De acuerdo al gobierno y la burguesía la crisis económica actual del capitalismo es cosa del pasado pues según los mensajes emitidos por FeCal este nuevo año (2010) será el de la recuperación económica, generación de empleos y prosperidad para los mexicanos; sin embargo los hechos demuestran lo contrario pues desde el segundo semestre del año 2009 e inicio de este año ya hemos sido victimas de los aumentos desmesurados de la mayoría de productos básicos. La carestía es un mecanismo mediante el cual los burgueses y su gobierno les cobran los platos rotos por la crisis a las familias trabajaras.
Tan sólo para finales del 2009 varios productos tuvieron un incremento substancial en cuanto a sus precios que alcanzaron un aumento hasta del más del 90%, como el caso del azúcar, esto último de acuerdo a cifras dadas a conocer por el propio Banco de México. Por su parte la Profeco señala que entre el 29 de diciembre del 2009 y el 14 de enero pasado, se incrementaron los precios al menudeo de 37, es decir el 45%, de las 82 frutas y verduras que monitorea semanalmente. Por ejemplo el precio del kilo de productos de consumo popular como el ejote verde durante esa lapso pasó de los 14.90 a los 34 pesos, una diferencia de 19 pesos misma cantidad que implica un aumento del 128%; y por su parte el kilo de calabaza italiana fue de los 12.30 a los 23.80 pesos, significando ello un alza del 93%.
Pero no sólo el alza de los productos básicos afectará los bolsillos de los trabajadores, si no otros servicios tales como la vivienda obrera para la cual se ha anunciado a principios de este año que el Infonavit aplicó a los obreros con créditos un incremento de su deuda que en términos reales será del 11%.
Otro de los aumentos que se ha dado es el de la gasolina que este a su vez ha sido la causa de muchos aumentos a las tarifas de transporte y de manera indirecta a los precios de los productos básicos. Ernesto Cordero, secretario de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), advirtió que el precio de la gasolina seguirá subiendo de manera gradual. El funcionario destacó que se pretende que el precio alcance la referencia internacional, es decir la de Estados Unidos donde el costo oscila en los 9 pesos por litro; actualmente, en nuestro país, el litro de gasolina se vende en 7 pesos con 88 centavos. Cosa más absurda pues si hacemos una comparación de los salarios entre ambos países estos son desproporcionales: mientras que en México el salario mínimo actual por una jornada de ocho horas es de $57.46 pesos (es decir 4, 52 dólares) en Estados Unidos, de acuerdo al incremento definido en diciembre pasado, el salario mínimo por hora de trabajo es de 7.25 dólares, (es decir 91.88 pesos) Ello quiere decir que un salario mínimo en suelo yanqui equivalente a una jornada de ocho horas alcanza un monto convertido en moneda nacional de 735 pesos mexicanos diarios, es decir 677 pesos mas al día de lo que obtiene un obrero mexicanos que gana salario mínimo.
Otro aumento al que ya nos enfrentamos es el del boleto del Metro en el caso de la Ciudad de México el cual es del 50% al pasar el precio del boleto de dos a tres peso, mientras que el resto de impuestos y servicios que cobra el gobierno capitalino se incrementan en promedio 5.5%. Se trata de una política desafortunada por parte del gobierno capitalino del PRD que encabeza Marcelo Ebrard, el cual de este modo intenta compensar los serios ajustes y recortes de presupuesto que le ha impuesto el gobierno de Calderón. Marcelo Ebrard tiene que cambiar de política pues los millones de capitalinos que votaron por el PRD lo hicieron esperando medidas diferentes a las impulsadas por los gobiernos del PAN y a la del PRI. Es por ello que el gobierno del DF tiene que ser consecuente con la gente que lo votó y en todo caso llamar a la movilización a los millones de trabajadores capitalinos para obligar a Calderón a incrementar significativamente la parte correspondiente del presupuesto federal destinado al gobierno de la Ciudad de México.
Los objetivos del gobierno federal en turno es llegar a una meta inflacionaria de 3%, sin embargo, este cálculo fue aplazado hasta finales de 2011, ya que las modificaciones fiscales (como un aumento del IVA del 15 al 16%) que entraron en vigor en 2010 y los aumentos en algunas tarifas y precios de servicios públicos provocarán un alza de precios de hasta 5.25% durante este año, según el Banco de México.
Es claro que aquellas promesas que hizo Fecal en su campaña sobre una supuesta “mejoría en la calidad de vida” de la población fue la farsa más absoluta; por el contrario durante su gobierno no ha sido capaz de evitar la escalada de precios; además no sólo ello sino que en lugar de generar empleos ha destruido cientos de miles de estos, para muestra sólo mencionaremos el caso del SME sindicato para el cual cierre de Luz y Fuerza del Centro se tradujo en más de 40 mil despidos dejando de esta manera más pobres a los pobres.
