Nueve han sido las renuncias de funcionarios pertenecientes al gobierno del gobierno de López Obrador durante estos primeros meses, incluidos personajes del círculo más cercano del presidente durante el último periodo como Carlos Urzúa a la Secretaria de Hacienda, German Martínez en el IMSS, o Josefa González Blanco en Semarnat. Las otras seis renuncias son de personajes que encabezan instituciones o direcciones generales.
Las causas han sido diversas, algunos planteando diferencias profundas por la forma en como el presidente está lanzando algunas iniciativas de gobierno, y en otros casos argumentando situaciones personales. Sin embargo, lo que esto refleja de fondo es la profunda heterogeneidad que existe dentro del gobierno que se plantea como la cuarta transformación.
Uno de los aspectos más importantes de la época es la imposibilidad de llevar a cabo una política basada en la conciliación de clases. AMLO, dice que se necesita un gobierno para todos, y desde la democracia formal esto suena muy bonito, pero desde la realidad, es imposible, dado que existen intereses de clase totalmente contrarios: el empresario quiere reducir gastos de producción pagando salarios cada vez más bajos y el trabajador está en una lucha constante por mejorar sus salarios y sus condiciones de vida. Esta contradicción es la que hay que resolver.
Esta forma de concebir los procesos sociales por parte de AMLO, es lo que lo ha llevado a tener dentro de su gobierno a personajes abiertamente de derecha que incluso defienden una política neoliberal. Bajo esta idea de gobernar para todos y conciliar los intereses de las clases, lo que en realidad está pasando es que se permite la entrada de sectores que se oponen a una verdadera transformación social aunque utilicen un discurso en este sentido.
Desde la campaña electoral se realizaron una serie de alianzas con sectores totalmente contrarios a los intereses del pueblo, esto se hizo bajo la idea de ganar las elecciones a toda costa y ya en el gobierno iniciar la transformación. Sin embargo, esas alianzas tendrían un costo y es lo que se está pagando ahora con todas esta renuncias que se ha generado en el gobierno de AMLO, aunque esto solo expresa una parte de todo un proceso que tiene que ver con diversos factores. En primer lugar este es un gobierno sin un programa claro y homogéneo para transformar la sociedad y que se basa en la idea un solo hombre, tomando como bandera la lucha contra la corrupción, que puede tener muy buenas intenciones pero que al final aplica una política que solo favorece al capitalismo, esto da pie a la convivencia dentro de MORENA de todo tipo de tendencias, incluso de derecha.
Otro aspecto, tiene que ver con el hecho de que desde la construcción de morena se dejó de lado la formación política y de cuadros en torno a un programa político y definido desde las bases y apegado a las necesidades del movimiento social y, por el contrario, siempre se apelo a poner en los puestos de dirección a personajes que tuvieran cierta fama, aunque no concordaran del todo con los principios bajo los cuales se supone que se estaba conformando dicha organización política.
Esto generó que desde su nacimiento Morena fuera una organización donde convivían una serie de ideas y sectores con posiciones muy contrarias en cuanto a cómo impulsar los cambios que tanto necesita nuestro país.
Estos aspectos se conjugan con una situación en la que AMLO aplica una política paternalista basada en su propio liderazgo, pero sin incluir a las bases que le dieron la victoria el 1 de julio del año pasado, es decir, los sectores mas explotados de la sociedad y que son los que más impulsarían un verdadero cambio. En conclusión, las renuncias expresan la heterogeneidad del gobierno, su debilidad derivada de esta, y la presión de las fuerzas de derecha que quieren retomar el poder. López Obrador debe decidir si se sigue apoyando en estos sectores de derecha, o realmente impulsa un movimiento de masas, basándose en la lucha y la movilización de los sectores más pobres, muchos de ellos jugaron un papel de base en la conformación de MORENA y es el pueblo quien tiene mayor claridad de que el combate es derribar al capitalismo y no solo reformarlo.