En una nueva muestra de cinismo el pasado 30 de octubre el IFE aprobó, con motivo del proceso electoral del 2006, diversas multas al PRI, PAN y PRD que muestran por enésima ocasión el carácter burgués de esa podrida institución.
Al PRD, no se podría esperar otra cosa, se le multó con la mayor cantidad: 70 millones de pesos, el PAN 38 millones de pesos y el PRI 1,7 millones de pesos. La misma institución que hizo caso omiso del monumental fraude electoral ignorando la intervención empresarial, la intervención gubernamental, la guerra sucia de la burguesía y sus partidos, que nuca vio las sucias manos de Elba Ester Gordillo; la misma institución que manipuló el famoso PREP (diseñado por el cuñado de Calderón), la misma que desapareció 1 millón de votos (que luego aparecieron milagrosamente tras la presión de la población), la que dejó como evidencia de fraude más de un millón de votos inconsistentes, etc., etc.; esa misma institución mafiosa tiene, ahora, la desvergüenza de multar al PRD por la movilización, específicamente el magnífico plantón de Reforma y la toma de la tribuna, que las masas y algunos legisladores realizaron en contra de ese mismo fraude operado, en gran parte, por el IFE. Mientras, el IFE multa al PAN, no por la guerra sucia ni su participación en el fraude, sino por ¡el envío de postales navideñas en tiempos de la “tregua navideña”; mientras al PRI se le multa, no por la intervención ilegal de sus gobernadores a favor de Calderón, sino por acciones de campaña anticipadas.
Esta comedia negra podría parecer grotescamente graciosa si no fuera porque criminaliza la movilización social, se supone que los trabajadores nos debemos quedar quietos cuando la burguesía viole la voluntad de la mayoría y nos imponga a un pelele; el IFE ya ni siquiera cubre sus acciones de venganza con la máscara de la legalidad: no se puede multar a los partidos por acciones de sus simpatizantes, pero la legalidad es un detalle menor cuando se trata de los intereses de la clase dominante como decía Solón de Atenas: “las leyes, amigo mío, son como telarañas: el débil queda atrapado mientras que el fuerte puede romperlas”. Al ser un partido nacido al calor de la movilización y contar, a pesar de su propia dirección reformista e incluso (como el caso de Nueva Izquierda) francamente burguesa, con las simpatías de los trabajadores y las masa empobrecidas la burguesía se ha “cebado” con el partido, no sólo asesinando, en el sexenio de Salinas, a centenas de sus militantes sino siendo el partido más multado en los últimos 10 años, sumando un total de 251 millones de pesos. “Sólo por irregularidades en sus informes anuales (por no solventar gastos o presentar documentación incompleta principalmente) sobre el origen y recursos públicos que recibió, en los últimos 10 años acumuló multas por 120 millones 611 mil pesos” (El universal, 2/10/08).
Frente a estas burlas de la burguesía, la dirección del PRD, dominado por la mafia burguesa de Nueva izquierda, sólo acertaron en meter una demanda al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ¡sí, el mismo que validó el fraude electoral!
Frente a estas burlas cínicas de la burguesía, frente a sus pretensiones de entregar nuestros recursos naturales al imperialismo, frente a su pretensiones de liquidar las conquistas laborales, frente a la carestía de la vida, no nos queda más que la movilización a un nivel superior a lo que AMLO ha estado promoviendo hasta el momento: es necesaria y urgente una huelga general que tenga como objetivo central la caída del gobierno usurpador. Acciones masivas y contundentes es lo que el movimiento requiere y no las ridículas demandas de Nueva Izquierda.