Cada día, incontables personas en el mundo son empujadas fuera de sus países a causa de la pobreza y violencia; la ACNUR (ONU) estima que, en los últimos 10 años, se ha duplicado el número de personas en situación de migración forzada a 78.5 millones. En América existe un tránsito continuo de sur a norte, donde Estados Unidos ocupa el primer destino, seguido de México y Canadá. En estos trayectos, las personas encuentran pocos lugares de respiro, como lo es el albergue Casa Tochan en México, que les brinda asesoría legal, atención médica, psicológica, talleres, entre otros; nuevamente es gracias a la solidaridad del pueblo trabajador que existen estos espacios y es aquí donde algunos de sus habitantes contaron sus historias:

“me dijeron que no me preocupara, que ellos me podían recibir y me recibieron. Gracias a Dios… no sé qué tan bueno es Dios: y aquí estoy en Tochan.”

Este espacio sostenido básicamente por donaciones de la sociedad, recibe a migrantes canalizados de PCR, la FGR, judicaturas, otros albergues o que “tocan a la puerta”.

Los últimos episodios de represión por parte de la GN, policías y autoridades migratorias, violando derechos humanos a migrantes, demuestran como las leyes y acuerdos internacionales en el papel, no sirven de nada en la realidad. Además, refleja la lógica devastadora del sistema capitalista, la crisis económica profunda ocasionada por sus políticas y la crisis sanitaria por COVID, la cual sirve de pretexto para que EU niegue asilos. En estos días, hay 12 mil haitianos varados en la frontera norte de México y 40 mil migrantes en la del sur:

“por mi familia, por mis hijos, para salir adelante... Es como una obligación. De que, si uno es pobre en nuestro país y ya no haya ninguna solución, la única solución es: llegar a Estados Unidos. Como el dólar vale bastante en nuestro país…”

La política migratoria del Estado mexicano siempre ha respondido positivamente a los intereses y condiciones que impone el imperialismo estadounidense, por la dependencia económica y el tanque de oxígeno que representan los connacionales que viven en EU. Así, para mantener a los migrantes lejos de EU, México cambió, sin modificar la ley, los lineamientos de la visa por razones humanitarias pasándola a un documento regional; por otra parte, la expedición de todos los documentos migratorios para personas en peligro, asegurándoles menos riesgos, está saturada.

“Gracias a Dios yo no sufrí lo que son las vías del tren… de Chiapas para acá. ¡Nada! Yo, como ya estaba con la residencia permanente…Ya mejor agarré un camión.”

En general, la migración forzada en México proviene de países asediados por el imperialismo de EU: la concertación de golpes de estado, gobiernos militares, sus intereses con el narcotráfico, trasnacionales, etc.

“Hay un error en la política de Honduras. La corrupción completa, porque cuando estuvo Zelaya y le hicieron el golpe de estado… todo iba bien, hasta que llegó el presidente Porfirio Lobo. Ahí fue un caos por que empezó a meter presos a los narcotraficantes que estaban con los del chapo. Empezó a bajar la economía, el trabajo, se alteró mucho la delincuencia, la extorción, más muertes. Y desde entonces, va empeorando… Y supuestamente si gana las elecciones, el presidente de ahorita. Se va a poner como dictador… Ahorita hay ¡Demasiada pobreza!... las inundaciones de los huracanes. ¡Demasiada gente en las calles!... la ciudad ya no es una ciudad si no, un pueblo de bajos recursos, la gente viviendo en carpas, casas de nylon. Créame que es feo.”

Actualmente gobierna Juan Orlando, quien mantiene, a pesar de sus vínculos con el narcotráfico, la protección de EU.

“Cuando agarraron a un cómplice del hermano del presidente, cayó a la cárcel de máxima seguridad en Honduras, y adentro lo mataron. Lo acribillaron a tiros… fueron las maras. Y dicen que el presidente [lo] mandó matar. Porque [tenía]… copias de unos textos que tenía el presidente, y unas fotos que salía cuando se escapó el chapo. El chapo fue a refugiarse al departamento de Copan, “la ciudad de los narcos”, pero ahorita es una ciudad fantasma, porque los Valle, los García, los Chilisos, todos, están presos en Estados Unidos.”

