escrito por Samuel Santibáñez
En defensa del marxismo es una compilación de escritos del gran revolucionario ruso León Trotsky, durante el periodo que va del 12 de septiembre de 1939 al 17 de agosto de 1940, es decir, tres días antes de su muerte en la Ciudad de México.
Los temas son muy variados y en cada uno de ellos establece, con un método estricto e implacable, el método dialéctico, la defensa de la URSS que en esa época estaba bajo el dominio de la dictadura estalinista, durante la Segunda guerra mundial. Tanto el imperialismo capitalista como la burocracia estalinista esperaban impacientes, que el creador del Ejército rojo vituperara a la URSS dado que se le había exiliado y se había asesinado, desaparecido o encarcelado a la mayoría de su famiia y sus colaboradores de la Oposición de izquierdas. Sin embargo, lejos de ello, León Trotsky estableció la estrategia y táctica precisas para defender a la URSS y como consecuencia, a las ideas del marxismo, ensangrentadas y monstruosamente distorsionadas por el estalinismo.
La compilación En defensa del marxismo también aborda una serie de cartas a los principales dirigentes del SWP, Patido Socialista Obrero, de Estados Unidos. Establece un debate sobre diversos tópicos de la construcción del partido marxista que hoy día siguen siendo totalmente vigentes; debates en torno a las recurrentes y nada innovadoras ideas pequeñoburguesas y de clases ajenas a la clase obrera: “Toda discusión seria”, dice Trotsky, “lleva de lo particular, incluso accidental, a lo general y fundamental. En la mayor parte de los casos, las causas inmediatas de la discusión tienen un interés meramente sintomático. Sólo tienen significación política actual aquellos problemas cuyo desarrollo es discutible. Para ciertos intelectuales, ansiosos de denunciar el "conservadurismo burocrático" y exhibir su propio "dinamismo político", las discusiones sobre la dialéctica, el marxismo, la naturaleza del estado, el centralismo, surgen ‘artificialmente’ y toman una dirección ‘falsa’. Pero el nudo del problema es que la discusión tiene una lógica objetiva, que no coincide con la lógica subjetiva de individuos y grupos. El carácter dialéctico de la discusión procede del hecho de que su curso objetivo se determina por el conflicto vivo entre tendencias opuestas, y no obedece a ningún plan lógico predeterminado. El carácter materialista de la discusión se debe a que refleja las presiones de las distintas clases. Por eso, la actual discusión dentro del SWP se desarrolla, como todo proceso histórico ... de acuerdo con las leyes del materialismo dialéctico. No podemos escapar de esas leyes”.
El texto incluye todo un tratado de la defensa de las ideas del marxismo, que se erigen como auténticos elementos de apoyo práctico para la construcción actual del partido. Documentos como: “Los moralistas pequeñoburgueses y el partido proletario”, “De un arañazo al peligro de gangrena”, “La renuncia al criterio de clase”, o, “La pequeña burguesía y el centralismo”, son invaluables aportes teóricos para las nuevas generaciones de marxistas.
Por último, decir que Trotsky aporta en este libro elementos geniales de la ciencia dialéctica. En unas cuántas líneas establece magistralmente la defensa de posiciones filosóficas claves del marxismo en escritos como: “Escepticismo teórico y eclectiscismo”, “El ABC del materialismo dialéctico”, o, “Lo abstracto y lo concreto; economía y política”, son escritos de cabecera para cualquier marxista realmente dedicado y sobre todo, significan significanuna puerta muy amplia para los jóvenes revolucionarios que deben prepararse con ahínco ante este maravilloso periodo revolucionario que nos ha tocado vivir.