La CNTE tiene que organizar la huelga general
Las movilizaciones protagonizadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) fueron la primera muestra de lucha y descontento contra la derecha en el contexto de las elecciones. La histórica marcha y el paro de labores del 3 de febrero en contra de la llamada Alianza por la Calidad Educativa (ACE), dieron una muestra contundente de que la lucha en defensa de los derechos laborales y las conquistas sociales, no estaba desligadas de la lucha de la izquierda por la presidencia. Así, el régimen temía seriamente que el escenario del 2006 se volviera a reproducir, desarrollándose combativas luchas sindicales paralelas al proceso electoral.
La vinculación entre la lucha de los profesores con la situación electoral era inevitable. La parálisis de la ACE habría significado una derrota para el gobierno de Calderón, urgido de “éxitos” que le granjearan el apoyo de la burguesía al candidato presidencial del PAN. Pero también, la derrota de la ACE estaba llamada a ser una fuerte derrota para Gordillo y el PRI, los cuales recién habían roto, en enero, su alianza electoral. Si ya el sólo hecho de la ruptura del PANAL con el PRI era un problema para este sector de la derecha, una derrota del SNTE (controlado por Gordillo) producto de la movilización en las calles, les habría puesto en una situación más complicada aún a la hora de rehacer su vínculo para operar el fraude electoral.
A pesar de todo, ambas luchas siguen vigentes. La CNTE sigue en plena batalla contra la ACE, a la par que Calderón, el PRI y Elba Ester, tienen la difícil tarea de consolidar el fraude electoral. La CNTE tiene amplias posibilidades de vencer en sus demandas gremiales si es que las unifica y se posiciona como un sector clave en la lucha contra la imposición de Peña.
Paro exitoso en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
La jornada de paros magisteriales que se desarrollaron desde finales de mayo hasta el mes de junio, tuvieron resultados exitosos en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde la CNTE tiene más fuerza. El resultado de todo ello fue que se logró cancelar la aplicación de la prueba ENLACE, programada para la primera semana del mes de junio (dirigida a alumnos de educación primaria) en los estados de Oaxaca y Chiapas. En el caso de Guerrero los profesores agrupados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) retuvieron el 70% de los exámenes dirigidos a los alumnos, con ello la prueba no se aplicó en la mayoría del estado. En el caso de Michoacán, la organización de los profesores impidió la aplicación de la prueba en más de la mitad de las primarias. En menor medida, el boicot de la CNTE se extendió a los estados de: México, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y Durango. Lo cual da cuenta de los diferentes niveles de participación, pero también de la extensión de la lucha, a pesar de las amenazas de sanciones por parte de las autoridades.
El aspecto más candente de la lucha era evitar que se aplicara la Evaluación Universal, dirigida a calificar a los profesores; de tal manera que con ello se justifique, en el futuro, el recorte al presupuesto educativo así como la represión a los elementos más combativos del magisterio. En este sentido, fueron los estados de Chiapas y Oaxaca, donde con una participación masiva en los paros dirigidos por CNTE, se consiguió la cancelación de la evaluación. En Chiapas pararon y se movilizaron 40 mil profesores de un total de 75mil, el paro que duró cinco días. En Oaxaca, la participación fue del 100% de la sección 22, que se mantuvo en paro durante 20 días y protagonizó movilizaciones masivas.
La resistencia de las autoridades fue más férrea en Guerrero y Michoacán, lo que obligó a profundizar la lucha. En Guerrero, en diferentes jornadas de lucha, fueron tomadas casetas de autopistas, se obstaculizó el reparto de boletas electorales, se cercaron las cedes operativas de la secretaria de educación, así como la bodega donde estaban resguardados los exámenes de la prueba ENLACE. Finalmente el gobierno se vio obligado a plantear que la aplicación de la Evaluación Universal sería opcional y no obligatoria. El balance de la participación en el examen de carrera magisterial, que a su vez fue considerado parte de la Evaluación Universal, fue así descrito por el dirigente de la CETEG: “Sabemos que de cuatro sedes previstas para la presentación del examen solamente se instalaron dos, fue un fracaso". El resultado fue un triunfo parcial para la CETEG.
Las acciones más contundentes se realizaron en Michoacán, donde el paro se realizó del 28 de mayo al 26 de junio. Además de las marchas, las jornadas de lucha se extendieron a la toma de casetas así como al bloqueo de la vía del ferrocarril en la ciudad de Morelia. Ante la cerrazón de las autoridades para cancelar la Evaluación Universal, el día que se tenía planeado presentar el examen de carrera magisterial; que implícitamente contenía la Evaluación Universal para los profesores, la sección XVIII del CNTE tomó las sedes donde se aplicarían los exámenes. Ello constituyó una importantísima muestra de arrojó y decisión por parte del sindicato.
