Ya van más de 18 meses de que Mexicana de Aviación dejó de cursar el cielo, y sus 8 mil 687 trabajadores directos y más de 200 mil indirectos siguen entre las filas del desempleo; estos mismos trabajadores que se encargaron de llevar a Mexicana al ser en 2010 el segundo lugar en las aerolíneas nacionales hoy viven en la incertidumbre de regresar a sus puestos. El 10 de febrero próximo el juzgado podría declarar en quiebra a la empresa si es que no se ha logrado concertar acuerdo alguno con un posible inversionista. Las cosas parecen complicarse cada día más y el gobierno no ha sentido aun la fuerza de los trabajadores de la aviación.

Hasta hoy no hay perspectiva de que esta complicada situación se resuelva, al gobierno no parece interesarle mucho en que sea así; lo mismo será seguramente para Miguel Alemán dueño de Interjet y Pedro Aspe dueño de Volaris, principales beneficiados de la salida de Méxicana de la competencia aeronáutica, junto con las aerolíneas estadounidenses. Mexicana llegó a representar el 35% del total de la oferta de asientos en México y el 64% de le cobertura del mercado de rutas internacionales, ahora si bien su salida ha representado una tendencia negativa en la oferta de asientos, también hay sectores que se han beneficiado de la salida de Mexicana. En las crisis no todos pierden, pero los que seguro vemos nuestras condiciones de vida reducidas somos los trabajadores.

La actitud del ex Secretario del Trabajo, Lozano, así como de la actual secretaria, Rosalinda Vélez, ha dejado claras las intenciones del gobierno de no permitir que Mexicana vuelva a volar  negándole la emisión de una carta de crédito cuando por otro lado usa recursos públicos para el rescate de la empresa española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF).

El Estado tiene una enorme responsabilidad de la situación actual de la aerolínea, después de venderla a precio de ganga hoy están dejándola hundirse en la quiebra sin responsabilizar al dueño Azcárraga. Son estos mismos los que se han negado a rescatar Mexicana, lo cual sería un fraude aún más descarado pues se adquiere una deuda por mucho más alta que el precio al que vendió esta aerolínea. ¿Quién más puede recuperar a Mexicana y asegurarle su empleo a los trabajadores de esta empresa? Hasta ahora ningún empresario parece estar dispuesto y el Estado se ha mostrado bastante quisquilloso en los requisitos.

¿Por qué no exigir al culpable de la bancarrota de Mexicana que pague su deuda y acto seguido nacionalizar a dicha aerolínea? La respuesta es clara, no hay intensión en hacer que los grandes empresarios paguen sus deudas. ¿Y quién las pagará? Hasta ahora, han sido los trabajadores de Mexicana y los usuarios afectados por el alza de las tarifas aéreas (que en algunos casos llegan al 280%) quienes se han pagado los platos rotos.

La economía del país se tambalea y no hay perspectiva de una verdadera recuperación pronta y por consecuencia la confianza empresarial para hacer inversiones se deteriora cada vez más. Esto no augura nada bueno para Mexicana.

La única alternativa es mostrar mayor fuerza y decisión por parte de los trabajadores, ir más allá de lo que se ha hecho hasta ahora, el recientemente anunciado emplazamiento a huelga le dará mayor seriedad a las demandas de los trabajadores, pero seguramente no será aún suficiente. Se requiere una embestida conjunta de los tres sindicatos, un llamado a los trabajadores en activo y la amenaza seria de tomar la infraestructura de Mexicana hasta no conseguir respuesta. Esta medidas no solo son posibles sino necesarias, más difícil ha sido y seguirá siendo para los trabajadores vivir en la incertidumbre, o en el desempleo, que lanzarse a una lucha más decidida.

¡Nada de confianza al gobierno! Esta debe ser la consigna fundamental; nada de negocios por debajo de la mesa, las cuentas deben ser claras, deben abrirse los libros de cuentas y demostrar la quiebra de Mexicana, y sus causas así cómo exigir que los responsables paguen por ello. Calderón no hará nada por salvar a la empresa y recuperar los empleos perdidos sin que lo obliguemos, hasta hoy la política del gobierno ha sido la contraria, aumentar el desempleo, beneficiar a unos pocos, cobrarles la crisis a los trabajadores y cuidar los intereses de los grandes empresarios. Sin embargo, con una acción organizada, con unión entre los trabajadores y medidas que pongan en riesgo los intereses de los empresarios será como reaccione Calderón ante nuestras demandas.

¡Por el rescate y la nacionalización de Mexicana bajo el control de los trabajadores!


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