Mientras este primero de mayo Felipe Calderón se encontraba en el Vaticano dándose golpes de pecho, miles de trabajadores se dispusieron salir a las calles para dar a conocer su repudio al nuevo revés que el PAN y el PRI pretenden dar a la clase trabajadora, esta vez, por medio de la Reforma a la Ley Federal del Trabajo.
Como ya es costumbre en los últimos primero de mayo, éste domingo, los trabajadores salieron a las calles a demostrar su repudio a las políticas nefastas del gobierno de Calderón en complicidad con el PRI. Sólo que esta ocasión hubo un elemento extra y que diferenció este primero de Mayo a los demás. Dicho elemento fue que las movilizaciones a lo largo y ancho del país se desarrollaron con contradicciones y enfrentamientos marcados entre las dirigencias sindicales y los trabajadores de base, entre centrales obreras y los sindicatos quienes las conforman. En sí, un primero de mayo en donde los trabajadores decidieron pasar por encima de cualquiera cosa y persona para colmar las calles de consignas en contra de la política Calderonista.
Toluca no fue la excepción en estas movilizaciones. Si bien, es cierto que hubo diferentes factores que llevaron a poner en duda la realización de una movilización, esto al final del día no fue determinante para que los trabajadores no se manifestaran en este día importante.
Los problemas con los que nos encontramos fue que hubo una completa desconvocatoria por parte del SNTE, éste, decidió no realizar marcha ni mitin central con demás sindicatos y al contrario de esto, convocaron a todos los maestros en puntos estratégicos en donde sólo se realizaría una convivencia con todos los sindicalizados y de ahí, cada quien para su casa.
Esta situación no es la primera vez que se presenta en dicha entidad, ya que el año pasado por ejemplo, la marcha fue cancelada a la mera hora por el SNTE, debido a que según se presentarían problemas con la policía y con golpeadores que estarían presentes en la concentración. Este año el argumento fue similar, “el sindicato no caería en provocaciones”.
Aunque existen versiones de que dicha desconvocatoria se debió a que, como nos encontramos en año de elecciones, la concentración podía salirse un poco de control de las burocracias de la SNTE y es algo que no le convenía a Enrique Peña Nieto porque pondría en duda la credibilidad de su gobierno y también, afectaría a su partido en las elecciones del próximo julio.
La verdad no podemos descartar ninguna de las dos versiones o bien, que estas puedan estar relacionadas. Pero de lo que no nos queda duda es que estas maniobras fueron hechas por la dirigencia sindical del SNTE y no precisamente por la totalidad de los maestros. Hubo el temor de que el movimiento se les saliera de sus manos y no supieran como controlarlo y reaccionar ante los posibles efectos de una manifestación más radical.
Sin embargo a pesar de ello hubo sindicatos que decidieron realizar la clásica movilización, es decir, marchar alrededor de la Plaza de los Mártires y realizar un mitin frente al palacio de gobierno. Tal fue el caso de los trabajadores del Sindicato de Telefonistas y trabajadores del Nacional Monte de Piedad, quienes en punto de las nueve de la mañana, en contingente de no más de 300 personas, con mantas y sonido marcharon y gritaron consignas en contra de Calderón, Peña Nieto y llamaron a la unidad de todos sus hermanos de clase a unir fuerzas para echar atrás la reforma laboral. Después de dar dos vueltas, abandonaron la plaza central dirigiéndose a su local sindical.
Desde que se desarrollaba esta pequeña marcha, integrantes de la Confederación de Obreros Campesinos del Estado de México (COCEM) y trabajadores de empresas como Dupont pertenecientes a la CTM comenzaban aglutinarse sobre la plancha del zócalo para desarrollar un mitin convocado por el SUTEYM, el Congreso del Trabajo, el Congreso Laboral del Estado de México, CTM y la COCEM.
Antes de que diera comienzo dicho evento, las centrales obreras organizadoras decidieron ceder el templete a los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas para que estos pudieran realizar su mitin. Alrededor de las diez y media de la mañana, aproximadamente 150 compañeros del SME arribaron en marcha a la plancha del zócalo.
Gustavo Anaya, secretario del SME en Toluca fue quien tomó la palabra. Advirtió que los electricistas seguirán en las calles hasta que se les devuelva su fuente de trabajo, llamó a la unidad de los sindicatos para echar abajo la reforma laboral, convocó a no votar por el PAN en las próximas elecciones en el estado y por último, ofreció una disculpa a todos los usuarios por el mal servicio que en algún momento llegaron a ofrecer algunos de los trabajadores, pero que esas personas son las que precisamente ahora no están dando la cara a la ciudadanía y sólo están aquellos que están dispuestos a recuperar la industria eléctrica y a dar un servicio de calidad. Es en este sentido que pidió el apoyo de la sociedad para poder seguir dando la lucha por estos objetivos y agradeció al SUTEYM por el espacio brindado.
Por último y para dar por terminado el día del trabajo en la capital mexiquense, se realizó el mitin por parte del SUTEYM (trabajadores del estado). Ante un zócalo lleno de trabajadores de las diferentes secciones de dicho sindicato y de diferentes dependencias gubernamentales de la entidad, el secretario general de éste hizo el llamado a rechazar la reforma a la ley federal del trabajo. Sin embargo no convocó a la unidad y su discurso sólo se quedó hasta ahí.
Hay dos puntos que debemos destacar de este día y que sin lugar a dudas son reflejo de las contradicciones que al principio del artículo se comentaban. Primero, a pesar de que fue una concentración muy pequeña y un tanto desorganizada, los trabajadores mostraron una gran disposición y entrega para evitar quedarse inmóviles a pesar de sus direcciones sindicales. Y en segundo grado pero no menos importante, la solidaridad y unidad que cada vez más se muestra entre los trabajadores, comprendiendo la necesidad de esta unidad para poder luchar contra el enemigo común y entendiendo que todos son hermanos de clase; tal cual lo demostraron los trabajadores de la CTM y trabajadores del estado al solidarizarse con los compañeros del SME. Era alentador ver en el mismo espacio a trabajadores del SUTEYM, de la CTM y del SME como una sola persona.
¡¡¡No a la reforma laboral!!!
¡¡¡Viva la clase obrera mexicana!!!
¡¡¡Sindicatos unidos, jamás serán vencidos!!!