Los pueblos unidos somos guardianes de la Madre Tierra. Quien atente contra ella ¡Recibirá el castigo de los pueblos!
El sistema económico y sociopolítico que rige el mundo está asesinando la vida de nuestro planeta. Y es sólo gracias a la movilización y organización de la clase obrera, indígenas, las capas medias y bajas, los trabajadores y estudiantes del campo y la ciudad que este sistema no lo ha devastado todo.
Hace 29 años, la embotelladora Bonafont, perteneciente a la multinacional franco-española DANONE autodenominada como empresa ecológicamente sustentable, inauguró una planta en la zona de los volcanes, en el municipio poblano de Juan C. Bonilla. La empresa se impuso con artimañas legales y permisos confusos pero sobre todo, sobre la vida de los campesinos indígenas cholultecas de la región, quienes tomaron la planta simbólicamente en el 2008, por el aumento gradual de la sequía en los pozos, las tierras de cultivo y agrestes, y el acuífero del Alto Balsas. Si bien esta acción duró algunas horas, los campesinos apercibieron para empezar la organización en defensa del agua.
Al paso de estos 13 años, la desertificación se ha agudizado en la zona. Los pozos se han secado o han pasado de perforarse de 20-25m a 40m, lo que resulta una tarea casi imposible al ser excavaciones manuales; y cada día más personas tienen que comprar agua, presas del jugoso negocio capitalista de lucrar con la vida. Por último, los pobladores, respaldados por estudios del IPN y la UNAM, responsabilizan a la extracción de 1.7 millones L de agua al día por parte de la empresa Bonafont como causante del socavón de Santa María Zacatepec, el cual alcanza 123X126m con una profundidad de 45m. Cabe señalar que la Conagua desestimó esta hipótesis en su estudio, arguyendo razones geológicas naturales. Cuando la situación llega a puntos críticos, y el pueblo está previamente organizado, éste no pide permiso al gobierno y toma lo que es su derecho.
Las acciones de lucha de este año en el municipio poblano desencadenadas desde el pasado 22 de marzo, día mundial del agua, han sido articuladas desde asambleas en donde participan más de 20 pueblos de la región, poseen una base social y objetivos políticos, dando a las acciones una trascendencia coyuntural.
Tras el bloqueo a la planta el 22 de marzo, se convocó a fortificar el plantón y se exigió un dialogo con la SEMARNAT, Conagua, autoridades estatales y federales, y directivos de la multinacional; ante la nula respuesta de éstas, la asamblea decidió tomar las instalaciones el 8 de agosto, en conmemoración del natalicio de Emiliano Zapata, e hizo un juicio al Estado y a la empresa. Al evento acudieron apoyos de otros movimientos como la Comunidad Otomí en Resistencia de la CDMX quienes mantienen la toma del INPI (ahora Casa de los pueblos Samir Flores Soberanes) por una vida digna, y Mexicali Resiste, quienes desde el 2017 mantienen la lucha contra el despojo del agua por parte de la cervecera Constellation Brands. Se articularon luchas del campo y de la ciudad, indígenas con trabajadores, esta es la única salida a este sistema de muerte que esparce su opresión a toda la clase trabajadora.
Actualmente, las instalaciones han sido renombradas como “Casa de los pueblos”, se han instalado una radio comunitaria, un espacio de atención para la salud, se han impartido talleres y se han llevado los encuentros de Mujeres que luchan y Científicos por la vida. Es un espacio de resistencia y formación, para “reconstruir a las comunidades” desde sus propias necesidades. Las comunidades también han detectado que el nivel del agua en la zona ha subido desde la toma: “¡Ya hay alegría, el agua es alegría!”. Cabe destacar que tanto en ésta como en otras luchas por el derecho a la vida, el agua y la defensa del territorio, las mujeres han sido clave en la logística y el contenido político.
Pero los dueños del capital hacen uso de todo su aparato para callar el avance del pueblo, y poder lucrar así con los recursos vitales. El día de la toma, la empresa Bonafont presentó denuncias contra las personas implicadas en ella, con el total respaldo del gobierno estatal y Conagua, quien delimitó el problema a una cuestión estatal; las capetas de investigación están en proceso, mientras las autoridades amedrentan a las comunidades.
Por otro lado, en junio, el Congreso de Baja California, respaldado por el gobernador morenista, Jaime Bonilla, reabrió las carpetas de investigación a defensores de Mexicali Resiste, con delitos infundados. El 1ro de septiembre se procedieron 3 de las 21 órdenes de aprehensión a indígenas defensores de la Sierra Negra de Puebla, sin delitos y con el respaldo del gobierno morenista.
Tan sólo durante la pandemia, el CNI estima alrededor de 20 asesinatos de defensores del medio ambiente, perpetrados por autoridades del Estado, las grandes empresas nacionales e internacionales y el narcotráfico, quienes frecuentemente actúan en conjunto por compartir el interés de una mayor ganancia a costa de la explotación a destajo de los trabajadores y los recursos naturales. Ante esta amenaza, la única salida es seguir articulando luchas y darse apoyo mutuo entre toda la clase trabajadora.
Lo sucedido en Bonilla ejemplifica el actuar del sistema capitalista y marca un referente en la defensa del territorio, ya que amalgama la larga tradición de estas luchas: articula la lucha del campo y la ciudad, posee claridad política y toma para el pueblo una planta multinacional; dejando claro que para elevar el nivel de vida, el camino no es la “inversión extranjera”, como lo repite el Estado burgués ahora de tras de su máscara reformista, y en donde las industrias alimenticia, minera, inmobiliaria y automovilística del gran Capital extraen a destajo el vital y agotable liquido; el único camino es la nacionalización de las industrias por y para los trabajadores y bajo control de estos. Y mientras el gobierno de la 4T no tenga claro esto, es el pueblo quien labrará su propio camino.