Exigimos dignificación del trabajo docente
Con las huelgas de los trabajadores y docentes universitarios en diversas partes del país ha quedado claro que dentro de las Universidades hay quienes viven maravillosamente (Rectores, funcionarios y alta burocracia) y quienes con su salario no alcanza para las necesidades más básicas (trabajadores, adjuntos, profesores de asignatura, administrativos).
A estas huelgas, completamente justas y legítimas, se les suman ahora los paros de 72 horas programados del 2 al 4 de abril por parte de los cinco Colegios de Ciencias y Humanidades de la UNAM bajo las demandas de: aumento salarial, basificación, claridad a la hora de la contratación, jubilación digna, apoyo a la capacitación y actualización y derecho real a ascensos conforme a desempeño y antigüedad.
Mientras el Estado mexicano y la burguesía nacional se jactan de poseer la mejor casa de estudios de América Latina, no dicen que más del 70% de los profesores que laboran en ella viven en la precariedad laboral recibiendo bajos salarios, pagos a destajos y nulos apoyos. La UNAM cuenta con 31,792 profesores de asignatura y 4,641 ayudantes de profesor, de una plantilla total de 40,578 docentes. Y aunque la UNAM ha declarado que el 60% del presupuesto destinado se destina a docencia, conforme a sus propios datos de transparencia sólo el 12% de ese presupuesto se destina realmente a salarios de profesores y ayudantes.
Precisamente esta vulnerabilidad los expone al amedrentamiento constante de parte del departamento jurídico de los planteles amenazándoles con despido o sanciones, inhibiendo la participación de muchos profesores en la lucha organizada, muchos tienen miedo al despido.
Es realmente aberrante que del poco dinero que el Estado destina a la educación pública, que obtiene mediante los impuestos de las y los trabajadores, incluso muchos de ellos no pueden mandar a sus hijos a las universidades públicas, sea utilizado para hacer más ricos a los que de por sí ya tienen las manos llenas.
Todos juntos venceremos
La dignificación del trabajo de nuestros profesores es una necesidad real y urgente, las y los compañeros del Sindicato de Estudiantes nos sumamos a su grito de exigencia por un aumento salarial del 50% a todos los profesores de asignatura, así como plenos derechos laborares a los trabajadores adjuntos. Como los trabajadores de la UAM exigimos la redistribución del presupuesto existente a la par que exigimos ni un centavo menos a la educación, todo lo contrario, pugnamos por un aumento al presupuesto a la educación de manera inmediata, queremos que destine el 10% del PIB ¡Ya!
Apoyamos firmemente los paros convocados, ya que la lucha y movilización si sirve, como lo han demostrado las y los trabajadores de Matamoros que a través de una huelga general unitaria lograron ganar y vencer a uno de los sindicatos más asesinos y mafiosos del país, así como a los patrones transnacionales. Los estudiantes no debemos de tener un papel pasivo en esta batalla, participemos en el paro activamente para la solución de las demandas, ya que las mejoras en sus condiciones labores también repercute en nuestro desempeño escolar.
Nuestros profes en muchas ocasiones tienen que tener hasta dos o tres empleos para completar el salario, dejando nada de tiempo para preparar las clases y eso lleva en la mayoría de los casos a un rendimiento no esperado en clase.
Nos reusamos a ser utilizados por parte de las autoridades para presionar al profesorado que no realice los paros, nuestros profesores no son los culpables del estado decadente de nuestra educación, todo lo contrario, ellos hacen mucho más de lo que les corresponde en grupos que por pedagogía deberían de tener 25 alumnos como máximo y sin ningún tipo de herramientas auxiliares. Los auténticos culpables y que ahora tratan de confrontarnos con nuestros profesores son los altos funcionarios y directivos que ven en la educación un jugoso negocio donde hacerse más ricos y no un derecho para los hijos de los trabajadores.
A 20 años de la defensa de la educación publica
El próximo 20 de abril se cumplen 20 años del inicio de la huelga más larga que la UNAM ha presenciado. Alumnos, trabajadores y docentes llevaron a cabo una proeza que tenía por objetivo defender la universidad para el pueblo. Gracias a esa generación los 360 mil estudiantes hijos de trabajadores actualmente inscritos podemos tener acceso a la educación y no una elite como se pretendía. Las lecciones de esa lucha, como es el golpear juntos contra un mismo enemigo debemos de rescatarlas para vencer en la reciente batalla. Apoyar a nuestros profesores es defender puestos dignos de trabajo al finalizar nuestros estudios, su lucha es nuestra lucha.
¡Maestro luchando, también está enseñando!