Desde Izquierda Revolucionaria, Libres y Combativas y Sindicato de Estudiantes denunciamos y condenamos el abuso de uso de fuerza policial con la que cientos de miembros de Seguridad Pública de la Ciudad de México intentaron desalojar violentamente la Casa de los Pueblos Samir Flores. Y señalamos al Jefe de Gobierno Martín Batres, a Pablo Vázquez Secretario de Seguridad Ciudadana, y los funcionarios Juan Gutiérrez y Rodrigo Chávez, como responsables de este atropello a los derechos humanos. Lo ocurrido en la madrugada del pasado lunes 16 de octubre dejó un saldo de 10 heridos, ya que varios compañeros, compañeras, niños y personas de la tercera edad fueron agredidos a golpes con escudos y patadas, sin ninguna muestra de empatía, acciones totalmente reprobables que contradicen a un gobierno que dice ser de izquierda.
Desde el 12 de octubre del 2020, la comunidad otomí residente en la Ciudad de México realizó una toma pacífica del entonces edificio principal del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, para exigir, tras años de discriminación y abandono por las autoridades, la expropiación y construcción de los predios en donde acampaban en situación de insalubridad y hacinamiento desde hacía más de 20 años. Así, la ahora Casa de los Pueblos Samir Flores ha servido como un eje organizativo y de formación política en la Ciudad de México para los miembros de la comunidad otomí y demás pueblos indígenas a nivel nacional; en ella se llevan a cabo foros, encuentros y asambleas de defensores del territorio de todo el país, así como actividades culturales-políticas, talleres, etc.
Sobre todo, la toma del INPI ha colocado a las verdaderas demandas de los pueblos indígenas como protagonistas del movimiento, la lucha por la vivienda digna con todo lo que ello implica: acceso a servicios públicos, educación y salud ha sido la bandera de la comunidad. Rechazando así, el maquillaje mercantilista que constantemente es promovido por el Estado, quien quiere crear una realidad caricaturesca de los pueblos indígenas, la cual le sirve para seguir explotando los recursos de las comunidades así como usar a las personas como mano de obra esclava. En la Casa de los Pueblos se construye día a día, sin ser tarea fácil, una comunidad, un espacio de resistencia ante las violencias del Estado capitalista y opresor.
Denunciamos que mientras se responde con la fuerza policial a lxs compañerxs otomís sin haber resuelto su demanda de vivienda digna, en la CDMX se da paso a la gentrificación y empresas multimillonarias como Airbnb y a la clase alta para hacer de la vivienda un negocio cada vez más rentable.
Por todo esto, apoyamos y respaldamos las acciones de protesta que la comunidad otomí residente en la CDMX está llevando a cabo como el bloqueo a la avenida México Coyoacán con la barricada cultural; pues es gracias a esta fuerza organizativa que las y los compañeros pudieron al fin, replegar a los elementos de seguridad e impedir así un segundo despojo. Nos unimos también a las demandas de los compañerxs de la toma ya que sus demandas son también las de toda la clase trabajadora en su conjunto y exhortamos a las organizaciones y sindicatos de izquierda que brinden su apoyo a la comunidad.
¡Expropiación inmediata de los inmuebles ubicados en Roma 18 y Londres 7!
¡Construcción inmediata en el inmueble ubicado en Zacatecas 64!
¡Vivienda y vida digna para todxs. Tener techo es un derecho!
¡Alto a la discriminación y represión hacia los pueblos y comunidades indígenas!
¡Los pueblos indígenas existen por que resisten!
¡Por el derecho a una vida digna!