Nuevamente la crisis económica se ha desatado. Los precios suben, el salario baja pues la moneda se devalúa, cuando el dólar sube significa que el peso pierde valor y por tanto los precios suben. Al final toda la economía explota en un movimiento descendente que afecta brutalmente el bolsillo de los trabajadores.
Las salidas individuales a la crisis están minimizándose: las remesas que envían nuestros familiares se están reduciendo, se ha vuelto de peligro mortal cruzar la frontera para irte de mojado; cada vez es más complicado poner un puesto ambulante, las placas de taxi están por las nubes y ya hay muchísimos taxis; el desempleo toca a la puerta de más y más familias, los empleos se vuelven más precarios porque ahora, con la amenaza de quedarte sin empleo, te obligan a hacer más cosas; ahora menos trabajadores hacemos lo que antes hacíamos más y además están quitándonos las pocas prestaciones que nos quedaban.
Los patrones nos han dejado de pagar bonos, utilidades, nos han quitado el seguro social en muchos de los casos, nos dicen que es para que conservemos nuestros empleos, que aguantemos hoy porque la retribución vendrá “mañana”, pero el dichoso “mañana” donde supuestamente nos van a recompensar, nada más nunca llega. También la pequeña burguesía está sufriendo las consecuencias ya que además del desempleo y la precarización del empleo, amplios sectores de ella compraron el discurso del PRI y del PAN y se endeudaron fuertemente a través del crédito bancario y las tarjetas, ahora las tasas están subiendo inmisericordemente y la cartera vencida ha empezado a crecer rápidamente. Y todo esto se da apenas al inicio de la crisis.
A veces, los problemas de la economía nos pueden parecer muy lejanos, por ejemplo, que lo que pasa en la bolsa de Nueva York nada tiene que ver con nosotros, pero no es así, ya que todo está interconectado. La economía capitalista sólo puede pervivir a costa de explotar a nuestra clase trabajadora y la gran contradicción de los capitalistas es que todo lo que producimos los trabajadores, no se puede consumir en el mercado, ya que nuestros salarios son muy bajos y entonces se da el fenómeno de la “sobreproducción” (es decir, se incrementan los inventarios) Por ejemplo, en estas fechas de crisis, se le está dando de comer el arroz que se produce en EUA a los cerdos de Japón, esto para que no baje el precio del arroz, y los capitalistas hacen eso entre tanto ¡¡millones de personas en el mundo sufren hambre y desnutrición!!
Esto es una muestra muy evidente de que este sistema no funciona, no sirve, es deplorable porque amenaza duramente nuestro futuro. La crisis en EUA está repercutiendo en todo el mundo y México no es la excepción, más aún, la crisis le está pegando más duro a México por la enorme dependencia hacia Estados Unidos.
Ahora con la recesión empeorarán todos los problemas económicos para las familias trabajadoras. En medio de la crisis hay empresarios que se están enriqueciendo, tal como ha sucedido en EUA en donde Bush tramitó un “hiperfobaproa” de por lo menos 700 mil millones de dólares. Para los trabajadores del campo y la ciudad ¡La única alternativa que tenemos es luchar! Porque sin duda la crisis tocará a nuestras puertas más temprano que tarde. Las salidas individuales, como los pequeños negocios, el taxi o la migración, son cada vez más difíciles y más riesgosos, ¡no hay salida individual que pueda perdurar! Nuestra fuerza está en nuestra unidad, nuestra fuerza está en que los trabajadores somos quienes hacemos funcionar a la sociedad, sin nuestro permiso no gira una rueda, no suena un teléfono, no se prende un foco, no se produce ni una sola mercancía o se lleva a cabo un servicio. Sin embargo, tal como sucedió con la crisis de 1995, los capitalistas quieren salir de ella sobre los hombros del pueblo trabajador. Quieren privatizar Pemex (aunque traten de esconder el hecho con una cortina de humo y la derecha del PRD pretenda avalarlo), quieren bajar los salarios por la vía de los hechos, quieren recortar los empleos y están subiendo sistemáticamente los impuestos, por ejemplo, la gasolina.
¡Esta crisis debemos aprovecharla para derribar al régimen espurio de Calderón! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! ¡Hay que derribar a Calderón y echar abajo este sistema que sirve sólo a vividores como los políticos del PRI y el PAN y para los grandes empresarios como Carlos Slim. Recordemos cómo echamos por tierra el intento de desafuero de López Obrador, ya había sido desaforado en las cámaras y con nuestra manifestación de fuerza, dimos marcha atrás a la decisión de los políticos títeres de la burguesía, ¡demostramos una pequeñita parte de nuestra fuerza como clase! ¡Tenemos la fuerza no sólo para derribar a Calderón sino para transformar la sociedad!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
¡A derribar el régimen del espurio Calderón!
¡Por la transformación socialista de la sociedad!
28 de Octubre de 2008