El próximo domingo iniciarán formalmente los procesos electorales previstos para este 2011 para elegir gobernador de los estados de Guerrero (el 30 de enero), Baja California Sur (el seis de febrero), Coahuila, Estado de México y Nayarit (el 3 de julio) y finalmente Michoacán (el 13 de noviembre.

Los comicios se presentan como el banderazo de salida para las elecciones presidenciales que nuestro país vivirá en un año y durante el cual todas las fuerzas políticas entrarán en serias confrontaciones, una de ellas este domingo próximo.

En el estado de Guerrero se disputarán el puesto de gobernador dos coaliciones, la encabezada por el priísta Manuel Añorve Baños, “Tiempos Mejores para Guerrero”, muy cercano colaborador al gobernador del Estado de México (Edomex), y la encabezada por el ex priísta Ángel Heladio Aguirre Rivero, “Guerrero nos Une”, primo de Añorve y amigo cercano de Enrique Peña Nieto.

Esta última alianza engloba a los partidos PRD, PT y Convergencia, sin embargo por la vía de los hechos esta alianza se ha extendido hacia el PAN con la declinación del candidato del PAN, Marcos Efrén Parra Gómez, el pasado 25 de enero, a favor del candidato de “Guerrero nos Une”. Ello constituye una nueva traición para los trabajadores de la ciudad y el campo de Guerrero con una larga trayectoria de lucha. Como relata la prensa mexicana “la declinación forma parte de un acuerdo global para que Parra Gómez y un grupo de destacados panistas locales se integren al equipo de gobierno de Aguirre, en caso de que obtenga la gubernatura el próximo domingo” ello según la propias palabras de Rodolfo Dorador.

Con dicha medida, además de resucitar a un cadáver, pues las preferencias electorales del candidato del PAN en la más reciente encuesta del diario El Universal le daban un raquítico 7%, la derecha está asegurando un gobierno de coalición, tal como lo calificó el propio Francisco Molinar Horcasitas, secretario de la Comisión Política del Partido Acción Nacional, que le permita tener un peso apabullante en la administración de un Estado que desde hace décadas se ha caracterizado por sus tradiciones revolucionarias.

Al igual que en el 2010, en los hechos las famosas alianzas son sólo un disfraz para evitar a toda costa que el PRD sea fortalecido y para bloquear el camino al movimiento de masas que apoya a AMLO rumbo a las elecciones de 2012.

Pero además de ello, las alianzas de un partido de derecha con uno de izquierda son una total aberración dado que los intereses de uno no corresponden a los intereses de otro, es decir, en los hechos el PAN ha demostrado una política de ataques severos a las clases explotadas, traducido en un desempleo masivo, aumentos generalizados a la canasta básica, disminución del poder adquisitivo del salario y violencia al por mayor. El PAN no pretende, bajo ninguna circunstancia, lanzar una política de apoyo a las clases explotadas, sino todo lo contrario.

Aunado a ello, la derecha del PRD ha hecho lo imposible por destruir al partido por medio de una política de colaboración con Calderón y bloqueando todo intento de los trabajadores por conseguir, mediante la lucha, una transformación de la sociedad, misma que se ve reflejada en la participación electoral.

La política de la dirección del PRD ha sido la de impulsar las alianzas dejando de lado los principios que rigieron, desde su fundación, al mayor partido de la izquierda en la historia de nuestro país. Esto lo ha hecho desde el mismo momento en que postula para gobernadores a oportunistas y traidores, tal como es el caso de Guerrero, en donde el candidato no sólo es amigo del gobernador del Edomex, Peña Nieto, sino también es primo del candidato priísta en esa entidad y además fue gobernador de ese Estado durante los años 1996-1999, durante uno de los períodos de más represión hacia indígenas y campesinos después de la masacre de Aguas Blancas en el año de 1995 y tras el cual Aguirre no hizo nada para meter en la cárcel a los culpables. Además de ello desempeñó el cargo de Diputado Federal por el VI Distrito Electoral Federal de Guerrero a la LV Legislatura de 1991a 1994 y desde 1993 a 1996 fue además Presidente estatal del PRI en Guerrero.

Sumido en la barbarie, el estado de Guerrero es uno de los más violentados por la guerra en contra del narcotráfico pero también por la corrupción y el abuso de autoridad que han caracterizado durante ya muchos años a esa región. De todo ello han sido culpables diversos personajes y uno de ellos es  Ángel Heladio Aguirre Rivero, el flamante candidato de la derecha del PRD y ahora del PAN tras la declinación de su candidato Parra Gómez.

Un ejemplo de lo que se puede esperar de Aguirre Rivero al frente del gobierno de Guerrero es su reiterado apoyo a la presa de la Parota, proyecto repudiado por miles de familias guerrerenses y para el cual dice el candidato de “Guerrero nos Une”, su administración se encargará de impulsar su construcción.

Al respecto de ello Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), declaró que daría su apoyo condicional a Aguirre y que lo conminaba a comprometerse públicamente a luchar por el Proyecto Alternativo de Nación, consistente en 10 puntos que engloban reformas de carácter político, económico, cultural y social. Nos obstante la trayectoria política del candidato expriísta francamente se ve como más que difícil que éste haga caso de la demanda de AMLO.

Echemos a la escoria del PRD y luchemos mediante la movilización

El hecho de que el PRD-PT y Convergencia mantengan una política de alianzas y colaboración con el PAN e incluso con el PRI, representa un fuerte golpe para la base obrera y campesina de estas organizaciones, las cuales ante la disyuntiva de por quién votar en las próximas elecciones, en algunos casos no contarán con una alternativa electoral de izquierda que represente los intereses de la clase trabajadora.

Tal es el caso de la elección para gobernador en Guerrero, donde no existirán candidaturas impulsadas bajo el programa y trayectoria de algún partido de izquierda, lo único que tendremos serán las coaliciones del PRD-PT-Convergencia con el PAN, que en la práctica se traducirán en gobiernos que mantendrán y profundizarán los ataques y la precariedad de la clase trabajadora.

En nuestro artículo, La lucha obrera y las próximas elecciones: no a las alianzas con el PAN, publicado en junio de 2010, señalábamos: “A pesar de que la derecha del PRD y las direcciones del PT y Convergencia han impedido en varios casos la oportunidad de que los trabajadores aprovechemos los espacios parlamentarios y de la democracia burguesa para llevar adelante nuestras reivindicaciones, ello no significa que debamos de renunciar a estas conquistas históricas de la clase obrera. En todos los casos donde exista la posibilidad de conquistar algún espacio parlamentario o de gobierno a partir de los partidos de izquierda debemos de aprovecharlo de la manera más eficiente. Debemos de votar por los candidatos que únicamente sean impulsados por algún partido o coalición de los partidos de izquierda (PRD-PT-Convergencia). En ningún caso representa una alternativa votar por la coalición de los partidos de izquierda y derecha, independientemente de que los candidatos sean “ciudadanos reconocidos”. En el momento en que han decidido aliarse con en el PAN para acceder a algún cargo público, están comprometiendo su política y los intereses de clase del partido.”

No es suficiente con votar por los partidos de izquierda, es necesario mantenernos organizados y movilizados para que los intereses de los trabajadores sean defendidos por los candidatos verdaderamente de izquierda que resulten electos. “Representante obrero, salario obrero”; todos los candidatos electos por el PRD, PT y Convergencia deben tener el salario de un obrero medio cualificado. ¡Revocabilidad inmediata de todos los candidatos del PRD, PT y Convergencia que no cumplan con un programa en beneficio de la clase trabajadora!, siendo sustituidos por los mejores representantes de los trabajadores. Además de votar por los partidos de izquierda es necesario luchar por el socialismo.

Para derrotar a la derecha hace falta un agudo giro hacia la izquierda del PRD, el PT y Convergencia, vinculándose a los sindicatos y organizaciones campesinas, llamando a la movilización para derrocar a Calderón y enarbolando un programa socialista en que se defiendan las exigencias mas sentidas de los trabajadores de la ciudad y del campo, tales como salarios dignos y empleos estables, por ejemplo, al lado de la demanda de nacionalizar bajo control obrero las propiedades de los caciques, empresarios y banqueros; ese es el camino para derrotar a la derecha y  no el de aliarse con los propios partidos de ésta y abriéndole las puertas como candidatos a expriístas o expanistas.

En Guerrero: ¡Organízate y lucha por un PRD combativo, democrático y socialista!


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