$$$ La iglesia opresora y la danza de los millones $$$
“¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego”
La Santa Biblia
Santiago 5: 1-6
Este artículo es una aportación a la lucha contra la iglesia opresora y a la vez, un llamamiento combativo a los trabajadores creyentes, obreros y campesinos pobres, cuya fe no es un obstáculo para buscar una alternativa revolucionaria en la lucha por la transformación socialista de la sociedad.
“Los marxistas reconocemos la existencia no de una iglesia homogénea que se enmarca en la explotación, sino que vemos una iglesia dividida en líneas de clase. Desde una perspectiva de clase, “hay dos tipos de iglesias: una que se solidariza con los intereses de los ricos y poderosos, la iglesia de los terratenientes y capitalistas, y otra que se identifica con la causa de los pobres, los obreros y los campesinos. Es absolutamente necesario tender una mano amiga y entrar en diálogo con esta última, mientras se lleva a cabo una lucha implacable contra la primera. Nuestra tarea es poner punto final a la dictadura del capital que mantiene a la raza humana en estado de esclavitud. Para conseguir esto hemos de enfrentarnos a todo tipo de obstáculos. A lo largo de la historia las jerarquías de las iglesias que han arraigado se han puesto siempre a favor del rico y poderoso. Pero los obreros y campesinos de a pie, que también son creyentes, quieren cambiar la sociedad”.(1)
De correo en correo electrónico anda circulando en el ciber espacio un archivo Power Point que reúne una serie de fotografías de una faustosa residencia y que relatan gráficamente, en el sentido más estricto de la palabra, las delicias y el confort de ese discreto encanto de la burguesía, como la calificó el cineasta español Luis Buñuel. Los salones, las habitaciones, el baño, los muebles, el jacuzzi, la alberca… El lujo es deslumbrante, propio de reyes o jeques árabes. La vida es hermosa para la burguesía y también para, por supuesto, sus principales agentes del Estado y de sus aparatos ideológicos de dominación, tales como los medios electrónicos y las diferentes iglesias.
¿Cuál crisis? Con ese confort cómo no ser optimistas ante catástrofes económicas como la que estamos padeciendo; así cómo no decir que nunca un problemaha sido más grande que nuestro corazón, tal como lo señala Televisa y sus pseudo actores lacayos en alusión a la actual problemática económica.
Con pan las penas son menos amargas, y cómo no ser optimistas, o cuando menos no preocuparse mucho, ante la crisis económica cuando se es parte de ese puñado de 10 privilegiadas empresas, Televisa entre ellas, cuyo valor equivale a el 35% de la economía nacional, cuando se forma parte de ese 10% de mexicanos que concentran el 40% de los ingresos de todas las familias de este país.
Claro, así cómo no tener el corazón más grande que la crisis. El pesimismo dejémoslo para los trabajadores y los pobres, que lo único que saben hacer es multiplicarse (de 1984 al 2008 su número pasó de los 30 millones a mas de 74 millones) y hacer revoluciones. El corazón de esta clase de gente es muy pequeño y no deja que el país prospere. Tal es la ingratitud del proletariado y todos los desposeídos incapaces de atender los sabios consejos de la burguesía y seguir su ejemplo. Perdón por la ironía, ¿pero de qué otra forma pueden ser interpretados los cientos de mensajes que todos los días nos manda la burguesía para aceptar su yugo junto con nuestros problemas, como algo natural?
La reproducción del capital exige al mismo tiempo también la dominación política e ideológica del proletariado. El capitalismo requiere que la clase trabajadora asuma una serie de ideas, valores y creencias que moldeen su conducta cotidiana para que ésta acepté dócilmente una dinámica social cuyo objetivo fundamental es la extracción de plusvalía para el beneficio de un puñado de empresarios.
Para dicho fin, con el Estado y al lado de las televisoras y los diferentes medios masivos de información, junto a otros instrumentos, la burguesía tiene como una de sus herramientas favoritas de dominación ideológica, a las diferentes iglesias.
