Este 27 de junio, en el cierre de campaña de AMLO, cerca de 100 mil trabajadores, jóvenes y mujeres, demostraron su completa disposición para echar a la derecha de la presidencia y luchar por un gobierno que a la vez que termina con los privilegios de unos pocos, beneficie a la mayoría de la sociedad.
El evento finalmente se realizó en el Estadio Azteca, debido al boicot del gobierno perredista que no dio el permiso correspondiente para realizarlo en el zócalo, sitio que logística y politicamente era el más adecuado; pese a todo, MORENA rentó el Estadio Azteca, con el compromiso de que la logística se realizaría por parte del Estadio, propiedad de Azcárraga, conocido empresario mexicano dueño de televisa, el principal medio de comunicación y enemigo de la lucha social.
La logística del evento, a cargo de la empresa LOBO, fue caótica, hubo varios instantes en los que se complicaron las cosas artificialmente, momentos difíciles, aun así, la gente no paraba de gritar para demostrar su masivo apoyo a AMLO. Mientras que la gente de LOBO y del Estadio, siguiendo las órdenes de sus patrones, demuestran una vez más lo poco confiable que son estas empresas.
El ambiente que se vivió fue electrizante, se respiraba un ambiente de confianza, de triunfo y de fiesta. Aun así para la gran mayoría quedaba claro que aún no se podía cantar victoria, que ya se había avanzado bastante, al grado de dificultar enormemente un fraude, pero que ante las artimañas de la burguesía no se puede descartar nada.
Pese a que el cierre fue acompañado de un concierto, las estrellas principales fueron las masas. AMLO en su discurso enfatizó que se está realizando una revolución pacífica, mediante uno de los movimientos más grandes e importantes del mundo, lo que levantó una gran ovación, expresando la convicción revolucionaria de miles de personas.
Izquierda Revolucionaria se hizo presente durante toda la jornada con nuestro periódico Militante, y con consignas muy claras haciendo un llamado a mantener la lucha y la organización, incluso después de las elecciones; explicando la necesidad de prepararnos para una posible reacción de la derecha y los empresarios que defenderán sus privilegios con uñas y dientes. También advertimos el peligro de tener dentro del aparato de MORENA a todos esos arribistas, oportunistas y conservadores que intentarán llevar agua a su molino.
Por encima de todo esto, disfrutamos y compartimos el ambiente de victoria, levantando la bandera de la movilización, pues sin duda ha sido gracias al movimiento social que se ha mantenido en resistencia durante todos estos años, que ha debilitado y desenmascarado a este gobierno putrefacto, llevándolo a la crisis política tan profunda en la que se encuentra la derecha hoy.
Las elecciones serán sólo un capítulo, la lucha continuará, habrá que construir un gobierno que realmente beneficie a la mayoría de la gente humilde, explotada y olvidada, como muchos nos lo señalaron durante el mitin, “de hecho, la lucha apenas comienza”…