Pero estos arrestos sólo sirvieron para colocar a otros capos:

“Los policías no arrestan a los mareros, porque los mareros les pagan renta. Para que no vayan a molestar a los puntos de drogas, una muerte o algo.”

Y esta situación a nivel nacional, se reproduce en lo cotidiano: 

“donde nosotros vivíamos, controlaba la mara 13. Entonces empezaron unos problemas meses antes del… reclutamiento [por] los integrantes de pandilla en la colonia. ¡La ciudad! Es la que está más poblada por los mareros… Empezaron a estar amenazando y amenazando y como el rollo de nosotros era salir a pistear, a andar así al cine, al parque; empezaron a andar queriéndonos meter el temor: “los vamos a matar si no se integran”. Dejaron de molestar como un mes. Pero… en ese transcurso… habían planeado hacer bien las cosas, de darle la muerte a mi amigo, y… dar un ejemplo para que nos enteráramos de lo que es la mara, [de] lo que nos iba a pasar a nosotros. Y después del sepelio… llegaron dos tipos. Y nos amenazaron: “Tienen dos horas para que lo piensen”. Pues no lo pensé ni dos horas, cuando al día siguiente ¡Ya salí! Camino hacia lo que es el “sueño americano”, supuestamente.

Pero la amenaza continúa en territorio mexicano. En el 2008, la CNDH informó de presencia marera en 23 de los 32 estados; ahora la situación se ha agravado:

“Me encontré a unos de los tipos de ellos. ¡Y no hombre! Me dio miedo, porque si me siguieron esa vez. Y tuve que salirme, dejando votado todo. Todas mis cosas. Mi trabajo, es lo que me decepciona. Pero igual, yo puedo salir adelante.”

La violencia está presente a lo largo de los trayectos migratorios.

“[En Honduras] Del lado de la costa, lo que es Cortez, Ceiba, Colón, todo eso, si miras inmigrantes, extranjeros de Venezuela, Colombia, Haitianos, Chilenos, Nicaragüenses, Panameños, Costarricenses ¡Ahí va ir de todo! Porque… es el paso de ellos, cuando entran: al sur del país: Gracias a Dios. Para salir a Agua Caliente, por Guatemala. ¡Se miran! bastantes y no crea que los van a recibir “así” ... hace poco estuvo un haitiano acá, que nos contó: el pasó por honduras y… sólo entraron a la frontera… los asaltaron. Y a uno de ellos lo violaron. Son cosas feas, que quedan en la mente de uno na’mas pa’ olvidar.”

La creciente migración africana hacia América también se enraíza en la violencia estructural generada por el sistema, para dominar a la clase trabajadora desde el miedo y represión: “La delincuencia es lo que más fluye, es como que fuera agua”

“[En África] El terrorismo está ¡Peor! son, los que andan fregando al gobierno y matando a las personas. Él me enseñó videos, donde hincan al niño, mujeres y todo. Los matan: familias enteras. Sólo porque no quieren integrarse. Muere demasiada gente, diario.”

A todo esto, se debe destacar el apoyo que la clase trabajadora presta, individualmente o desde la organización social, a personas en situación de migración forzada. Así, la clave está en la solidaridad internacional de nuestra clase y la acción conjunta contra la opresión.

“Si [las personas de mi país] se unieran, pudieran [sublevarse] al presidente, pero él tiene comprados a los militares… si hay una revuelta: tienen orden a matar. Y ya no se puede hacer eso… Si en cada país hubiera un gobierno que no fuera corrupto, [se] superarían. [Buena] economía, no tuviera pobreza [ni] delincuencia. Pero, lo que yo creo: es que esto de los migrantes jamás va a parar.”

 Mientras sean los Estados burgueses y el gran capital quienes manejen la vida de los trabajadores, la migración forzada aumentará y las personas en esta situación sólo podrán decirse:   

“¡Qué Dios los acompañe, no pierdan la fe nunca! Porque, con la fe en Dios, nunca cae rendido uno. Por muchos tropiezos que uno tenga en el camino. Él nos pone pruebas…, nos pone tormentas, para hacernos más fuertes. Para situaciones más fuertes todavía que nos esperan. Para [quien] esté en este lugar así, y espera subir pa’ arriba pues, que Dios los bendiga y los proteja…”