No más sabes darme dolores
El 7 de enero Javier Lozano, en una entrevista nos salió con que "es preciso agotar todas las vías de concertación y diálogo; de negociación, prudencia y moderación, al exigir aumentos salariales o revisión de contrato colectivo". Vaya, vaya.
Cuando esta gente habla de “prudencia y moderación”, está esperando que agachemos la cabeza y que soportemos las soluciones a las que su cabecita loca pueden llegar (rescates multimillonarios a las grandes empresas a costa del gasto social). “Pasividad y aceptación” de nuestra parte, eso es lo que esperan.
No vendrá la “prudencia y la moderación” de parte de quienes, como borrachos en casa de apuesta, jugaron con dinero que no tenían y que ahora tienen que pagar. No vendrá tampoco de quienes, como el señor Lozano, percibe salarios estratosféricos, a diferencia de los raquíticos salarios por los cuales día a día nos partimos el lomo por obtener. Ellos, que se gastan miles de pesos en unas toallas; ellos que están utilizando cientos de millones de dólares del rescate financiero en “bonos” y “recompensas” no conocen de prudencia ni moderación.
Por cierto, rechazamos tajantemente que se nos critique de “avariciosos, fiesteros y pendencieros”: Mírenlos, no tienen dinero, pero empeñan para irse de vacaciones, se van de borrachos; son unos irresponsables. Si empeñamos es justamente porque si nuestro salario no nos alcanza ni para sobrevivir, mucho menos para darle a nuestra familia unas vacaciones. Pero el día que salimos a luchar por un salario decente para no tener que salir de fiado en vacaciones, si con cuentas en mano, pedimos un merecido aumento del 35% o del 50%, que es lo que se ha encarecido la vida, entonces somos unos “imprudentes”.
Lo que dice Lozano no es nuevo. Lo que quiere tampoco: quiere que no pidamos aumentos salariales. Este tipillo no tiene ni la autoridad moral ni la razón para pedirnos eso. Esas declaraciones que hace, junto con otras que ha hecho, anuncian el próximo ataque a la Ley Federal del Trabajo, que al gobierno de Calderón le urge. Ya veremos de a cómo nos toca en esta próxima batalla.
Lo que nos toca hacer
En los artículos que se han escrito en militante.org durante los últimos meses hemos intentado poner en claro que la crisis no la hemos ocasionado nosotros y que, no serán quienes sí la provocaron quienes puedan sacarnos del atolladero.
En nuestras manos está frenar este violento descenso al abismo de la barbarie. ¿Cómo? Tomando las riendas de nuestras fábricas. Pero ¿cómo? Juntándonos con nuestros compañeros de trabajo. Haciéndoles notar que nuestra empresa sin patrón funciona igual o mejor y que nuestra empresa sin nosotros, los trabajadores, simplemente no funciona. Acercándoles un volante o un artículo, de los cuales, en militante.org ponemos todos a su disposición. Juntándose para recuperar nuestros sindicatos o conformarlos donde no los hay. Estudiando la historia del movimiento obrero, aprendiendo de sus fracasos y sus triunfos. Poniéndose en contacto con nosotros.
-Pero somos muy pocos-ya puedo escuchar a alguien. Compañeros: los asalariados y oprimidos del país y del mundo formamos una proporción cuantitativa y cualitativamente por mucho superior a cualquier otra época histórica. Para nada somos pocos. Estamos lejísimos de ser pocos. Al contrario. Nosotros detentamos la mayoría absoluta en la sociedad. Nosotros somos los que producimos. Nosotros hemos de decidir cómo, qué y cuánto se produce.
Suena fácil y por supuesto que no lo es. Sin embargo es más difícil que Slim y Lozano sean “prudentes y moderados” con nosotros.
¡Conforma una célula en torno al periódico obrero Militante!
¡Socialismo o barbarie!