La religión es el opio del pueblo, como bien lo señaló Marx. La iglesia busca capitalizar la ignorancia, la incertidumbre y el miedo de la gente producidos y promovidos por la sociedad burguesa, todo ello siempre predicando la sumisión y la obediencia ciega, (conductas muy estimadas por la burguesía) hacia un ser supremo dueño del destino de los seres humanos. Así, bajo este dogma reaccionario no es ya el capitalismo sino la obra del Señor la responsable de los tormentos diarios que tiene que padecer en la fábrica un obrero para llevar el pan a la mesa de su familia. Este mensaje resulta doblemente apreciado por la burguesía en momentos en que la economía marcha mal y el látigo del capitalismo golpea con más fuerza las espaladas de los trabajadores.
El capitalismo paga bien sus servicios a la iglesia por medio del diezmo y de la extorsión encubierta o abierta de sus feligreses, el saqueo, la manipulación, etcétera, pero también con subsidios y jugosos negocios.
Dirigir una iglesia es un estupendo negocio, los ministros y los obispos, juntos con el Papa de Roma, son prósperos hombres de negocios que poco o nada le tienen que pedir a la burguesía, prueba de ello es el archivo de Power Point que mencionamos al principio de este artículo, cuyo contenido son fotografías de la extremadamente lujosa mansión propiedad del brasileño Edir Macedo, fundador y principal cabeza de la Iglesia Universal del Reino de Dios, la cual también es muy conocida por su programa de televisión Pare de sufrir, el cual se trasmite en prácticamente todas los países en que se encuentra esta congregación. Para que el lector pueda darse un pequeño pase por la “chabola” de este hombre del Señor, puede descargar el archivo adjunto en esta página.
Como podremos ver el capitalismo paga más que bien los servicios de esta clase de corderos del señor como Edir Macedo, con los cuales la humanidad estará en deuda por los siglos de los siglos…
La Iglesia Universal del Reino de Dios es fundada en Brasil en 1977 y en la actualidad se ha extendido a mas de 40 países. Sus propiedades en Brasil van desde un Banco, dos periódicos, 30 estaciones de radio y la televisora TV Récord con 25 repetidoras en toda esa nación amazónica. Otro negocio de Edir Macedo es el del lavado de dinero, especialmente del colombiano Cartel de Cali, razón por la cual ésta secta religiosa es investigada por la justicia brasileña desde hace varios años.
La labor fundamental de la Iglesia Universal del Reino de Dios es liberar de los demonios a sus fieles, todo lo malo que sucede en la vida de un individuo es obra del Satanás. Según Macedo, "Hay algunas enfermedades que caracterizan posesión (por el diablo): la neurosis, dolores de cabeza constantes, el insomnio, temor, desmayos, o ataques; deseos suicidas, las enfermedades que los doctores no pueden descubrir, vicios y depresión"
Pero la anterior es sólo la labor fundamental de forma, la de contenido es la de hacer dinero. La curación para expulsar al demonio consiste en rituales que tienen como máxima esencia discursos como el siguiente: "Hay una guerra adentro de cada uno de nosotros. Dios quiere que usted de, pero el diablo sostiene su billetera. Venga, venga ahora. Mañana usted podría estar muerto. Si usted no paga a Dios, usted paga al diablo".
De acuerdo a su principio que guía su gran obra para sus fieles y el resto de la humanidad, ("Yo no sigo a un Dios pobre. Si su Dios es pobre es porque sus pensamientos son pobres... La pobreza es del diablo; no de Dios") Macedo y su iglesia tienen mil millones de dólares como ingresos anuales apoyados en sus 6 millones de seguidores en diferentes países.
En México, en 2004 ya se registraban 39 templos de la Iglesia Universal del Reino de Dios, la cual es muy conocida por sus programa Pare de sufrir transmitido todas las noches en el Canal 4 de Televisa.
