La migración se ha asimilado a la vida social, desgraciadamente no nos sorprende; que una persona salga de su lugar de origen para arriesgarse por un buen empleo se interpreta como si fuera natural, en medio de los desprecios actuales del imperialismo y las necesidades de los países en desarrollo. No obstante, los migrantes cargan con los peores males del capitalismo: el desempleo, la represión de los Estados derechistas, la automarginación, pero más que nada la extrema pobreza y el cinismo de las burguesías nacionalista. A los regímenes actuales no les ha importado realmente el bienestar de quienes recorren el territorio mexicano para cruzar a EEUU, o si les respetan sus derechos humanos.
Indemnización a los familiares de los 53 trabajadores migrantes caídos en Texas
El lunes 27 de junio, reportaron el hallazgo de 46 personas muertas y el traslado de 16 sobrevivientes a hospitales de la ciudad de San Antonio, Texas; fueron encontrados en un tráiler, sobre una zona poco transitada (a 250 km de la frontera entre EEUU y México), donde sufrieron asfixia. El miércoles 29, los descensos se incrementaron en el hospital del condado de Bexar. No se sabía la nacionalidad de algunos de ellos; pero se emitió una lista inicial de los trabajadores migrantes en el accidente: 22 mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños. Fueron tres sujetos detenidos debido al “tráfico de personas”; y hacia el final de la semana se contaban 53 muertos. De enero a junio de este año han muerto 493 migrantes en su ruta por cruzar hacia EEUU.
Debemos enmarcar las predisposiciones gubernamentales en el mundo ante los inmigrantes como una falta de perspectiva en los regímenes frente al nuevo orden económico entre China-Rusia e Irán y la India de cara a las inversiones en África, y el declive de EEUU. Ya algunos líderes capitalistas están tomando medidas desesperadas: El viernes 24 de junio, 37 inmigrantes subsaharianos murieron en Nador, la frontera marroquí con Mililla, porque fueron víctimas de una andanada de policías por órdenes del dictador de Marruecos. Se contaron 150 heridos de miles que intentaban cruzar la frontera huyendo de la guerra, del hambre y la violencia. La Unión Europea y el Papa no han planteado precisamente nada al respecto porque están muy ocupadas trabajando por la paz en Ucrania contra Rusia. Desgraciadamente, la pasividad de los partidos de izquierda no hacen nada por los migrantes en el mundo, todo lo contrario: los desdeñan o perfilan su política cómodamente con los regímenes de derecha.
Amnistía para los migrantes en espera actual
A unos días de la tragedia en Texas, la Corte Suprema estadounidense aprobó la cancelación del programa “Quédate en México” concedido por Donald Trump en su momento, que comprometía al gobierno mexicano a procurar la estancia de migrantes centroamericanos en la frontera para arreglar su ingreso legal hacia los EEUU. Este resiente episodio en la tragedia de los trabajadores migrantes significa un verdadero punto de inflexión ante la nueva política estadounidense: el gobierno de J. Biden refleja la profunda crisis en la que está entrando EEUU frente a los giros a la izquierda en los gobiernos sudamericanos.
La idea de “América primero” en su versión más rancia se mostrará a través de medidas como la deportación masivas, que tendrá consecuencias al gobierno mexicano en el corto plazo. Mientras, alimentar el chovinismo y el racismo entre la población, trastoca a la clase obrera estadounidense, lo cual ya conlleva a una oleada de perjuicios contra la comunidad hispana en EEUU. Si reactivan las expulsiones, deportarían a los que cobran algún tipo de ayuda estatal; y pedirán más requisitos para obtener el visado, además de deportar a todos los ilegales a lo largo de los estados sureños.
Diplomacia hipócrita de Biden
Seguramente, las órdenes estipuladas por Donald Trump no se cancelaron del todo, y no hay que olvidar la reconstrucción del muro fronterizo con México; y no se cerraron los campos de internamiento, aunque puede ser que les cambien el nombre; porque en los últimos años se ha criminalizado a los migrantes. El “Make America great again” tomará otro sentido ahora que la economía del mundo se perfila hacia un orden más plural con China a la cabeza y Rusia e Irán en marcha. Lo cierto es que de alguna manera J. Biden debe ser más “diplomático” contra el giro que se está celebrando hacia la izquierda por América Latina. Esto convierte a México en el intermediario de la falsa y forzada diplomacia entre EEUU y Sudamérica.
En el pasado, los gobiernos alentaban la emigración de mano de obra, porque generaba competencia y promovía la estratificación de la clase trabajadora. Ahora todo eso ha cambiado: las políticas antimigratorias son más agresivas. Fomentar la emigración sólo conviene a las burguesías nacionalistas de países expulsores… como Centroamérica y otros países sudamericanos. Quienes pagan las vejaciones y con la vida son los trabajadores.
Ahora, el gobierno de AMLO se adapta a las políticas de “tolerancia” frente a la diplomacia intransigente estadounidense y retiene a los migrantes provenientes de Centro y Sudamérica. Desde Izquierda Revolucionaria hacemos un llamado a conformar comités obreros y cooperativas en provincia para ayudar a los migrantes: ¡¡¡Evidenciamos la actitud hipócrita de la derecha prianredista. Denunciamos los abusos y corrupción en la burocracia del Instituto Nacional de Migración, del Ejército y exigimos cárcel a los “coyotes”. También demandamos ante la Comisión de Derechos Humanos un trato digno a los indocumentados hispanos en los EEUU. Movilicemos los frentes sociales a favor de los migrantes. Por una organización combativa y con un programa socialista!!!