El gobierno de Jalisco encabezado por Enrique Alfaro Ramírez perteneciente al Partido Movimiento Ciudadano ha decretado un aumento en el costo del transporte en la Alcaldía de Guadalajara pasando de $7 a $9.50 (en realidad $10) significando un aumento del 35 por ciento en el tren ligero, macrobús, camiones y trolebús. Este abuso e imposición ha sido rechazado por el grueso de jóvenes y trabajadores en la capital del estado jalisciense. Y la respuesta del gobernador no se ha hecho esperar, ha respondido de la única forma que concibe un político salido de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), con la represión.  

Si hay dinero, pero lo tienen los ricos

Bajo el argumento de estar el transporte público al punto del colapso, Alfaro, como todos lo demás políticos, trasladan hacia las espaldas de la juventud y los trabajadores el costo de este tipo de servicios públicos que el Estado bien puede financiar de las arcas gubernamentales, arcas que se llenan diariamente con nuestros impuestos. Sin embargo, estos políticos mafiosos se hacen ricos robando las finanzas del Estado usándolos para beneficio propio, dándose una vida de privilegios.  

Bajo la idea falsa de falta de presupuesto, también se justifica la entrada de capital privado, otorgando concesiones a empresas como ADO, CAF, Sacyr, OHL o Ferrovial para la construcción y gestión del trasporte, se afirma que la iniciativa privada garantiza calidad, seguridad, eficacia y cero corrupciones. Pero lo que vemos es todo lo contrario, estas empresas son famosas por pagar sobornos para el otorgamiento de los contratos, haciendo en muchos casos socios a los políticos, esto es un negocio redondo, estos vampiros chupa recursos no sólo se roban nuestros impuestos, sino que también amasan su fortuna con el dinero que diariamente nosotros pagamos usando el transporte.  

Bajo la lógica de este sistema, si deseas “eficiencia” y “calidad”, págala. Con esta idea empresarial, encarecen los servicios básicos y, en general, nuestra vida, cuando la realidad es totalmente distinta. Al contrario, no vemos ni por asomo que la privatización mejore o aumente nuestra calidad de vida, el transporte sigue teniendo deficiencias, carestías y hacinamiento; el salario no alcanza para pagar estos aumentos, nuestra economía se va como la mugre en el lavadero cubriendo transporte y medio comer.

Ante lo anterior nos solidarizamos con esta lucha y exigimos: Abrir las cuentas del Estado y redistribución del presupuesto orientado a las necesidades reales del pueblo. Exigimos un transporte público subsidiado totalmente por el Estado, a bajo costo, digno, eficiente y suficiente, por lo tanto, exigimos la estatización del transporte sin indemnización a las empresas, ya se han robado mucho. Administrar el transporte público bajo control de los empleados y trabajadores para una real planificación conforme a las necesidades del servicio. 

¡Renuncia Alfaro!

Este robo, ha sido respondido por parte de la juventud y los trabajadores ya con tres marchas generales, diversas manifestaciones y conformando la asamblea popular contra el tarifazo, pero extendiendo su lucha más allá de oponerse al aumento, sino también exigiendo la renuncia de Alfaro y su casta política de la UdG. El tarifazo fue la gota que derramo el vaso de una gestión totalmente corrupta, criminal y para los ricos.

Alfaro también se ha distinguido por sus vínculos con el crimen organizado y gobernar con la bota y el tolete. Un ejemplo de ello es el ataque del pasado 26 de julio, donde un grupo de compañeros realizaba un metro popular como protesta, siendo golpeados, heridos, desaparecidos por horas, detenidos y acusados de cargos federales. Ahora recientemente a formado la Policía Metropolitana, siendo con ello toda una declaración de guerra contra el pueblo que decida luchar contra el gobierno, el tarifazo, el crimen organizado y la mafia de la UdG y la FEU.

La juventud está jugando un papel importante en esta batalla, resintiendo mucho el gasto de transporte a ya de por si una economía precaria, también están hartos de la violencia y desapariciones, de la represión ejercida por el Estado, a través de su policía y de su grupo de choque como la FEU, nuestras escuelas están infiltradas de esta gente que dicen defender nuestros derechos pero son realmente un trampolín político, una pantalla para hacer fraudes y como grupo porril contra nuestras luchas y protestas. Es por eso que, ante este nuevo ataque, nos lanzamos a la lucha. 

Por ello respaldamos la consigna de nuestros hermanos jaliscienses exigiendo la renuncia de Alfaro, podemos conseguirlo extendiendo la movilización, haciendo crecer la Asamblea como un órgano realmente representativo del pueblo oprimido y trabajador de Guadalajara. Rompamos también el aislamiento, vinculemos esta lucha con demás movimientos, municipios y sus demandas.