El fraude electoral se llevó a cabo en todo su esplendor. De esta manera, la burguesía pretende imponer a Peña Nieto para que defienda sus intereses y aplique las reformas estructurales que tanto ansía. Manteniendo el poder político y económico, la burguesía podrá seguir explotando a la clase trabajadora en nuestro país. En una nota del periódico "El Economista" del 4 julio de se lee lo siguiente: “el sector patronal del país pugnó por convocar a un periodo extraordinario de sesiones del Congreso para aprobar las reformas estructurales lo antes posible. ‘No esperemos a que se den las condiciones ideales, hay que hacerlo ahora’, pidió Alberto Espinosa Desigaud, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), al Ejecutivo y a los partidos políticos".
Para la clase trabajadora, por supuesto, las reformas estructurales significarán más explotación y miseria, así como la criminalización de los trabajadores y los jóvenes al manifestarse contra los abusos de los capitalistas. La Reforma laboral es la que más afectaría a la clase trabajadora, pues las empresas exigen trabajadores calificados polivalentes y flexibles, trabajadores que acepten menos salarios y mínimas prestaciones laborales.
Pero ¿Por qué la clase trabajadora debe aceptar condiciones miserables de trabajo, migajas que pretende darle la burguesía, cuando es la clase trabajadora la que produce la riqueza? Si "nosotros nunca hemos visto funcionar una fábrica sin obreros, pero sí hemos visto funcionar fábricas sin patrones", dijo en una ocasión la luchadora social Rosario Ibarra. Afirmación totalmente cierta, pues no se mueve nada en esta sociedad sin el amable permiso de los trabajadores.
Uno de los sectores pesados de la clase trabajadora en el país es el de los trabajadores afiliados al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswaqen (SITIAVW) quienes aportan alrededor del 40% al Producto Interno Bruto del estado de Puebla. Volkswagen, a pesar de la recesión económica sigue aumentando sus ganancias. En todo el mundo, a lo largo de 2011, obtuvo ganancias por 15 mil 409 millones de euros; es decir, el doble de lo obtenido en 2010. Y en ese resultado la contribución de VW Puebla ha sido significativa, prueba de ello es el crecimiento del 16.8% logrado por esa planta en el primer trimestre del 2012.
¿De dónde obtienen estas empresas tanta riqueza? La respuesta nos la da la investigación hecha por especialistas de la UNAM, quienes afirman que: de toda una jornada laboral, el trabajador genera el valor de su salario en 9 minutos y lo restante va para el empresario. Como vemos, la extracción de la plusvalía es el centro neurálgico que mueve al capitalismo, así que debemos golpear en el lugar que más les duele a los empresarios: la producción.
El peso específico y la tradición de lucha que tiene la clase obrera de la industria automotriz en el estado, debe demostrarse poniéndose al frente de las marchas multitudinarias que han realizado los estudiantes en contra de la imposición de Peña Nieto. Los estudiantes tienen el vigor que da la juventud, pero hace falta la combatividad y dirección de los trabajadores.
Para frenar la imposición de Peña Nieto se hace necesario que los trabajadores del SITIAV y de todo el país hagamos un llamado enérgico a nuestra dirección sindical para que se pronuncie por una huelga general de 24 horas que paralice la economía y al gobierno hasta obligarlo a retroceder en sus intentos de seguir violando nuestros derechos democráticos y laborales. Demostremos a la burguesía que los trabajadores somos los verdaderos dueños del país y que tenemos la fuerza suficiente para derrocar la dictadura del capitalismo.