Este 1 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador se dirigió por tercera vez al pueblo trabajador, que le voto en las pasadas elecciones, para informar de los avances y trabajo de la 4ta Transformación.  

A lo largo de su discurso AMLO insistió en dos ideas fundamentales: “el gobierno actual representa a todos, ricos y pobres” y “promover el desarrollo económico, redistribuyendo el ingreso “, con el cual enfatiza, “no puede haber acumulación de riqueza sin reparto equitativo de ella”.

Sin embargo en este sistema, para que haya riqueza, una minoría que es dueña de los medios de producción, oprime y expolia de todo derecho a la inmensa mayoría de la población. La historia nos enseña que en épocas de boom capitalista los banqueros, empresarios y sus gobiernos se vieron obligados a otorgar algunos derechos y un relativo estado de bienestar, pero aún teniendo las condiciones económicas para ello, nada se dió sin la lucha organizada de los explotados.

Pero ahora se vive un nuevo periodo histórico, se vive una crisis histórica de la economía mundial y a pesar de las buenas intenciones de AMLO, esta impactará con todo su rigor a nuestra economía y obligara a los empresarios - sentados hoy en primera fila de Palacio Nacional – no sólo a fortalecer los mecanismos de explotación laboral, sino también a arrebatar lo poco que hemos conseguido con décadas de luchas.

Cambios cosméticos, pero no de fondo

Conforme al pasado, las acciones enumeradas son una diferencia abismal respecto a los gobiernos de la derecha. Por ejemplo: la propuesta de eliminación del fuero a los políticos, el impulso de consultas populares para todas las medidas gubernamentales, el combate a la corrupción, la reducción en un 94 por ciento del robo de combustible, significando la recaudación de 50 mil millones de pesos; la cancelación de condonación a impuestos a las grandes empresas; reducción los privilegios de los políticos, como los altos salarios, así como contratación de oficinas, viáticos, personal de servicio privado, cancelación de pensiones a expresidentes, etcétera.

En el terreno económico se enfatizó en cuatro medidas: fortalecer la economía popular, o sea el consumo interno, impulsar proyectos para la economía regional, fomentar la participación de la iniciativa privada y promover del comercio exterior y captación de la Inversión Extranjera Directa (IED). El país a atraído en IED 18 mil millones de dólares, convirtiéndolo en el primer socio comercial de EU pero a costa del despojo de nuestras comunidades y explotación salvaje en las maquilas y fábricas de las multinacionales, en el informe se insiste en los proyectos del Tren maya y Transísmico significando 230 km de zona libre o franca para instalación de industria.

Un sector importante de la población aun tiene bastante confianza en el actual gobierno y es alimentada por tímidos avances en un contexto de precariedad total: el aumento salarial del 16% significó que sectores aún minoritarios ganen cerca de 11 mil 580 pesos mensuales, si bien esto ha sido histórico, un sector del empresariado se ha negado a aceptarlo como regla, especialmente en el caso de la industria maquiladora y trata de paliar la reducción de sus ganancias recortando el personal. Aumentar el salario y crear empleos dignos está bien, pero no es suficiente, el trabajo debe ser repartido en todas las manos existentes bajo un régimen de 6 horas laborales. De lo contrario todo se queda en buenos deseos.

En el caso de la juventud han sido empleados 930 mil millones de pesos en el proyecto “jóvenes construyendo el futuro”, sin embargo, este no ha eliminado la precariedad en este sector. Queremos un empleo digno al finalizar nuestros estudios, no queremos ser mano de obra gratis para las empresas, que además nos explotan sin ningún tipo de prestación. Si bien se han otorgado 10 millones 90 mil pesos de becas en todos los niveles educativos, significado 60 mil millones de pesos al año, esto contrasta con los millones de niños y jóvenes que no tiene cubierto el derecho a la enseñanza. No queremos que la educación sea un privilegio para unos pocos, queremos que sea un derecho para todos, exigimos una partida presupuestal del 10% del PIB para la educación.

Los grandes ausentes: el pueblo y las mujeres que luchan

Fue impactante que, en más de hora y media de discurso, AMLO invisibilizara la problemática que atravesamos las mujeres trabajadoras y jóvenes, no dijera ni una sola palabra sobre la magnificas manifestaciones de las últimas semanas. Ninguna propuesta fue mencionada al respecto, es lamentable y da aún más elementos para que el movimiento continúe llenando la calle exigiendo justicia e intentando arrebatar sus derechos.

Por otro lado, que el informe haya sido a puerta cerrada, es un error, este tipo de acciones deben ser dirigidas al pueblo y así darle importancia a que el pueblo tenga la oportunidad de avalar o rechazar las propuestas. Esta actitud está relacionada con la conferencia matutina donde se invitó a empresarios como Carlos Slim a ser ponente, dando muestra de buen gesto y de apertura con el empresariado, contrario a ello, los trabajadores estamos siendo relegados de la decisiones, acciones y propuestas nuevamente, no se puede gobernar para dos amos, y esta contradicción se tendrá que resolver de una u otra manera.  

 

 


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