Pero el caso de la Iglesia Universal del Reino de Dios no es el único, en realidad el lucro y las fastuosas fortunas son lo normal entre los diferentes credos e iglesias. Veamos unos cuantos casos:
El Vaticano, cuyo actual líder, Joseph Ratzinger o Benedicto XVI, formó parte de las Juventudes Hitlerianas del Partido Nazi, es propietaria de un tercio del total de los edificios de la ciudad de Roma. Además la Santa Sede posee acciones en monopolios como General Motors, IBM, Gulf Oil, Shell, Bethlehem Steel, General Electric, International Business Machines, TWA entre otras. También es propietaria de empresas de servicios, telecomunicaciones y aseguradoras por una valor de 12 mil millones de euros; además sus inversiones llegan a corporaciones como Rothschild de Inglaterra, el Credit Suisse de Zurich, el Banco Morgan, Banco Chase-Manhattan, First National Bank de Nueva York, Bankers Trust Company y otros.
La iglesia mormona, que entre otras cosas comercializa los “bautismos” de los millones de antepasados muertos de todos sus fieles en el mundo (cada miembro debe ir encontrando antepasados en la base de datos genealógicos creada por esta iglesia y
"bautizarlos" sin detenerse jamás), en 1997 la revista Time ya reportaba que su fortuna ascendía a los 30 billones de dólares. Sus ingresos anuales se calculan en 6 billones de dólares, por encima de multinacionales como Nike. Su rancho ganadero —el Deseret Cattle and Citrus de 126 mil hectáreas de superficie—, es el más grande del mundo. Su participación en las especulaciones las desarrollan por medio de la aseguradora Beneficial Life Insurance Co, cuyo valor es de 1.6 billones de dólares. Todo ello gracias a la generosa caridad de sus feligreses los cuales en 1996, tan sólo en los Estados Unidos, dieron limosnas que sumaron los 5 mil 200 millones de dólares.
Los Testigos de Jehová, se encuentran en 232 países y tan sólo por la venta de biblias, libros, casetes, videocintas, etcétera, obtiene ganancias superiores a los mil 200 millones de dólares. Sus ganancias obviamente se incrementan significativamente con el diezmo.
Iglesia evangélica. En este caso, para muestra basta un botón: Franklin Graham, uno de los ministros más importantes e influyentes de este culto y quien pronunciara un discurso en la ceremonia de posesión de Bush como presidente de los Estados Unidos en 2001, dirige La Bolsa del Samaritano cuya labor es la difusión de las buenas nuevas de Jesucristo mediante la predicación evangélica y el auxilio en casos de emergencia. Esta samaritana empresa evangélica reportó ingresos en 2002 por 170 mil 225 millones de dólares, los cuales siempre están muy cerca del bolsillo de este oveja del rebaño del señor, quien además percibe por su grandiosa obra un salario de 283 mil798 dólares anuales.
Cabe recordar que este Franklin Graham es el hijo del padre, es decir es el vástago de otro gran prohombre y cabeza de la iglesia evangélica, William Graham, quien fuera consejero espiritual del expresidentes Nixon. Los consejos de Graham padre sobre Nixon incluso también eran sobre la estrategia militar del imperialismo yanqui para la guerra de Vietnam. Nixon escuchó muchos de sus consejos para esta guerra, pero otros no los llevó a cabo como fue la recomendación de que el ejército yanqui bombardeara los diques. De acuerdo a Alexander Cockburn, en su libro Cuando Billy Graham planeó asesinar a un millón de personas, de haber atendido Nixon esta sugerencia la masacre por esa medida habría costado la vida de un millón de vietnamitas. De esta manera ese gran hombre que fuera en su momento la cabeza de la iglesia evangélica pretendía exorcizar al pueblo de Vietnam del demonio del comunismo.