Hay que destacar el hecho de que el gobierno de Michoacán no se atrevió a reprimir las movilizaciones de la CNTE, a pesar de que representaron un desafío directo al gobierno priista del estado; el mismo gobierno que en febrero pasado había intentado dar una muestra de fuerza reprimiendo a jóvenes de las casas de estudiantes. Este factor es una muestra clara de la correlación de fuerzas, favorable para el movimiento obrero en general, una vez que se organiza y se moviliza de forma contundente, haciendo uso de herramientas como el paro y la toma de áreas estratégicas para el estado y la burguesía.
Vincular las demandas gremiales con la lucha contra la imposición del PRI
El gobierno de Calderón está empecinado en aplicar la Evaluación Universal al conjunto de los profesores, para ello está previsto que el próximo 6 de julio se realice la segunda parte de la prueba. Si bien en Chiapas y en Oaxaca no se aplicará, en el resto de los estados sí, por lo que la CNTE tendrá que encabezar una nueva jornada de movilizaciones. Estas protestas se encontrarán enmarcadas en un ambiente de descontento generalizado y manifestaciones contra el fraude electoral. Una vez más, la suerte de la ACE estará ligada al ambiente político nacional. Una derrota para el gobierno de Calderón en el ámbito sindical daría confianza al conjunto de la izquierda para luchar contra la imposición de Peña Nieto. En sentido inverso, una derrota de la CNTE, permitiría al gobierno concentrar sus fuerzas en imponer a Peña.
Han sido diferentes sindicatos los que se manifestaron por el voto hacia AMLO, algunos directamente y otros de forma implícita como la CNTE, la cual se pronunció por el voto de castigo a los partidos de la derecha; PRI y PAN, así como a sus partidos satélites; Nueva Alianza, etcétera. Por otro lado, el PRI no tuvo ningún empacho en utilizar su aparato coercitivo en el ámbito sindical, para hacerse con la presidencia de forma fraudulenta. Es por todos sabido el papel del SNTE y de otras organizaciones sindicales como la CTM para realizar el fraude a favor del PRI. De ello se desprende la siguiente conclusión; Si los sindicatos no asumen una postura claramente de izquierda en el ámbito político y electoral, la derecha si lo hará, a tal grado que las organizaciones de los trabajadores sean utilizadas para sostener al régimen burgués, en perjuicio de las mismas bases sindicales.
Es apremiante para todos los sindicatos, especialmente para los democráticos y con más tradiciones de lucha como la CNTE, encabezar la batalla contra la imposición fraudulenta de Peña Nieto. La permanencia de la derecha en el poder pone en peligro el conjunto de nuestros derechos laborales y la existencia misma de las organizaciones sindicales. Incluso triunfando en nuestras demandas inmediatas, como la cancelación de la Evaluación Universal, será cuestión de tiempo -y no mucho- para que el PRI en caso de consolidarse en la presidencia retome los ataques. Es un deber doble para la CNTE, tomar la iniciativa contra el fraude, dado que en términos prácticos es el sindicato que de forma más inmediata puede vincular sus demandas particulares con la lucha política general contra el PRI. También, no debemos olvidar que de triunfar el fraude, se verá fortalecido el control de Elba Ester sobre el magisterio, lo que representa un motivo más para que la CNTE organice la lucha contra el fraude.
La experiencia de la CNTE al servicio de toda la izquierda
La experiencia de la CNTE representa una fuente inestimable de lecciones para el conjunto de la izquierda. Los recientes paros, manifestaciones, tomas de edificios públicos, medios de comunicación y comercio, son un ejemplo de la factibilidad de realizar una huelga general nacional para impedir el regreso del priismo. Son miles de trabajadores y jóvenes los que comulgan con la idea de paralizar el país: golpeando en el sector de la producción, comercio y servicios, a la burguesía, hasta hacerles retroceder en el fraude electoral. El problema ha sido que esta consigna, en boca de la mayoría de dirigentes sindicales y de Morena, no deja de ser una frase discursiva. La CNTE tiene la fuerza, experiencia y capacidad para dar el primer paso, manteniendo en alto la demanda de cancelación total de la ACE, así como el desconocimiento de las elecciones que dan cómo triunfador al PRI. Si la CNTE llamará decididamente a que otros sectores secundasen esta lucha, tendría un eco importante; principalmente si apelara a la dirección y a las bases de Morena, la UNT, SME, entre otros sindicatos.
Los trabajadores tenemos que asumir como propia la lucha contra el fraude, incluso más allá de las decisiones que el propio AMLO tuviera a bien tomar. La imposición del PRI pesará sobre las espaldas de todo el proletariado, en caso de concretarse. Así como la derecha está ejerciendo una presión enorme para que AMLO desista de movilizarse contra el fraude, desde la izquierda también tenemos que ejercer una sana presión sobre el dirigente de Morena para que ponga toda su influencia y autoridad política, en aras de la derrota del PRI, por medios como la huelga que han demostrado su eficacia.