Compartimos esta denuncia de estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria #6 de la UNAM y denunciamos la actitud de desprecio a las demandas legitimas y necesarias de la comunidad para asegurar el derecho al acceso a una educación gratuita y digna. Los comedores estudiantiles son una necesidad para asegurar un buen rendimiento y evitar la deserción escolar, por eso ¡vamos a luchar por ellos!
El 24 de enero los estudiantes organizados de Prepa 2 sentaron a las autoridades capitalinas en una mesa de trabajo donde se acordó la instalación de un comedor comunitario. Dicho comedor podía instalarse dentro o fuera del plantel, ello dependía de la disposición de las autoridades de la UNAM para firmar el convenio con el gobierno de la ciudad. Las autoridades universitarias no se presentaron a la mesa de negociación, imposibilitando que empezaran los trámites para la instalación del comedor dentro de la prepa 2 y demostrando que la presión ejercida que sí obligó a la autoridad capitalina a atender la demanda estudiantil no era suficiente para hacer lo mismo con las autoridades de la universidad. A pesar de no haber sido una victoria contundente, el tan sólo hecho de haber logrado el acuerdo con las autoridades capitalinas alentó a colectivos y organizaciones de otros planteles a sumarse a la demanda del comedor subsidiado. La primera escuela en hacerle eco fue la Prepa 6.
En Prepa 6 la demanda del subsidio ya se había planteado desde el pliego entregado a dirección el 30 de enero del 2024, es decir hace un año, donde se exigía la implementación del esquema de subsidio para la cafetería del plantel. La respuesta de las autoridades universitarias fue que tal esquema no existía y que la concesión había sido otorgada considerando tanto la calidad como el precio de los alimentos, y que en todo caso eso correspondía al Patronato Universitario, con lo cual la Dirección del plantel se deslindó de la demanda.
A raíz de la lucha por el comedor que emprendió Prepa 2, en Prepa 6 se impulsó otra vez la demanda del subsidio, sin embargo, no fue la única exigencia. En un pliego petitorio entregado por los colectivos Cubo y Furias a la administración del plantel el martes 4 de febrero, se exigió respuesta y cumplimiento a 12 demandas, incluyendo la del comedor subsidiado. En el pliego los colectivos exigían entre otras cosas, la instalación de una delegación de la Defensoría en el plantel, la reparación o en su defecto la compra de nuevos pupitres y proyectores para los salones, transparencia en el uso del presupuesto, y se instaba a las autoridades a dialogar con los académicos afectados por el proyecto de reorganización de los cubículos docentes.
En el pliego se establecieron 3 plazos de cumplimiento, dos de los cuales se vencían el jueves 6 de febrero, día en el que se tenía agendada una mesa de diálogo con las autoridades. En caso de incumplimiento, se harían votaciones para irnos a paro. Concretamente se pedían avances en el cumplimiento de demandas que se incluyeron en pliegos anteriores, así como pruebas de que se había convocado a los docentes al diálogo para presentar el proyecto de reorganización de los cubículos y aclarar las dudas de nuestros profesores al respecto.
El día jueves 6 al medio día la Dirección emitió un documento que daba respuesta a la totalidad de los puntos del pliego petitorio, dicha respuesta sería la que se discutiría en la mesa que tendría lugar una hora después. Debido a la gran asistencia, la mesa fue trasladada al auditorio Sonia Amelio. El orden del día propuesto por las autoridades fue revisar la totalidad de los puntos del pliego, a pesar de que eran muchos y para ese día en concreto se pedía la respuesta de puntos en particular. La táctica que usaron las autoridades fue la de desgastar la mesa y alargarla durante más de cinco horas. A las tres de la tarde solo se habían tocado tres puntos del pliego y no se había escuchado ninguna otra propuesta de parte de las autoridades para la solución de las demandas más allá de las que presentaron en el documento publicado esa mañana. La mesa no tenía carácter resolutivo a pesar de que esa había sido la exigencia de los colectivos y se le hizo saber a las autoridades y a todo el auditorio en al menos dos ocasiones. Además, en la mesa estaban presentes representantes de la Rectoría, de la SPAMSU y la DGENP, quienes son embargo, no se comprometieron a dar solución a algún punto y limitándose a justificar a las autoridades del plantel. Fue por ello que a las cuatro de la tarde aproximadamente se publicó el Google forms con las votaciones, mientras la mesa prosiguió con normalidad. Alrededor de las seis y cuarto, mientras se estaba llevando a cabo la mesa, se tomaron las instalaciones. Minutos después se publicaron los resultados de las votaciones, donde estaba ganando un paro indefinido, la condición de entrega de instalaciones sería el cumplimiento del 60% de las demandas del pliego.
