El porrismo es, y ha sido, una de las herramientas más importantes de la burocracia del IPN para tratar de contener la organización y lucha de los estudiantes en defensa de nuestros derechos. De hecho el surgimiento del porrismo está vinculado a la enorme efervescencia y politización de las aulas a mediados de los sesenta, siendo responsable incluso de compañeros asesinados como el 10 de junio de 1971 con la acción del grupo de Los Halcones. Por ello el movimiento estudiantil no puede ser aliado de aquellos que han golpeado y amedrentado históricamente a quienes han luchado por los derechos de la juventud.

A raíz del estallido estudiantil del 25 de septiembre, las autoridades politécnicas han lanzado una nueva estrategia: presentar al porrismo como aliado del movimiento estudiantil. Su intención no es otra sino generar confusión, como en las convocatorias centrales, y dispersar al movimiento desorganizándolo. Por eso la tarea es avanzar e impulsar la discusión política para calificar esta clase de situaciones y con ello fortalecer la organización estudiantil. Con ello podremos poner una barrera al porrismo y a quienes con un doble discurso pretenden estafarnos.

¡Unidos y Organizados, Venceremos!