Las elecciones del próximo 4 de junio en el Estado de México tienen una trascendencia histórica para las familias trabajadoras, la juventud, las mujeres, los indígenas y campesinos de la entidad. Después de más de 93 años de ser gobernado por el priismo más rancio y represor, en la idiosincrasia clientelar más mafiosa y abusiva, y de una burguesía parasitaria y corrupta, se abre la posibilidad de derrota electoral; más aún, de profundizar la crisis del PRI al grado de augurar su extinción.  

Edomex la segunda entidad más productiva del país

El Estado de México cuenta con el electorado más grande del país: 12,247,064, o sea, el 13.1% de la lista nominal nacional. Cuenta con 125 municipios, es la zona conurbada a la CDMX y es la segunda economía más importante del país, al aportar más de 8.5% del Producto Interno Bruto nacional, según los datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Actualmente cuenta con 113 desarrollos industriales. Los municipios que concentran el mayor número de parques industriales son Tlalnepantla de Baz, Cuautitlán Izcalli, Toluca, Tultitlán y Ecatepec de Morelos.

En estos operan más de 1,900 empresas dedicadas a la producción de diversas mercancías como autopartes, equipo de transporte, componentes diversos, además de la industria química, fábricas de bebidas y alimentos, entre otras.

Es contradictorio que en una entidad tan productiva y desarrollada el 42.5% vivamos en pobreza y 8.28% en pobreza extrema. A estos datos añadimos que la población vulnerable por carencias sociales alcanzó un 20.9%, mientras que la vulnerabilidad por ingresos fue de 10.1%. Los principales gastos corrientes de los hogares fueron alimentación (41.5%), transporte (19.6%) y vivienda (10.8%).

Las principales carencias sociales del Estado de México en 2020 fueron: acceso a la seguridad social, a servicios de salud y acceso a la alimentación. La tasa de desempleo llega al 4.46% y la tasa de informalidad laboral es de 56.8%.

El promedio de escolaridad es de educación básica, nivel secundario, y la tasa de analfabetismo de en 2020 fue 2.89%, del cual 33.3% correspondió a hombres y 66.7% a mujeres.

El 2.42% del total de la población del Estado de México habla alguna lengua indígena, las más habladas son Mazahua (111,433 habitantes), Otomí (102,604 habitantes) y Náhuatl (79,365 habitantes).

Exponemos todos estos datos porque sobre ellos el priismo ha basado su dictadura en el Estado, castigando duramente a las y los oprimidos de la entidad, obligándonos a la migración interna y externa, arrojándonos a las garras del crimen o condenándonos a una vida indigna.

¿Qué ha significado el PRI para las familias trabajadoras?

Vivir en el Edomex para las mujeres trabajadoras es sobrevivir. Somos la entidad con más feminicidios en el país, a pesar de que siete de once municipios tienen doble alerta de género por sumar la desaparición y trata de personas. Durante el gobierno de Del Mazo, se sumaron 733 feminicidios, mientras en 2017 se habían registrado 70 casos, en los años posteriores la cifra se duplicó.

Ante esta situación se ha declarado alerta de género en 11 municipios: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec de Morelos, Ixtapaluca, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco Solidaridad. Sin embargo, esto no ha cambiado en nada la situación, todo lo contrario, la violencia ha aumentado en cifras y crueldad, de ahí que casos tan emblemáticos para la lucha feminista vengan de estos municipios como el caso de Diana Velázquez y Mariana Lima.

Por otro lado, la clase trabajadora vive grados delincuenciales de terror; es la segunda entidad, después de Guanajuato, con mayor índice en homicidios, constantemente ocupa el primer lugar en robo con violencia y lesiones dolosas a nivel nacional; el segundo lugar en secuestro, extorsión, robo de vehículo, robo a transeúnte y robo en transporte público. 

Para aderezar más nuestra tortura, la explotación en los centros industriales es el pan de todos los días, la jornada promedio de un trabajador en el Edomex es de 10 horas diarias, recibiendo salarios de miseria, que se combina con viajes a nuestras casas en un transporte concesionado de mala calidad, inseguro y corrupto; terminando con la postal de nuestras colonias descuidadas, faltas de todo tipo de servicios públicos como limpia, drenaje, agua, alumbrado, electricidad, deportivos, casa de cultura, escuelas dignas, bibliotecas públicas, etc. 

Para rematar y terminar el día, convivimos con un sistema administrativo, político y judicial de lo más corrupto, donde la juventud constantemente es criminalizada y juzgada por la policía, siendo presa de infinitas violaciones de derechos y abusos policiales, donde lamentablemente muchos terminan pagando “multas” que no son más que extorsiones “legales” para que no te arrojen a las filas de inocentes en las cárceles acusados de delitos que jamás cometieron.

¿Cómo ganar las elecciones y con qué programa?

Por todo lo anterior, para la clase trabajadora las elecciones de junio no son cualquier cosa: son una posibilidad de cambiar esta barbarie y estamos dispuestos a dar la batalla hasta el final para no sólo ganarle al PRI en las urnas, sino también para sacarlo de los pueblos, de las comunidades, de las colonias y de la estructura estatal.

De ahí que no podemos tener ni un ápice de confianza en la ventaja que Morena tiene del PRI en las encuestas; se pueden ganar las elecciones, pero esto no será suficiente para que las condiciones de vida cambien para las masas mexiquenses.

Incluso el aventajamiento en las encuestas es utilizado por la dirección de derecha de Mario Delgado para dormirse en sus laureles y no hacer nada contundente para realmente barrer al PRI del Estado, se conforma con las alianzas y los acuerdos en las cúpulas, incluso abre la puerta a priístas o mafiosos oportunistas como Antorcha campesina para sumar votos.

