Más miseria, atraso y dependencia
La única salida real a la crisis del campo, es el socialismo
La última semana de enero 2009 se destaparon grandes movilizaciones campesinas por distintas regiones del país, miles de ellos tomaron casetas, oficinas gubernamentales, cerraron carreteras, realizaron mítines y marchas. En el Distrito Federal, más de 150 mil campesinos de todo el país se movilizaron en conjunto con sindicatos para exigir una serie de demandas muy importantes. Desde hace décadas, el campo mexicano está sumido en la pobreza, bajo la crisis actual del capitalismo, el movimiento campesino sólo tiene una salida: la unidad con el movimiento obrero y la lucha por la industrialización del campo, créditos baratos, canales directos de comercialización, todo ello ligado a la lucha por el socialismo, es decir, la democracia de los trabajadores gestionando las principales palancas de la economía, las tierras, los bancos, las fábricas.
Las 15 primaveras del TLCAN
Entre enero y octubre del año pasado, las importaciones de cereales como trigo, maíz, arroz y sorgo, crecieron un 56% respecto al 2007, lo que significó un egreso de 3 mil 915 millones de dólares. En un balance más amplio, México egresó 19 mil 347 millones de dólares por la importación de 23 clases distintas de alimentos en los mismos meses que mencionamos, lo que implica un crecimiento de 26 % de estas importaciones respecto del año 2007. Durante los 15 años en que se ha aplicado el TLCAN, México ha gastado 125 mil millones de dólares por importación de productos agrícolas. Este es uno de los sellos característicos del acuerdo comercial: crecimiento constante de las importaciones y la destrucción de la producción nacional.
Los subsidios que recibe la producción agrícola en EEUU fueron en el año 2005 superiores en 20 veces a los aplicados en México, de hecho en estos 15 años del TLCAN, el financiamiento al agro mexicano cayó un 90%. La guerra de precios es un terreno dominado por las importaciones de EEUU, gracias entre otras cosas a este amplio financiamiento. Sumado a lo anterior, podemos ver que los apoyos al campo mexicano no sólo son muy menores en comparación a los de EEUU, sino que además se concentran en muy pocas manos, por ejemplo en el estado de Hidalgo, el 10% de los beneficiarios de programas federales reciben el 49% de los beneficios. De hecho según cifras de la CNC, a nivel nacional los programas sólo benefician al 2% de los productores y a 30 empresas.
La crisis actual del capitalismo le ha sumado mayores problemas al campo mexicano, Calderón por su parte no ha presentado ni una solución media a todos estos problemas en los tan cacareados planes anticrisis. El resultado de todo lo anterior es desastroso, el campo mexicano ocupa el lugar 80 (de 150 lugares) en competitividad a nivel internacional, el 70% de los campesinos viven bajo la línea de la pobreza mientras que 300 mil de ellos se ven obligados a emigrar cada año hacia Estados Unidos. La pobreza, el hambre, las muertes por enfermedades curables son pan de todos los días para los campesinos pobres.
No basta con renegociar
Para sacar al campo mexicano del atraso tan severo en el que se encuentra, es necesario invertir millones de dólares en investigación, en maquinaria, en semillas, fertilizantes, etc. En este sentido renegociar el TLCAN no solucionaría los problemas de fondo, si acaso los matizaría un poco, pero nada sustancial. Por otra parte el gobierno de Calderón no está dispuesto a entregar apoyos multimillonarios al campo, ya lo ha dejado claro en varias ocasiones. De hecho el movimiento campesino ya ha comprobado la "eficacia" de las mesas de negociación que ofrecen las instancias gubernamentales, en todas ellas se han prometido migajas que ni siquiera han llegado al campo. Los millones de campesinos pobres, deben buscar una alianza firme con el movimiento obrero, con los mineros, los electricistas, los maestros etc. Pero no para renegociar el TLCAN, sino para destruirlo, para crear un movimiento que destruya al capitalismo. Mientras la economía nacional siga funcionando bajo la base capitalista, el campo seguirá siendo escenario de las más tristes historias.
CNC, la estructura se rompe
La pobreza que caracteriza al campo mexicano, en conjunto con la falta de alternativas revolucionarias, fueron elementos que permitieron crear fuertes organizaciones campesinas que se mantuvieron durante décadas gracias a la represión física y a las prebendas económicas. Muchas de las organizaciones que ahora están en lucha, fueron en el pasado los brazos firmes del PRI dentro del campo, la Confederación Nacional Campesina (CNC) fue precisamente una de las más fieles al respecto. Sin embargo en los últimos años, la CNC se ha mantenido al frente, convocando a las movilizaciones, haciendo declaraciones etc. Esto es el producto del descontento que existe dentro del campesinado pobre, estos campesinos ya no soportan la situación y están dispuestos a la lucha, por ello su dirección se ve obligada a actuar como hemos visto. Se trata de un cambio profundo en el tejido social que está impactado fuertemente en la conciencia de millones. El PRI (Partido Revolucionario Institucional) ha declarado en instancias formales que nunca más apoyará medidas neoliberales, además de que muchos de sus dirigentes ahora usan con gran fuerza un discurso de "izquierda", se trata de intentos desesperados por mantener una base social como partido. Pero es claro que lo que se necesita no son discursos. En otros momentos el PRI o el PAN hubieran podido calmar al movimiento campesino ofreciendo algunos apoyos económicos, comprando dirigentes o simplemente reprimiendo. Hoy día esas herramientas no funcionan con la misma eficacia que antes. La crisis económica implica además que no existe dinero para "comprar" al movimiento, y la desesperación en el campo no se puede calmar con migajas.
Expropiemos a los terratenientes y empresas agrícolas
Lo que ocurre en el campo es muy importante, los campesinos han entrado como ellos mismo lo han dicho en "una lucha a muerte". Pero su triunfo no puede verse como una cuestión a parte de la lucha obrera, magisterial, juvenil, del PRD de los trabajadores, no. El triunfo del movimiento campesino está en la unidad con todo los explotados del país. El movimiento campesino necesita también unirse a un frente único con todos los sindicatos, el PRD y el movimiento juvenil. La primera tarea en este sentido debe ser la de derrocar a Calderón y expropiar la gran industria y tierras de los terratenientes para ponerlas bajo control democrático de los trabajadores. Se requiere urgentemente un severo plan de industrialización del campo que colectivice la tierra, como única medida real para incrementar la producción y la productividad. Esto no puede lograrse nunca bajo el capitalismo, es necesaria una nueva sociedad, la sociedad socialista. Bajo el capitalismo, el campo mexicano no tiene alternativa.