Durante la toma de instalaciones, las autoridades alentaron a la confrontación entre los estudiantes que estaban a favor y los que estaban en contra del paro. Los que estaban en contra, era un grupo de 60 personas, algunas de ellas consejeros internos que horas antes en el auditorio emitieron comentarios del tipo “la escuela no tiene la obligación de alimentarnos” o “si no les gustan los precios de la cafetería compren afuera o traigan algo de su casa”, generando cierto repudio hacia ellos durante la mesa. Las autoridades del plantel dieron alicates a los estudiantes en contra del paro para que rompieran las cadenas que habían colocado los activistas encapuchados en las entradas. La violencia escaló alrededor de las 8 de la noche, donde el control de las entradas del plantel parecía que definiría si se lograba el paro o no. A las 9 de la noche inició la negociación por la firma de la carta de no represalias y la entrega de instalaciones. A pesar de que los colectivos sostenían que la toma seguiría, debido a la falta de personas en el plantel y la llegada de cada vez más autoridades de la DGENP, se tuvieron que soltar las instalaciones, acordando la continuación de la mesa de diálogo al día siguiente a la misma hora en el auditorio.
En la mesa de diálogo del viernes se planeaba terminar de revisar los puntos del pliego que habían quedado pendientes, que eran cinco, y posteriormente sumar los puntos que ya se habían tocado pero cuya respuesta no era la esperada por la comunidad, que eran prácticamente todos los abordados en la mesa del día anterior. La mesa se alargó más de 8 horas sin que se pudieran terminar de revisar todos los puntos que se tenían previstos en el orden del día, concluyendo solo porque los colectivos dijeron que debido a que nuevamente no se estaban llegando a acuerdos haríamos las votaciones para irnos a paro. Alrededor de las 11 de la noche el cuerpo directivo y las autoridades de la Rectoría y la DGENP imprimieron la minuta que habían estado redactado durante la mesa para que se firmara como un documento de acuerdos llegados durante la mesa.
En tal documento se repetía la primera respuesta dada el día martes al mediodía, solo separando los párrafos en frases y prescindiendo de cierta información. Los únicos compromisos extras que se lograron arrebatar tras las mesas de diálogo fueron que primero, las autoridades permitirían a colectivos el ingreso de personas de la facultad de arquitectura contactadas por colectivos para que realizaran el análisis de las paredes de los edificios con el fin de determinar si era cierto que no se podían realizar murales en la prepa debido a que podrían ocasionar daños estructurales, como ha aseverado la administración del actual director desde marzo de 2023. Y segundo, que las autoridades se comprometían a entablar diálogo con la autoridad capitalina para instalar el programa de comedores comunitarios en el plantel. Sin embargo, al momento de imprimir la versión final del acuerdo, y aprovechándose del desgaste y cansancio de los compañeros presentes, así como de la premura de algunos estudiantes por asegurar algún acuerdo después de más de 10 horas de diálogo, las autoridades cambiaron el nombre del programa por el de los comedores comunitarios móviles, el cual no se había solicitado, debido a que sabemos que lo ofertado por dicho programa es insuficiente para una comunidad de más de 5,000 estudiantes. De este cambio nos dimos cuenta el fin de semana, una vez firmados los acuerdos.
Debido a que la mayoría de los acuerdos resultaban insuficientes tanto para los colectivos como para la comunidad estudiantil, se exigió otra mesa de diálogo donde se buscaría llegar a más acuerdos que sí significaran soluciones a las problemáticas que señalamos en el pliego y modificar o ampliar los acuerdos que se plasmaron en la minuta. La mesa se agendó para el lunes a las 12 del día en el mismo auditorio.
La mesa del lunes fue mucho más breve puesto que se propuso una hora límite para dar por concluido el diálogo. Además, la presión ejercida por gran parte de la comunidad presente en la mesa para que se iniciaran las votaciones para el paro blindó de cierta forma a los colectivos de cualquier ataque o reclamo de las autoridades, puesto que estas se percataron de que los activistas tenían el respaldo de la comunidad, muy a su pesar. Tras las votaciones ganó la opción de un paro total de actividades de 5 días. Posteriormente se acordó con el cuerpo directivo del plantel así como con las autoridades de Rectoría que el paro concluiría a las 6am del lunes 17 de febrero.
La fecha de la próxima mesa de trabajo fue propuesta por las autoridades para el 26 de febrero, claramente como una medida para apagar el ambiente político de la prepa y que estemos más desgastados y con menos apoyo para la próxima mesa. Denunciamos las medidas de desgaste ordenadas desde la Rectoría para debilitar los movimientos estudiantiles en las escuelas. Consideramos que el hecho de que en estas mesas de trabajo y durante la toma del jueves 6 las autoridades se hayan mostrado tan hostiles con los colectivos y permitido la violencia en nuestra contra no es casual. Las autoridades saben de la fuerza con la que se está levantando la demanda de los comedores subsidiados dentro de los planteles y buscará impedir que se expanda dentro de la UNAM.