La faz de nuestro país cambió radicalmente en 2006, esto es innegable. Después de años de aparente calma (entre comillas), millones de hijos del pueblo trabajador mexicano salimos a tomar el destino en nuestras manos, integrando la lucha contra la fraudulenta imposición de un presidente que no es otra cosa que un esbirro de los grandes empresarios y un enemigo de los trabajadores. Sería un error, pues, pensar que el panorama político de México no cambió en 2006. Pero igualmente sería un error pensar que estos últimos seis años han pasado en vano.
Hoy nos encontramos en las vísperas de otro gran choque de trenes entre los intereses del pueblo y los de los grandes empresarios: las elecciones. A diferencia de 2006, ahora tenemos dos elementos a nuestro favor: centros para organizarnos y seis años de experiencia, organización y lucha. Es fundamental que usemos este elemento para organizarnos y preparar la lucha en defensa del voto y en contra de las políticas anti obreras del PRI y el PAN. En este sentido, es una tarea fundamental preparar la organización y la lucha apoyándonos en las experiencias de estos años.
Desde la lucha en defensa del petróleo del 2008, la lucha de los trabajadores de mexicana, del SME, de los mineros entre otras, son experiencias fundamentales de las que hay que sacar lecciones para el futuro. Concretamente, nos interesa referirnos a dos lecciones importantes. Numero uno: No podemos confiar más que en nuestras propias fuerzas organizadas. Se ha vuelto claro que ni los Jueces de la Suprema Corte, ni los panistas, ni los priistas, ni los chucos, ni Marcelo, Ni Camacho son servidores del pueblo. No podemos confiar en que ellos hagan lo que se supone que deben hacer pues han mostrado estar mucho más interesados en defender los intereses de los grandes empresarios.
Desde esta perspectiva, paso al segundo punto. Si no podemos confiar más que en nuestras propias fuerzas para defender nuestros intereses como hijos del pueblo trabajador mexicano, es necesario unificar todos nuestros frentes de lucha en torno a un mismo programa que sintetice todas nuestras demandas (claro sin tener que renunciar a nuestras demandas particulares de los distintos sectores en lucha). Estudiantes, campesinos, trabajadores industriales, desempleados, deudores de la banca de todo el país tenemos muchos más intereses en común que con empresarios, terratenientes, altos burócratas.
Hoy es una tarea fundamental formar un frente único lucha con sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantiles y, organizaciones que realmente luchen por el interés de los trabajadores de México. Constituir un programa que nos una en torno a ciertas demandas que nos permitan articular una lucha en defensa de nuestro voto, en contra de las políticas anti-obreras y por una vida digna para todo el pueblo trabajador mexicano.
En fin, es fundamental poner cuanto antes el tema de la necesidad de conformar un frente único de lucha entre sindicatos, círculos y simpatizantes de Morena, estudiantes, campesinos, desempleados y demás sectores en lucha por los intereses del pueblo como condición necesaria para poder derrotar al PRI, al PAN y a cualquier intento de robar las elecciones con otro fraude. Pero no sólo esto, es necesario formar este frente único para impulsar un programa que nos permita transformar las condiciones del país, recuperar el fruto y la dignidad de nuestro trabajo de la mano de los salvajes empresarios. Es necesario usar esta plataforma para seguir la tarea que hace ya más de 100 años empezaron nuestros antecesores, derrocar el actual sistema político y económico reinante, transformar la sociedad, en fin, conformar una sociedad socialista.
Por un frente único de lucha proletaria contra las políticas capitalistas.
Ni una lucha aislada más.
Obreros y estudiantes, unidos y adelante.