¡Fuera Moctezuma Barragán y las televisoras de la SEP!
La educación a distancia, híbrida y Aprende en casa II han sido anunciadas por el gobierno federal y universidades con bombo y platillo, algunos de sus puntos, calificados como logros históricos, incluso tenemos al Secretario de Educación hablando diario en los medios para tratar de convencernos que estamos por vivir lo mejor de la educación en la historia de la patria. Sin embargo, la realidad es muy diferente.
Los estragos de la pandemia
Como se ha demostrado en estos meses la pandemia se ha cebado entre los trabajadores y los pobres; los muertos y los peores efectos se han concentrado en las zonas pobres y marginales de las ciudades, en los hospitales públicos y en la precaria economía de millones que apenas sobreviven. Las niñas, niños y jóvenes de las familias humildes han enfrentado un nuevo obstáculo para mantenerse en la escuela.
Los propios datos de la SEP son reveladores: 10% abandonaron sus estudios, 2.5 millones de alumnos dejaron la escuela; en un escenario económico que hace aún más difícil su regreso. Aunados a estas cifras está el rezago en cobertura y el abandono escolar ya existente en el país. Pero la exclusión escolar no empieza ni mucho menos, termina ahí. Quienes se quedan lo hacen en condiciones muy difíciles.
Exclusión educativa
Con la actual política del gobierno federal, la educación pende de un hilo con las compañías de telecomunicaciones, televisión e internet. El acuerdo con las televisoras privadas no solamente representa su exculpación como enemigos de todo progreso social en el país, también significa más activos económicos públicos trasvasados al mercado privado. Para Televisa significa un salvavidas ante su debacle económico y para ambas un jugoso negocio, pues no solamente es lo que el gobierno pagará directamente, sino que después del anuncio hecho por la SEP, las acciones en bolsa de ambas registraron un alza.
Si bien los contenidos de las transmisiones quedan formalmente en manos de la SEP, el acuerdo es una entrega de la educación pública a las manos de la burguesía y un avance de la privatización. Cabe mencionar que todo esto se ha hecho en detrimento de la infraestructura, la investigación pública y la experiencia docente a distancia que se ha acumulado durante décadas de esfuerzos a pesar de todo gobierno.
En el caso de la educación media y superior, el hilo es el cable de las compañías de internet. La cosa es muy simple: pagas el internet tienes educación, no lo pagas te quedas fuera. La falta de dispositivos en casa, lo adecuado de éstos, lo “rápido” de la conexión, etc. se convierten en factores que pueden decidir el éxito escolar de millones de alumnos. Algunas familias han empezado a comprar computadoras, tabletas y celulares, y contratar internet para poder paliar un poco la situación, una condena de trabajos forzados para millones de madres y padres ante lo raquítico de los sueldos y la desproporción aberrante del alto precio de los servicios.
También se calcula que el sector educativo privado perderá hasta el 40% de la matrícula. Muchos de ellos son hijos de familias que tratan de hacer un esfuerzo por una “una buena educación” ante las carencias públicas. Miles de estudiantes irán directo a las escuelas públicas, todo esto presionará aún más la débil infraestructura educativa, aumentarán los alumnos por aula, etc. Es importante mencionar que muchas de esas escuelas privadas que cerrarán por esto son en realidad changarritos educativos que no cumplen ninguna norma y que han proliferado haciendo negocio de las necesidades de la juventud y sus familias, negocios de gente sin escrúpulos que ya están echando a la calle a docentes, personal administrativo, etc.
¿Cuál es la alternativa?
Al mandato ciego y sordo de la SEP, que actúa como correa de transmisión de la educación privada y las televisoras, y al que AMLO está equivocadamente apoyando, la alternativa sigue siendo la movilización. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, las organizaciones estudiantiles y educativas de izquierda necesitamos levantar un movimiento magisterial, estudiantil y popular que logre impulsar una política educativa en beneficio de las hijas e hijos de nuestra clase y la juventud.
Maestros y estudiantes deberán hacerse escuchar con una alternativa política educativa crítica y popular, bajo un control democrático y popular de la educación organizado colectivamente. Oponiendo, como una fuerza real, una estructura de base: los maestros organizados por escuela y por zona escolar, tomando decisiones educativas, es decir, pedagógicas y políticas juntas y oponer estas decisiones a los mandatos de la SEP. La CNTE deberá asegurar por medio de la movilización y la presión a que no habrá despidos ni sanciones y neutralizar la presión de los mandos federales y regionales de la SEP y la sustitución de funcionarios locales (directores y supervisores).
El inicio del ciclo escolar es una necesidad de la burguesía por no perder sus ganancias, no así de los estudiantes y los maestros. Mientras el gobierno actual no esté dispuesto a romper con las empresas, aunque diga lo contrario, seguirá en los hechos entregando la educación pública a los banqueros y televisoras. La CNTE, las organizaciones estudiantiles y de madres de familia tenemos que impulsar y defender un plan de rescate de la educación pública, gratuita, crítica y popular, desde una perspectiva revolucionaria.
Descarga aquí nuestro PDF sobre el Plan de Rescate que proponemos para la educación pública