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El pasado mes de abril, la plataforma HBO estrenaba la serie documental, formada por cuatro episodios, “Exterminad a todos los salvajes”, dirigida por Raoul Peck –el director de El joven Karl Marx–. La docuserie parte de su experiencia familiar y cómo tuvieron que abandonar Haití huyendo de la dictadura de Duvalier, para hacer una radiografía de la explotación más sangrante que los negros y los indios sufrieron durante siglos a través de la esclavitud, el genocidio y el exterminio de pueblos enteros a manos del capital.

Los capítulos analizan desde el descubrimiento de América hasta nuestros días, pasando por el exterminio de los indios en Estados Unidos y la matanza reiterada de los pueblos africanos a manos del imperialismo británico, belga, francés y alemán. También se relatan episodios de resistencia contra este dominio colonial. Un caso que el director analiza es el de la Revolución haitiana de 1791, el primer levantamiento revolucionario en América Latina, totalmente escondido por los historiadores burgueses, que culminó con la abolición de la esclavitud en la colonia francesa de Saint-Domingue y con la independencia del territorio en 1804. La Guerra de la Independencia Americana o la Revolución francesa, también son analizadas en la serie.

Otro de los episodios históricos que se documentan es la época colonial en el Congo Belga, conocida por la violencia y brutalidad contra la población nativa. La región, dominada personalmente por el rey Leopoldo II de Bélgica, fue un cortijo privado utilizado para el enriquecimiento del monarca mediante la extracción del caucho natural. Y las técnicas para conseguir sus objetivos fueron el exterminio y el genocidio más atroz. Los administradores europeos de las tierras eran libres de complacer su propio sadismo, amputaban las manos de sus trabajadores como forma de castigo, los flagelaban, violaban a las mujeres, y los obligaban a trabajar jornadas de 16 horas por un plato de comida. Muchos eran directamente asesinados. Así fue como el capitalismo imperialista cosechó sus riquezas en África, Asia y América.

En la serie también se dedica un importante apartado a abordar el Holocausto nazi. Como el director apunta: “Hitler y el Holocausto fueron consecuencia de toda la política de exterminio llevada a cabo por el colonialismo”. El dictador nazi tomó nota de los métodos de los colonos estadounidenses contra la población indígena para llevar a cabo su represión asesina contra los judíos.

Uno de los aspectos más interesantes es el análisis que Raoul Peck traza sobre la construcción de la primera potencia mundial. Cuando se habla del nacimiento de EEUU se suele decir que nació como “un país libre, democrático, sin casi violencia”. Este documental desmonta totalmente esa visión. El capitalismo estadounidense se forjó con la sangre de la clase trabajadora y la población más oprimida: los nativos americanos y los esclavos africanos. A los primeros, los capitalistas blancos les quitaron el 97,7% de sus tierras, y libraron más de 108 guerras entre finales del siglo XVIII y principios del XX. En 1850, la recién creada Ley de Gobierno y Protección de los Indios, daba carta blanca para esclavizar a los adultos. Su religión fue prohibida y millones de vidas aniquiladas. En el siglo XIX, había más de 600.000 esclavos sobre suelo americano –cada dueño tenía una media de 10 esclavos– que trabajaban en los campos de algodón del Sur en condiciones infrahumanas. Así se construyó el capitalismo en la primera potencia mundial. De hecho, entre 1518 –fecha en la que comienzan a llegar esclavos africanos a tierras de América– hasta 1867 –cuando se abole sobre el papel la esclavitud en la mayoría de países–, un total de 10 millones de esclavos fueron secuestrados en África y llevados a América.

Sin embargo, a pesar de esta prohibición legal, tanto ayer como hoy, la segregación, el racismo contra la población afroamericana, india o latina sigue a la orden del día. El capitalismo y la discriminación racial van de la mano. Un año después del levantamiento de masas en Estados Unidos por el asesinato de George Floyd, o en un momento donde el hallazgo de centenares de tumbas en los antiguos internados para niños indígenas en Canadá está desnudando el papel de la Iglesia Católica como baluarte del sistema, series como ‘Exterminad a todos los salvajes’ se convierten en un visionado obligatorio para seguir profundizando en un pasado conscientemente ocultado y en la necesidad de tumbar este sistema criminal.


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