trabajadores y en beneficio de todo el pueblo y no para enriquecer a empresarios transnacionales que sólo nos despojan de nuestras comunidades, envenenan nuestros ríos, consumen nuestros recursos y explotan a nuestra gente a cambio de una promesa de modernidad que nunca llega.. Desafortunadamente este es un tema descartado en el gobierno de AMLO, quien no pretende arrebatar a los empresarios lo que nos pertenece al pueblo, porque somos nosotros quienes lo trabajamos.
Sin duda hay un cambio en cuanto a la distribución de los recursos con respecto a los gobiernos anteriores, pero todos estos aumentos por un lado son insuficientes, y por otro, se mantienen dentro de los márgenes de la economía capitalista, la cual se basa en la explotación del hombre por el hombre y en las desigualdades sociales. Este presupuesto puede servir como paliativo temporal para la pobreza, pero no soluciona el fondo del problema.