Es claro que los trabajadores ya no soportan esta difícil situación y los dirigentes tienen que ponerse a la cabeza de las protestas o corren el riego de ser rebasados por las bases; en ese sentido la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) ya prepara movilizaciones contra el alza de precios y exigirán al gobierno federal un incremento salarial de emergencia, según anunció Francisco Hernández Juárez, de la presidencia colegiada de esta central obrera, quien dijo que las negociaciones contractuales serán por aumentos de 10 por ciento a los salarios.
Mientras tanto el pasado 4 de enero miles de transportistas de carga y de pasajeros ya dejaron sentir su descontento ante las alzas a gasolinas y diesel mediante el paro y bloqueo de carreteras en estados como Puebla, Hidalgo, Veracruz y Nayarit. De seguir las cosas igual es muy probable que este acto sólo sea el anticipo de acciones mayores y similares a las de inicios del año pasado cuando los paros y los bloqueos de carreteras se extendieron a prácticamente todo el país.
Es claro que el alza de los precios en la canasta básica y en la gasolina no sólo incrementará los índices de pobreza en el país, sino que además puede generar estallidos y reacciones sociales debido a la cada vez mayor inconformidad de la población ante la política económica del gobierno federal. La desesperación se incrementa cada día y los trabajadores ya no soportan más las condiciones a las que los está condenado el capitalismo.
La única manera de poder resolver estos problemas de precariedad es la lucha unificada de los trabajadores por un mundo socialista que no genere carestía ni pobreza. Somos los trabajadores los que generamos la riqueza y debemos de ser nosotros los que gocemos de la misma más no los parásitos banqueros y empresarios que sólo se roban el producto de nuestro trabajo. Debemos de poner un alto a este gobierno espurio que sólo llegó al poder a representar los intereses de la burguesía y que para ello ha pisoteado nuestros derechos más elementales. La única manera de lograr esto es organizándonos y luchando contra esta clase parasitaria para quitarles lo que nos pertenece y definir nosotros el rumbo de nuestra vida.
Las demandas de las familias trabajadoras para luchar firmemente contra la carestía de la vida son:
- Aumento salarial de emergencia del 100%.
- Por un salario mínimo de 9 mil pesos.
- Escala móvil salarios-precios.
- Empleo estables para todos.
- Reducción de la jornada de trabajo a 6 horas sin reducción de salario ¡Qué el trabajo se distribuya entre todas las manos disponibles¡
- Congelación y reducción inmediata de precios de medicamentos, alimentos, transportes, gasolinas, gas doméstico, tarifas eléctricas, ropa y calzado, útiles escolares y todos aquellos productos y servicios vitales para la condiciones de vida de los trabajadores del ciudad y el campo.
- Subsidios y créditos blandos para los campesinos pobres y elevar con ello la producción de alimentos.
- Precios de garantía para los productos agrícolas.
- Eliminación de toda clase de intermediaria y coyotaje.
- Eliminación del IVA y de todos los impuestos contra los pobres y por un sistema fiscal que tenga su principal base en la burguesía, sus fortunas, sus propiedades y sus privilegios.
- Nacionalización de los monopolios comerciales y del transporte.
- Nacionalización de la tierra.
- Nacionalización de las fábricas y de la banca.
- Por una huelga general que obligue a la burguesía y su gobierno a retroceder en todos sus ataques.
- Por el derrocamiento de Calderón y la instauración del una democracia obrera.
Para combatir con mayor solidez a la carestía de la vida impuesta por FeCal y los empresarios es necesario unificar estas demandas a las del resto de sectores en lucha tales como, por ejemplo, el SME movilizándose al lado de este sindicato demandando la anulación del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro. Debemos organizar en cada barrio, en cada colonia, en cada ejido y en cada poblado comités de acción contra la carestía de la vida, convocando a los vecinos para desarrollar asambleas en la que evaluemos la problemática y definamos las medidas a tomar para movilizarnos en las calles por nuestras demandas, además de impulsar acciones que permitan crear órganos de coordinación regional, estatal y nacional integrados pro representantes democráticamente electos que organicen la lucha en esos niveles. Por su parte AMLO y PRD junto con los sindicatos tienen que apoyar la lucha de esto comités llamando a sus militantes de base a integrarlos y potenciando las movilizaciones y demás acciones que se convoquen
Compañero trabajador únete a la Tendencia Marxista Militante y lucha en tu sindicato y en el PRD por un programa socialista contra la carestía de la vida y la explotación capitalista.