Está claro que la redención y el púlpito son negocios millonarios que crean un abismo entre los feligreses y la jerarquía de las diferentes iglesias. Las gráficas del “jacalito” de Edir Macedo ya hablan de enriquecimiento obsceno de estos jerarcas, contrastando esto con una lacerante miseria que cada año se extiende a más millones de seres humanos en todo el mundo. Pero la recompensa para estos últimos es la sanación y salvación del alma, labor de la que se encargan dichos jerarcas, para soportar con más facilidad (y por supuesto son más abnegación y pasividad) los enormes suplicios de su diaria y tormentosa vida terrenal. Como Marx lo señaló, “El cristianismo. . . imparte a los hombres una doble vida y ofrece los goces imaginarios del cielo como un solaz para las miserias reales de esta vida”.
Los clérigos y ministros del púlpito, en la medida que acumulan enormes riquezas, adquieren una vida material que los asemeja mucho al estilo de vida de los banqueros y empresarios, asumiendo intereses que los pone abiertamente en una posición antagónica a las aspiraciones de justicia y de trasformación social del proletariado y del campesinado pobre.
La experiencia de México, en donde a la par del la iglesia católica mas de 300 sectas religiosas se disputan a los fieles y sus bolsillos, no está al margen de esta realidad, el caso del Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, habla por sí mismo de ello; nos referimos al escandaloso fraude que hace unas semanas saltó a la luz pública y que tiene como origen un préstamo en efectivo (!!!) que en 2003 le hizo este clérigo a la ahora difunta Olga Azcarraga, pariente del dueño de Televisa Emilio Azcarraga, por la modesta cantidad de 130 millones de dólares (!!!).
La burguesía y los jerarcas de las diferentes iglesias son cómplices y actúan al unísono para enriquecerse y tratar de seguir manipulando al pueblo trabajador, un ejemplo entre muchos son el de General Motors, Bimbo, Federal Express, Bancomer, Sabritas y H. Packard, empresas que cubrieron el 75% de los gastos que costó una de las vistas que hizo a México el entonces Papa Juan Pablo II.
Los jerarcas defienden intereses y un claro punto de vista antiproletario tal como lo demuestran las recomendaciones del consejero espiritual del expresidente Nixon, William Graham, o el caso del Papa Pío XII, quien rigiera los destinos del Vaticano entre 1939 y 1958 y el cual excomulgó a todos los comunistas del mundo y sus simpatizantes, tanto a las generaciones de esos años como a las venideras.
Los marxistas, tal como lo hicieron Lenin y los bolcheviques rusos, defendemos la libertad de culto, sin embargo nos manifestamos abiertamente en contra de la política de la otra mejilla (“Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra.” Lucas 6: 27 – 29). Nos oponemos a cualquier doctrina o forma de pensamiento que fomente la sumisión, pues bajo la sociedad actual poner la otra mejilla no es otra cosa más que aceptar la explotación capitalista y la barbarie de guerra y hambre a la que condena a la inmensa mayoría de la humanidad. Nos oponemos a esa clase de postulados y a que el Estado subsidie a la iglesia o que ésta penetre el sistema educativo. Pero también nos oponemos enérgicamente a toda clase negocios parasitarios y explotadores de los obispos y ministros religiosos y su labor manipuladora del pueblo.
La sumisión, el miedo y la manipulación son jugosos negocios para los jerarcas de la iglesia y herramientas de dominación también de la burguesía. Ambos, burgueses y clérigos, defienden un mundo para el cual exigen que no haya un sólo cambio por modesto que sea que amenace sus privilegios, factor que hace poco quedó nuevamente demostrado en México cuando al calor de la lucha del 2006 el Alto Clero, encabezado por el Arzobispo Primado Norberto Rivera Carrera, se lanzó con todo en defensa de Calderón y las elecciones fraudulentas que lo llevaron al poder.
La reproducción de parásitos como Edir Macedo, jefe de la Iglesia Universal del Reino de Dios, y demás jerarcas de otras iglesias necesita como base material a la propiedad privada capitalista. Por consecuencia, el punto de partida para eliminar esta clase de vagos vividores, junto con sus socios banqueros y empresarios, es luchar por el socialismo en el cual ésta clase de personajes no tienen lugar.
4 de noviembre de 2008.
(1) Reformismo o Revolución, Alan Woods, Fundación Federico Engels.