Contra la crisis económica actual, la organización del pueblo trabajador.
A pesar de los intentos del gobierno espurio por ocultar, en el discurso, los inminentes efectos de la crisis económica mundial en nuestro país, esta se ha hecho evidente en los últimos meses, manifestándose en despidos masivos, reducción de horas de trabajo y salarios, alza de precios de los servicios y productos básicos, así como la disminución de los ingresos de divisas por concepto de petróleo y remesas de mexicanos en los Estados Unidos. Ante esta situación, ha quedado clara la incapacidad de los usurpadores para resolver la problemática, ya que sus propuestas anticrisis son sólo aspirinas para el cáncer estructural nacional.
El gobierno legítimo de AMLO había venido advirtiendo de la gravedad de la crisis nacional desde los últimos meses del año pasado. En un principio, esto generó cierta incertidumbre y un gran deseo de que sólo se tratara de un mal augurio, desafortunadamente esto no fue así y he aquí los efectos en la realidad concreta.
Desde aquellos tiempos hasta ahora, AMLO se ha apoyado en el FAP, conformado por legisladores del PRD, PT y Convergencia, para intentar generar soluciones desde la vía parlamentaria y, a pesar de que estos legisladores han hecho intentos, los resultados han sido mínimos. Por otro lado, durante todo este proceso siempre ha estado presente el movimiento constituido en torno a la CND y la defensa del petróleo, que en realidad, es el único con capacidad de generar cambios ante la situación estructural actual por medio de la movilización y la acción política contundente, como sería el caso de la huelga general. Esto se lograría de forma clara si consiguiera sumar a los sindicatos en este objetivo.
La política seguida por AMLO hacia el movimiento ha sido solo discursos y movilizaciones sin un objetivo claro, lo que está generando desgaste e incertidumbre, mientras la situación de las masas continúa empeorando. Esto no es una crítica infundada, sino todo lo contrario, un llamado a profundizar la lucha contra el gobierno espurio y el sistema económico dominante hasta lograr su derrocamiento. En este sentido, la mejor arma de las masas es la unidad concentrada en la organización política para llevar a cabo el paro nacional de todos los trabajadores, con el apoyo de la juventud y la sociedad en general.
Para lograr este objetivo es necesario la organización y construcción de “comités anticrisis” en cada centro de trabajo, colonia y en cada rincón de este país. Estos comités serán los encargados de discutir y planificar el paro a escala nacional, para demostrar al gobierno espurio y la burguesía que, sin nuestro trabajo, la economía nacional no podría funcionar.
La iniciativa de acción política contundente, la han tomado desde inicios de este año los pesqueros y transportistas, que han llevado adelante paros en demanda de la reducción del costo del diesel, así como los campesinos en demanda de apoyos al sector. Ambos aspectos están enmarcados en la necesidad de cambios radicales en la política seguida en México durante décadas, misma que ha alienado al país la crisis mundial del sistema capitalista y que sólo nos ofrece perspectivas devastadoras para la economía de los mexicanos.
La única forma de construir el poder de los trabajadores es por medio de la organización permanente en comités a todas las escalas del país, es por ello que llamamos a la construcción de “comités anticrisis” que permitan, no sólo analizar la situación política, sino también actuar en cuanto sea necesario de manera coordinada. La organización popular no sólo debe ser por la búsqueda de soluciones a los problemas inmediatos, sino por la transformación radical de la sociedad, sustituyendo el podrido sistema capitalista, que ha sumido al país y el mundo entero en la peor crisis económica de la historia, por el único sistema capaz de satisfacer las necesidades de la sociedad, luchemos por el socialismo a nivel nacional y mundial.
¡CONSTRUYE TU COMITÉ ANTICRISIS Y ÚNETE A MILITANTE!
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