La crisis en la cual se encuentra sumido el sistema capitalista se está volviendo cada vez más insoportable para los trabajadores, por más que Calderón y su grupo de secretarios digan por todos lados que todo va mejorando, la realidad que vivimos día a día los trabajadores mexicanos es cada vez peor. La derecha es totalmente incapaz de mejorar la cosas y dar una alternativa que beneficie las condiciones de vida de la clase trabadora; todo lo contrario, si ésta sigue en el poder seguiremos teniendo más explotación, hambre y violencia que nos lleve a una situación de completa barbarie.
Es por ello que se vuelve una necesidad cada vez más imperante asestarle una duro golpe a la burguesía y a sus títeres en el poder representados por los gobiernos de derecha (PRI y PAN). El proceso electoral que se avecina en 2012 se presenta como una gran oportunidad de lograr ese cambio que necesita nuestro país. Sin embargo tenemos que tener en cuenta que el proceso electoral por sí mismo no resolverá nada, lo que tenemos que hacer es usar las elecciones de 2012 como una alternativa de lucha para derrotar a la burguesía, es decir, no basta con hacer llamados a votar por un programa de izquierda, sino que esto tiene que ir acompañado de serios llamados a la organización y movilización de la clase trabajadora, levantando la consigna de la unidad del movimiento bajo un programa que rompa totalmente con el actual régimen basado en el capitalismo.
El Movimiento de regeneración Nacional (Morena), sin duda alguna ha logrado aglutinar una amplia capa de sectores explotados, convirtiéndose en el movimiento de masas más grande de este país. Trabajadores, campesino, amas de casa, jóvenes, nos hemos identificado claramente con este movimiento y lo hemos impulsado con el trabajo cotidiano; esto ha logrado que la base social de la izquierda pueda generar una organización capaz de derrotar a la derecha. A pesar de la supuesta fortaleza del PRI difundida y alimentada por los medios de comunicación, la realidad es que las grandes mayorías desposeídas de este país, nos identificamos más claramente con un programa de izquierda. Un ejemplo claro de esto es la manera en la que la gente acude a cada llamado de AMLO; nadie puede negar que Obrador sea el único político capaz de llenar cualquier plaza pública del país, así como tampoco nadie puede negar el arrojo y la energía demostrado por los miles de simpatizantes y militantes de Morena.
Sin embargo, con el arrojo demostrado por los trabajadores para salir a la lucha, no es suficiente. Se necesitan también una dirección y una política revolucionaria a lo interno de nuestro movimiento. Morena, sin duda alguna, representa una verdadera alternativa de lucha para los explotados mexicanos, es por ello que este movimiento debe dar un giro más marcado hacia la izquierda, y utilizar el proceso electoral, como un paso adelante en la lucha por la expropiación de la burguesía y poner el poder en manos del pueblo.
En este sentido, es necesario derrotar a la derecha desde la elección interna del candidato de la izquierda. Las maniobras por parte de los sectores de derecha a lo interno del PRD, que han traicionado una y otra vez los principios de nuestro movimiento, encaminadas a impulsar la candidatura de Marcelo Ebrard, no es más que un intento por cerrarle el paso a AMLO y dejar sin alternativa electoral a la clase trabajadora. Por ello tenemos que plantear claramente que los métodos propuestos por las direcciones de los partidos (PRD, PT, Convergencia) basados en las encuestas, para la elección de candidato de las izquierdas es totalmente riesgoso y fraudulento, ya que deja todo el proceso en manos de las direcciones de dichos partidos y excluye totalmente la participación de las bases de Morena y del PRD. Además de que cada vez es más claro que Marcelo Ebrard, más que representar los intereses del pueblo, se acerca más a las políticas defendidas por la burguesía y sus títeres en el poder.
Es por ello que las bases de Morena, PRD, PT, convergencia, debemos manifestarnos claramente en contra de estos métodos, y del mismo modo AMLO también debe plantear abiertamente las intenciones de los chuchos. ¡Ya basta de seguir conciliando con los personajes que una y otra vez nos han traicionado! Las declaraciones de AMLO en el sentido de aceptar los mecanismos de elección del candidato de la izquierda propuesto por las direcciones de los partidos, así como aceptar los resultados de las encuestas, reflejan esta contradicción de su política, y crea confusión en algunos sectores del movimiento que ven claramente a Ebrard como un elemento traidor al movimiento. Dejar abierta la posibilidad de que él sea el candidato solamente abona el terreno con más dudas y desánimos. Tenemos que ser muy claros en el sentido de que la llegada de Obrador al poder no solo representa un cambio de gobierno, sino un paso más en nuestra lucha por derrotar a la oligarquía, y en este sentido dejar abierta la puerta para un posible fraude de los chuchos, representaría pasos atrás en nuestro objetivos de cara al 2012.
Es necesario que esta política de AMLO de un giro hacia una política revolucionaria, haciendo llamados fuertes a la movilización contra el intento de fraude por parte de los chuchos traidores y poner al PRD al servicio del movimiento, de cara a que realmente sea una herramienta electoral en beneficio de los trabajadores. Obrador debe rechazar abiertamente la propuesta hecha por los partidos para la elección interna y llamar a que la elección de candidato debe garantizar la participación amplia y activa de las bases de Morena, PRD, PT y Convergencia, donde dichas bases intervengan tanto en la organización como en la vigilancia permanente del proceso. Así mismo debe plantear claramente que el método de la encuesta es totalmente fraudulento y proponer que este proceso se a través de elección abierta con urnas, donde el control de estas urnas involucre la participación de las bases a través de los comités territoriales, municipales y seccionales.
Un gobierno de izquierda es totalmente posible, como lo era en el Estado de México, pero solo a través de la movilización y la lucha organizada de los trabajadores. Las elecciones del pasado 3 de julio en el Edomex dejó clara una cosa: la batalla meramente electoral o solo por la vía legal es totalmente insuficiente, un gobierno de izquierda es posible combinando los aspectos de la democracia parlamentaria (elecciones) con la lucha revolucionaria de los trabajadores, haciendo un llamado a todos los trabajadores del país a la unidad del movimiento e impulsar una huelga general que demuestre claramente quien tiene el poder y así poder arrebatarle de manera real el poder a la oligarquía