Esto es un total error, desde la visión de la burocracia se impulsará la idea de “para qué hacer una campaña militante y combativa, y enarbolar un programa que reivindique las demandas más sentidas de la población si ya ganamos”. Además, se explota al máximo, de manera oportunista, la figura de AMLO ante un personaje tan gris como Delfina. Estos burócratas saben la autoridad que tiene AMLO y Morena, y están tan conscientes de la necesidad tan urgente que tenemos de sacar a la derecha, que harán una campaña floja carente de lucha y de programa.  

Sin embargo, el priismo moverá todo su arsenal y no dudamos que serán unas elecciones peligrosas y violentas, para ello necesitamos al pueblo organizado, con la habilidad de autodefenderse masivamente contra estos criminales. Las y los trabajadores de a pie sabemos muy bien que no tenemos nada ganado y que incluso tenemos que dar la batalla porque Morena se base en el pueblo para ganar las elecciones y no en los acuerdos copulares con los priistas y con las mafias del Estado, sino todo lo contrario.

Estas elecciones tenemos que ganarlas en las calles, basándonos en la organización y politización popular en las colonias y comunidades, con métodos democráticos que involucren a las comunidades no con clientelismo o negociaciones; exigimos romper toda alianza con gente corrupta y asesina como los antorchistas. Demandamos la unidad con el pueblo, no con la mafia chapulina que también es responsable de las condiciones en que el pueblo mexiquense vivimos.

Nos dirán que el enemigo es muy grande y fuerte, pero el pueblo organizado es más grande que toda esa mafia. Además, la forma de verdad atraer la confianza de los votantes es siendo congruente, romper con todos los corruptos y no aliarse con ellos. No, mil veces no: por más que nos traten de convencer de que “es ser estratégicos”, si todo el aparato estatal del Estado de México está podrido, pues que se vayan todos y que se dé paso al pueblo, que como dice AMLO: el pueblo es mucha pieza y que muy bien puede gobernar y gestionar esta sociedad.

También nos dirán que no podemos cambiar en unos pocos años casi un siglo de martirio priista, pero efectivamente si se deja la estructura estatal podrida intacta y no se transforma de raíz basándose en el pueblo movilizado para construir uno nuevo con funcionarios del pueblo, honestos, revocables y democráticos, jamás podremos cambiar las cosas, ni en un año, ni en seis, nunca. Y lo único que veremos son migajas que sólo atenuarán un poco nuestra vida miserable, pero que no solucionarán de fondo las cosas. Entonces, sí, lo que necesitamos en el Estado de México no son unas lecciones normales; necesitamos al pueblo en pie de lucha, movilizado y organizado.

No será sólo con reformas como lograremos un cambio de fondo, sino con medidas como la expropiación y la nacionalización. Cómo puede ser que la población de una de las economías más importantes del país viva en pobreza, esto sólo demuestra la desigualdad tan enorme de este sistema.

Para ganar las elecciones y ganar a nuestra lucha a los sectores vacilantes, a los desanimados, a los despolitizados, a los desorganizados, a los que tienen miedo, a los que de seguro tratarán de comprar, necesitamos levantar un programa que reivindique lo siguiente:

  • Depuración de todo el aparato estatal, el Edomex es un ejemplo claro de que no se puede gobernar el Estado tal cual como está, sino que debes transformarlo radicalmente.
  • Ni una más. Reconocer la gravedad de los feminicidios: necesitamos resultados concretos. Por eso demandamos empleo digno para cada trabajadora, con jornada de 40 horas, prestaciones y sindicalización; un plan de inversión y creación masivo de lavanderías, comedores y guarderías públicas; acceso a todas a una educación pública, digna y gratuita; basta de justicia machista, exigimos la depuración de todas las fiscalías y castigo a todos los elementos, desde policías hasta jueces y fiscales que revictimizan y continúan perpetrando su machismo a través de la justicia patriarcal.
  • Basta de criminalizar a la juventud, queremos acceso real a la escuela pública, garantía de un empleo digno al finalizar nuestros estudios, mejoramiento de nuestros barrios y detención de todos los criminales que envenenan nuestras colonias con la droga.
  • Un plan de creación y rescate de parques, gimnasios, bibliotecas, centros de recreación, casas de cultura totalmente públicos, dignos y gratuitos.
  • Creación de más escuelas públicas, desde básica hasta posgrado, en cada municipio, tomando en cuenta que tenemos zonas rurales e indígenas, queremos educación respetando nuestras comunidades originarias.
  • Basta de transporte concesionado. Exigimos transporte público, digno, con tarifa accesible, con personal capacitado y sindicalizado, todo esto a cargo del Estado, no más rutas privadas, no más mafia del transporte. Creación de vías para ciclistas.
  • No más industrialización desmedida y naves industriales que sólo traen consigo contaminación, desmonte y desplazamientos forzados. Preservemos y rescatemos las áreas protegidas e impulsemos campañas como la de los compañeros de Atenco que han denominado Manos a la cuenca donde se rescata el Lago de Texcoco.
  • Un plan de rescate del campo.
  • Creación de empleos dignos, estables y sindicalizados. Eliminación de la precariedad laboral, no más
  • Inversión en infraestructura en nuestras colonias y comunidades: alumbrado, drenaje, agua potable, pavimentación.
  • Visibilidad de las problemáticas y derechos de las comunidades indígenas, no más migración forzada, ni discriminación.

banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa