La reforma a la ley de Seguridad Nacional que pretende aprobar el PRI y el PAN es un ataque directo a todos los derechos de los trabajadores y la juventud ganados durante décadas de lucha. Sin embargo la izquierda no necesita lanzar análisis histéricos, lo que los trabajadores necesitamos es explicar las razones que obligan a que Calderón se esconda tras las faldas de los militares.

Una ley regresiva

Las atribuciones que priistas y panistas pretenden otorgar al presidente de la Republica y al resto del Estado Mexicano significan un retroceso para todos los trabajadores y jóvenes en nuestro país. Por un aparte se permite realizar actividades de espionaje usando a personas civiles e infiltrados, pero el aspecto central es que el Presidente de la República puede usar al Ejercito Nacional para sofocar movimientos sociales derivados de conflictos electorales, laborales, etc. Lo anterior es posible si dichos movimientos sociales resultan una amenaza o un ataque a la seguridad interior, pero los términos “amenaza”, “seguridad interior”, “guerra”, “paz”, así como otros tantos usados un dicho proyecto, son totalmente confusos de tal forma que el presidente los puede interpretar muy a su manera y conveniencia.

El diputado Jaime Cárdenas del Partido del Trabajo advierte que incluso la propuesta de reforma entra en conflicto con la Constitución Política pues a) nadie puede revisar o sancionar legalmente las decisiones del “Consejo de Seguridad Nacional”(este se convierte en un órgano supremo incluso por encima del mismo Congreso), b) Ejercito y Marina actúan sin consultar a Gobernadores ni presidente municipales y c) el actual Ministerio Público y hasta el Instituto Federal Electoral serán sustituidos en sus tareas por el ejército y marina.

En resumen se trata de que el ejército y marina actuarán según el criterio del presidente en turno y bajo la premisa de resguardar la propiedad privada y al Estado Mexicano, es decir a los empresarios, banqueros y de paso a sus fieles servidores: los priistas y panistas. Y esto se hará incluso a pesar de que con ello se rompa el llamado “Estado de Derecho”.

Las verdaderas razones de la contrarreforma

A pesar de todos los discursos triunfalistas lo cierto es que en ninguna parte del mundo la recuperación económica está a la vuelta de la esquina. El rescate que ya se prepara para Portugal (más de 90 mil millones de Euros), los estragos que por ello sufrirá el Estado Español, los riesgos que a pesar de los millones de Euros todavía significa la deuda griega, los problemas que ahora generan la quiebra de los bancos Islandeses, el enorme déficit que sobre las finanzas del gobierno de EEUU pesan, etc, todo ello confirma que la base material del capitalismo sigue destruida. Y la receta para salir de la crisis es la misma: recortes al gasto social, incremento a los precios de los productos básicos, recortes salariales, desempleo, es decir sangrar a los trabajadores y la juventud.

Por ello mismo en nuestro país se están tratando de impulsar medidas legales como la contrarreforma a la Ley Federal del Trabajo, o bien el despido masivo de trabajadores. Pero como ha ocurrido en el resto del mundo, estas contrarreformas que atacan las condiciones de vida de la clase trabajadora, también vienen acompañadas del riesgo de movilizaciones, huelgas, tomas de fábricas, caída de gobiernos procapitalistas, triunfos electorales de la izquierda, es decir de todo un repunte de la lucha de clases. En nuestro país las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina y a pesar de todo, el recuerdo de la lucha contra el fraude electoral que encabezó AMLO aún está presente.

Todo esto es lo que lleva a los priistas a replantear el papel que el ejército debe jugar, las reformas a la ley de Seguridad Interna no es otra cosa sino una medida para asegurar que los ataques contra los trabajadores puedan consumarse, para asegurar que será la derecha la que seguirá gobernando ya sea por medio de fraude electoral o por medio de las armas.

No a la represión, basta de capitalismo

Sin embargo no debemos generar un discurso paranoico de que todo está perdido, de que el ejército viene sobre el movimiento social, no. Este tipo de discursos sólo confunde a los compañeros y crea desorganización. Debemos explicar que la reforma a la ley de seguridad saca a la luz la desconfianza que Calderón tiene sobre el gobierno que el mismo encabeza, él sabe que está débil, que no puede seguir aplicando su programa de derechas con los métodos tradiciones. Esto es un reconocimiento implícito al gran potencial que la clase trabajadora tiene para salir a las calles e infligir graves derrotas a los capitalistas.

Los trabajadores debemos sacar las conclusiones correctas, aquí lo que se nota es debilidad del régimen, los trabajadores no debemos echar nuestras luchas hacia atrás sino más bien al revés. Una de las tareas urgentes es evitar que la reforma sea aprobada, debemos exigir que los diputados del PRD, Convergencia y del PT tomen las tribunas del senado y de diputados, al mismo tiempo planteamos que el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y todos los sindicatos llamen a movilizaciones y tomas de carreteras y oficinas en todo el país. Pero la tarea de frenar esta iniciativa debe ser el inicio para preparar las acciones contra la reforma a la ley Federal del trabajo y al resto de ataques que prepara panistas y priistas.

Basta de represión, los trabajadores queremos una vida digna, sin explotación ni miseria.


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