Este año lo inauguro la clase obrera norteña con una gran demostración de fuerza por parte de las y los obreros maquiladores de Matamoros, Tamaulipas. Esta lucha ha sido ejemplar, histórica y una inspiración para el conjunto del movimiento obrero. Han desafiado a la CTM, una de las centrales sindicales más grandes y gansteriles del país, han defendido que no sólo necesitamos un aumento salarial directo sino también la conservación de nuestros derechos y sindicatos democráticos y de clase. Porque estos derechos no son dádivas de ningún burgués caritativo, porque nuestros derechos nunca se han negociado, se han defendido y se han ganado de la forma que hoy nuevamente ustedes, el MOM 20/32, ejemplifican: luchando, retomando la herramienta de la huelga, los paros escalonados, la movilización en las calles y la reivindicación de un sindicalismo de combate, de acción y clasista.
Las y los trabajadores y en conjunto con su dirección del Movimiento 20/32 han planteado la conformación de un sindicato independiente y combativo. Este es gran un paso totalmente necesario hacia adelante para organizarnos de forma permanente con el objetivo de recuperar las señas de identidad que hicieron de los sindicatos una herramienta poderosa en la lucha de la clase obrera contra los patrones y con la que conquistamos derechos laborales, sociales y políticos que hoy están amenazados o simplemente han sido arrebatados.
Es por eso que desde Izquierda Revolucionaria saludamos con mucha combatividad y gozo la entrega de nota del Sindicato Nacional Independiente de Industria y Servicios 20/32. Uno de los mayores obstáculos para la clase trabajadora, históricamente y en la lucha del 20/32, fue el papel de la CTM, tradicionalmente vinculada al gobierno y a la patronal, esta Central traicionó abiertamente a los trabajadores, primero negándose a emplazar a la huelga, retrasando u omitiendo el trámite formal para el emplazamiento para provocar la ilegalidad de la misma, cómo ocurrió en Coca-Cola, incluso jugando el papel de esquiroles y golpeadores, controlando el transporte para que las y los trabajadores no lleguen a las protestas o asambleas.
Este movimiento histórico de huelgas, se logró pese a las direcciones sindicales, éste les paso por encima arrasándolas y exhibiéndolas cómo el freno que son para la lucha obrera. Por esta razón, una de las conclusiones principales del movimiento es la necesidad de recuperar o conformar sindicatos realmente independientes que permita la organización democrática y combativa de los trabajadores.
Entendemos que el origen de los graves problemas que padece la clase obrera es el propio sistema capitalista. Por tanto, los trabajadores no debemos limitarnos a luchar contra sus efectos, debemos luchar también contra la causa. Necesitamos un sindicalismo anticapitalista y que enmarque su acción en el combate contra este sistema opresor y esclavizante, que luche por una sociedad distinta. De lo contrario, un modelo sindical que se limita a actuar como regulador del conflicto entre obreros y patrones, conduce a la desmovilización, a la pérdida de derechos y a actuaciones tan indignas como las que vemos hoy en día en la CTM, CT, CROC y CROM.
Estamos asistiendo al amanecer de la revolución obrera, esto apenas comienza, como lo demuestran los recientes paros en las plantas de distribución de la Coca-Cola en la CDMX. En este escenario los batallones de la clase obrera comienzan a tomar la escena y han venido para transformarlo todo de raíz y en medio de todo este contexto, el MOM 20/32 sin duda está dejando su estela de lecciones, experiencia y fuerza.
¡Viva la lucha de la clase obrera!
¡Obreros del mundo, unirse y vencer!